Exagente del FBI revela 3 actitudes de las personas con alta inteligencia emocional
Con el ejemplo de un caso en el que unos asaltantes tomaron rehenes, detalló qué herramientas de este ámbito le fueron útiles para que todos salieran con vida.
Es conocido el hecho de que una comunicación eficiente es clave para que haya un correcto entendimiento de las partes involucradas. Por ejemplo, en el caso de una discusión que no se desarrolla de esa manera, es probable que los malos entendidos desaten un conflicto más complejo, que incluso podría alejarse del tema original de debate.
Una de las personas que mejor entiende este fenómeno es el ex agente del FBI, Chris Voss, quien ejerció 24 años como uno de los principales negociadores internacionales de la institución policial.
Para explicar cuáles son los factores más relevantes a considerar en este ámbito, compartió una experiencia de vida o muerte en la que 3 conocimientos específicos sobre inteligencia emocional le fueron claves para que todos salieran sanos y a salvo.
1. La voz del locutor AM
En 1993, dos hombres tomaron como rehenes a tres empleados del Chase Manhattan Bank de Brooklyn, en Nueva York. Durante dicha instancia, Voss fue uno de los policías que se encargó de negociar por teléfono con uno de ellos.
Según declaraciones reunidas por CNBC, el agente detalló que utilizó un técnica conocida como “la voz del DJ de la FM nocturna”, la cual consiste en hablar de forma tranquila y descendente, para así calmar la temperatura del escenario.
Voss precisó que aquello también puede ser aplicado en la cotidianidad.
“Si hablas en voz alta con una voz suave y calmante, en realidad puedes calmarte a ti mismo además”, especificó el ex miembro del FBI.
2. Ocultar preguntas
El segundo truco de Voss para manejar la conversación con los asaltantes consiste en repetir afirmaciones de la otra persona en formato de preguntas. Dicha estrategia es útil para reunir información y facilitar que muestre una buena voluntad desde una posición que ya es compleja en sí.
Más concretamente, se puede aplicar repitiendo varias palabras clave que haya utilizado el otro interlocutor al expresarse. A modo de ejemplo, Voss dijo que si un atacante le dice que ha “tenido un día muy duro por todo el estrés”, se le puede responder: “¿El estrés que tienes?”.
De esa manera, no solo fluye la conversación, sino que también permite que la otra persona siga manifestándose y que eventualmente se sienta comprendida.
3. Identificar emociones
La tercera estrategia que aplicó en el episodio del banco en 1993 fue etiquetar las emociones de la otra persona de forma sutil.
“No ha sido culpa tuya, ¿verdad? (...) te arrepientes de lo que ha pasado, ¿cierto?”, fueron algunas de sus frases, las cuales insinuaban que el sujeto al teléfono simplemente se había envuelto en una situación complicada.
Eso, según Voss, se usa para identificar las emociones de la otra persona. En este sentido, ejemplificó a CNBC que se le puede responder con “parece que no estás contento con cómo han salido las cosas”.
Finalmente, los atacantes se rindieron y liberaron a los rehenes.
Para qué otros contextos se pueden utilizar
La autora del libro Genios ocultos: las formas secretas de pensar que impulsan a las personas más exitosas del mundo (Harriman House, 2023), Polina Marinova Pompliano, dijo en el artículo del citado medio que sus resultados positivos se debieron a que “hizo algo que probablemente la mayoría de nosotros no haría en medio de un conflicto de alta presión: escuchó”.
Bajo esta línea, recalcó que no es necesario ser un agente policial para recurrir a herramientas para el manejo y el control de las emociones.
“Si eres capaz de dominar el arte de escuchar, puedes utilizar tu inteligencia emocional para desactivar con éxito el conflicto con tu compañero de trabajo, tu cónyuge o incluso tu hijo adolescente”, sentenció.
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