Las últimas generaciones de jóvenes en Japón se han caracterizado, entre otras cosas, por no consumir mucho alcohol, situación que preocupa a las autoridades por la fuerte reducción de ingresos mediante la recaudación de impuesto.
De acuerdo a la BBC, este escenario llevó a que la agencia nacional de impuestos de Japón creara una competencia nacional para conseguir ideas para revertir esta tendencia.
La campaña, llamada “¡Viva el Sake!”, espera llegar a un plan para volver atractiva de nuevo esta bebida y de esa manera impulsar la industria de los licores.
La convocatoria consiste en pedirle a jóvenes entre los 20 y los 39 años que compartan sus ideas de negocios que puedan impulsar el consumo entre sus pares, no importa si es para el sake, para el shochu, el whisky, la cerveza o el vino.
Según cifras recientes de la agencia de impuestos japonesa, las personas bebían menos en 2020 que en 1995, y el promedio anual se desplomó de 100 litros a 75 litros.
Los ingresos fiscales de los impuestos sobre el alcohol también se han reducido a lo largo de los años. Según el periódico The Japan Times, en 1980 el impuesto a las bebidas representó el 5% de los ingresos totales, pero en 2020 ascendió a solo el 1,7%.