Las investigaciones en torno al espacio exterior se han posicionado entre los mayores avances científicos de la última década. Solo este año, la empresa SpaceX del magnate de la tecnología Elon Musk tiene entre sus planes enviar el primer cohete con civiles hacia la Luna, mientras que las excursiones de la NASA han dado resultados cada vez más satisfactorios.
Si bien, aquello podría entenderse como una victoria para los astrónomos que se dedican a estudiar las estrellas, algunos de ellos no están conformes con los métodos que se usan en la actualidad, ya que la basura espacial y la creciente presencia de satélites dificulta que puedan hacer su trabajo.
Según datos reunidos por The Sun, el número de los que están en órbita alrededor de la Tierra se ha multiplicado por cuatro, con más de 8.000 en circulación, mientras que solo SpaceX tiene previsto lanzar 44.000 más para la red de internet de Starlink.
El profesor de física y astronomía de la Universidad de California, Tony Tyson, pronosticó a The Independent que en 2030 el cielo estaría “plagado de satélites en movimiento”, un escenario con el que el número de estrellas visibles sería mínimo.
Satélites y basura espacial: las dificultades para hallar vida extraterrestre
Frente a esta situación, representantes de la Real Sociedad Astronómica (RAS) y la Agencia Espacial Británica, entre otras organizaciones, se reunieron para conversar sobre esta temática en una conferencia.
En dicho evento, el director ejecutivo de la RAS, Robert Massey, confirmó que la llegada de cientos de miles de satélites a la órbita podría concretarse a finales de la década, por lo que tales obstáculos dificultarán la realización de estudios sobre la vida extraterrestre y el avistamiento de estrellas.
El especialista Ken MacLeod detalló a The Sun que después de que las constelaciones de internet —de firmas como Starlink— estén operativas, unos 16.000 satélites deteriorados darán vueltas en un momento dado, hasta el punto en que podrían caer fuera de órbita, como “bolas de fuego”.