Es conocido el hecho de que la alimentación influye considerablemente en nuestra salud física y mental.
Numerosas investigaciones científicas han advertido sobre los daños que las comidas ultraprocesadas generan en el organismo, las cuales —si se consumen en exceso— pueden potenciar el desarrollo de enfermedades como ciertas variantes del cáncer, diabetes de tipo 2, obesidad e incluso depresión, entre muchas otras.
Es por esto que los especialistas en nutrición se esmeran en dar a conocer los alimentos que traen beneficios, para que así podamos mantenernos de la mejor forma.
Ahora, un reciente estudio publicado en Plos Medicine detalló cuáles son los comestibles que ayudarían a prolongar la vida y a prevenir el potenciamiento de diagnósticos.
Según declaraciones de los autores reunidas por Infobae, tales características se deben a que presentan grasas saludables, y distintos tipos de vitaminas y antioxidantes, los cuales tienen un impacto positivo.
Los alimentos que favorecen a la longevidad y la protección contra enfermedades, según expertos
Los académicos a cargo de la investigación notaron que las semillas de granos como el maíz, el trigo, la avena, el centeno y el arroz integral, entre otras, comparten tres componentes que son clave para estos objetivos, los cuales son el salvado, el endospermo y el germen.
Según detallaron, estos tienen nutrientes, fibra y vitaminas, por lo que recomendaron incluirlos en la dieta junto a otros alimentos como el trigo entero o integral.
Por otro lado, también están las legumbres como los garbanzos, las lentejas, las arvejas y las habas, las cuales no solo cuentan con elementos nutritivos, sino que también están disponibles en una amplia variedad de sabores y tipos.
En palabras que la nutricionista Romina Pereiro —quien no participó en el estudio— dijo al citado medio, “también son ricas en carbohidratos complejos, proteínas, fibras, vitaminas y minerales como el hierro o el zinc”.
Asimismo, los frutos secos que cuentan con Omega 3 pueden aportar a la salud cardiovascular de quienes los consumen, por lo que suelen estar entre las sugerencias de los especialistas.
“Los frutos secos en general, y las nueces en especial, se asocian con tasas más bajas de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares”, aseguró a Infobae el experto del Hospital Clinic de Barcelona, Emilio Ros.
El rol de los elementos naturales en la dieta
Una amplia cantidad de investigaciones han informado sobre los puntos positivos de las frutas y la verduras, debido a que, según dijo al citado medio la nutricionista Laura Romano, “aportan vitaminas, minerales, fibras y agua”.
Si bien, tales características pueden convertir —especialmente a las frutas— en opciones particularmente atractivas, su colega María Ponce alertó que las porciones deben ser controladas, “de máximo dos por día”, dependiendo del estado de salud y la etapa de vida de cada paciente.
Aun así, recalcó que “son un complemento ideal para disminuir el consumo de alimentos ultra procesados” y que es preferible —mientras se pueda— comerlas con cáscaras, debido a la concentración de fibra.
Respecto a las verduras, Romano dijo que “proveen fibras, sustratos para que las bacterias de nuestra microbiota intestinal puedan fermentar y generar ácidos grasos de cadena corta, que son componentes antiinflamatorios fundamentales para todo nuestro sistema”.
De la misma manera, aportan al metabolismo, “son grandes proveedoras de hidratación, son de bajo contenido graso y carbohidratos, tienen bajo contenido calórico”, entre otros atributos positivos.
En cuanto a los colores de las frutas y verduras, dijo que las rojas como el tomate y las frutillas suministran licopeno, un componente con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que aporta a disminuir los riesgos de padecer ciertos tipos de cáncer, enfermedades neurodegenerativas y cardiovasculares.
Las naranjas como la homónima, las zanahorias y el zapallo tienen betacaroteno para apoyar con antioxidantes y el buen funcionamiento del sistema inmunitario, mientras que las blancas y amarillas dan carotenoides y quercetina, y las verdes clorofila.
Y en relación a los productos animales de tipo sólido, los investigadores sugirieron reducir el consumo de carnes rojas y procesadas.
El académico Alberto Cormillot —quien no participó en el estudio disponible en Plos Medicine— dijo a Infobae que el pescado es una buena alternativa para incluir en la dieta al menos dos veces a la semana, ya que “mejora muchísimo la circulación” y “es rico en vitaminas, en minerales y grasas que son protectoras del corazón y del cerebro”.
Cabe destacar que siempre es recomendable visitar a un especialista para evaluar tu caso particular y lo que puedes comer o no en beneficio de tu salud.