Pese a que la felicidad es una emoción que la mayoría de las personas busca prolongar por la mayor cantidad de tiempo, esta es solo un estado que puede potenciarse —o disminuir— por ciertos periodos.
Una investigación publicada por el National Bureau of Economic Research de Estados Unidos profundizó en que existe una curva de bienestar con forma de “U” a lo largo de las vidas de las personas.
En este sentido, el académico de la Universidad de Dartmouth, el economista David Blanchflower, analizó los datos de más de medio millón de personas de distintos países y evaluó múltiples aspectos que se relacionan con la infelicidad.
Entre estos últimos consideró aristas como la desesperación, la soledad, la depresión, la tristeza, la desesperación y el nivel de desarrollo económico.
Al terminar su revisión, el especialista identificó que a los 47 años (en promedio) se ve una tendencia en la que las personas son más infelices. Sin embargo, precisó que hay más aspectos a considerar.
Por qué las personas tienden a ser más infelices a esa edad, según el estudio
El experto sugirió que la calidad de vida de las personas está directamente relacionada con su felicidad.
Bajo esta línea, detalló que factores como el acceso a la salud, el trabajo y la posibilidad de optar por niveles superiores de educación influyen en la percepción que los seres humanos tienen sobre su bienestar.
Es por esto que vinculó las dificultades que tienen los países en vías de desarrollo con que sus habitantes tiendan a sentirse menos felices, lo que se acentúa con elementos como la inestabilidad económica, según rescató Infobae a partir del estudio de Blanchflower.
Los datos con lo que trabajó incluyeron una muestra de 500.000 estadounidenses y europeos occidentales, quienes fueron seleccionados al azar y entre ellos había tanto hombres como mujeres.
Según su análisis, el punto más bajo de la curva de bienestar se vio a los 47 años en promedio, tanto en los países avanzados como en los en vías de desarrollo.
Aquello podría generarse debido a lo que los especialistas llaman la crisis de la mediana edad, un periodo en el que suele aparecer una sensación de estancamiento en ámbitos como el profesional y se tienen más preocupaciones económicas y de salud.
Así lo aseguró el investigador del centro de estudios Brookings Institution, Jonathan Rauch, a la BBC.
De la misma manera, Blanchflower sugirió que a finales de los 40 años se intensifica mayormente la vulnerabilidad ante las dificultades económicas.
Y además, vio que las personas de la muestra que tenían un matrimonio sano tendían a presentar niveles menos altos de infelicidad, en comparación con las solteras.
No obstante, enfatizó que el hecho de estar casado no garantiza felicidad y que de igual forma pueden aparecer complicaciones psicológicas como la depresión, la ansiedad y problemas para dormir.
