Durante las últimas semanas, Ecuador se ha posicionado como un centro de preocupación en América Latina. Desde criminales que toman el control de las cárceles hasta delincuentes que hacen explotar autos en la calle, por nombrar solo algunos de los actos violentos que se están efectuando en el territorio.
Las imágenes de lo que ocurre en el país del presidente Daniel Noboa han dado vuelta al mundo y reflejan una aguda crisis de seguridad que se ha incrementado con los años.
En 2018, Ecuador tenía seis homicidios por cada 100.000 habitantes. Para 2023, dicho número subió a 46, lo que se traduce en un aumento de casi un 800% en un periodo de cinco años.
Frente a esta situación, desde el centro de pensamiento InsightCrime presentaron un informe con detalles sobre cuáles son los grupos dedicados al narcotráfico que tienen más poder en Latinoamérica.
Para elaborar dicho reporte, consideraron variables como el dominio territorial, su cantidad de fondos e influencia, su capacidad militar, su jerarquía y sus alianzas, según rescató Infobae.
A continuación encontrarás los nombres de estas bandas delictivas, cuyos líderes son ampliamente buscados por la policía.
1. Los Choneros - Los Lobos
Son los dos grupos criminales más grandes de Ecuador y se ha asegurado que tienen vínculos con el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación, respectivamente.
Desde sus inicios a finales de la década de los 90, Los Choneros han logrado concentrar sus actividades en las provincias costeras de Manabí, Guayas, Los Ríos, El Oro, Santa Elena y Esmeraldas.
Estas incluyen desde narcotráfico hasta sicariato y extorsión, entre otros actos delictivos.
Asimismo, se calcula que tienen unos 12.000 miembros entre sus filas.
Por otro lado, a Los Lobos también se les ha acusado de practicar la minería ilegal, comercializar vacunas falsas y hacer trata de personas, además de otros crímenes y atentados.
Son originarios de Venezuela, pero sus actividades se han expandido hacia países como Chile, Perú y Colombia.
Entre las actividades que realizan, se encuentra la trata de personas y la explotación de migrantes, además de secuestros, extorsiones, minería ilegal y tráfico de drogas.
Su líder se llama Héctor Rustherford Guerrero Flores, alias “Niño Guerrero”, y en septiembre de 2023 se escapó de la Cárcel de Tocorón.
Todavía se mantiene prófugo.
También se le conoce como MS13 y sus orígenes se remontan a la década de 1980 en Los Ángeles, California.
No obstante, su influencia no solo se expande por América Latina, Central y Anglosajona, sino que también llega al oeste de Europa.
Según un informe de la Policía Nacional Civil de El Salvador, país del presidente Nayib Bukele, su poder en el territorio se ha debilitado, ya que las estrictas políticas del mandatario han hecho que “solo el 33% de sus integrantes estén en libertad”.
Ambos provienen de México y son de los actores más relevantes en cuanto al crimen organizado y el tráfico de drogas en la región.
El Cartel de Sinaloa tiene presencia en más de 100 países, mientras que en sus filas hay más de 26.000 integrantes, según la DEA.
Las capacidades de esta organización para operar a gran escala también involucran sobornos a dirigentes del sector político y las fuerzas de seguridad.
Entre sus enemigos se encuentra el Cartel Jalisco Nueva Generación, contra quienes han desatado una violenta lucha territorial para dominar negocios ilícitos.
Se presume que este último cuenta con unos 18.800 miembros.
Es un grupo guerrillero proveniente de Colombia, al cual se les vincula con actividades como el narcotráfico, secuestros, extorsiones y ataques a infraestructuras petroleras.
Posee más de 5.000 integrantes y redes de militantes entre la población civil, mientras que operan principalmente tanto en dicho país como en Venezuela.
Aun así, sus objetivos en los territorios mencionados son diferentes.
En Colombia buscan protagonizar una revolución armada contra el Estado. Por otro lado, en Venezuela, actúan como un grupo paramilitar que apoya al régimen de Nicolás Maduro.