Este lunes se confirmó que el informático británico, Geoffrey Hinton (75), renunció a su puesto en Google la semana pasada, para así alertar sobre los posibles riesgos que podrían significar los acelerados avances de la inteligencia artificial.
Hinton ha dedicado medio siglo a investigar la red neuronal, un sistema matemático y computacional que adquiere habilidades a través del análisis de datos, lo que es clave para el desarrollo de la IA.
Asimismo, el también apodado “el padrino de la inteligencia artificial” —por ser un pionero en este campo— trabajó por en Google más de una década.
Si bien, el informático dejó la empresa recientemente, aseguró a través de su cuenta de Twitter que no dimitió para “poder criticar” a la compañía, sino que más bien, “para poder hablar sobre los peligros de la IA sin considerar cómo le afecta esto” a la firma.
Durante una entrevista con el New York Times, Hinton manifestó que ve con preocupación cómo distintos desarrolladores —entre ellos Google y Microsoft— generan avances constantemente en sus programas de inteligencia artificial, área para la que sus trabajos son fundamentales.
“Me consuelo con la excusa normal: si no lo hubiera hecho yo, lo habría hecho alguien más”, declaró.
Los temores de Geoffrey Hinton, “el padrino de la inteligencia artificial” que abandonó Google
Uno de los puntos que más le preocupan, es la capacidad con la que se podrán limitar las funciones de esta tecnología.
“No creo que deban ampliar esto más hasta que hayan entendido si pueden controlarlo”, dijo al Times el científico, quien cuenta con un Premio Turing, considerado como el Nobel de computación, entre sus distinciones.
Bajo esta línea, enfatizó: “Mira cómo era hace cinco años y cómo es ahora (...) toma la diferencia y proyéctala hacia adelante. Es atemorizante”.
A corto plazo, la problemática que ve más cercana es que la internet podría llenarse de textos, fotos y videos falsos, hasta el punto en que el usuario promedio “ya no podrá saber qué es verdad”.
Desde su posición como especialista en IA —y ahora ex trabajador de Google— detalló que la firma actuó “de forma muy responsable” y como “buen administrador” hasta el año pasado, debido a que decidieron no estrenar ciertos productos que podrían haber sido utilizados con fines dañinos si los hubiesen lanzado apresuradamente.
Aún así, aseguró que desde que Microsoft impulsó su motor de búsqueda Bing con un chatbot, ambas empresas entraron en una competencia por presentar avances que “podría ser imposible de detener”.
Respecto al mercado laboral, dijo que la IA podría servir para quitar “el trabajo pesado” a las personas, pero también se abrió a la posibilidad de que “podría quitar algo más”, en el caso de los oficios que implican tareas rutinarias.
“Algunos creían en la idea de que estas cosas podían volverse más inteligentes que los humanos (...) pero la mayoría pensó que estaba muy lejos. Yo pensé que estaba muy lejos, que faltaban entre 30 y 50 años, o incluso más. Obviamente, ya no pienso eso”.