Los especialistas que asesoran al gobierno de Estados Unidos redactaron una serie de recomendaciones para que los ciudadanos limiten la cantidad de carnes rojas que consumen.

Estas tienen un carácter preliminar y se enmarcan en las conversaciones para la próxima ronda de pautas dietéticas del país norteamericano.

El énfasis en esta oportunidad está centrado en impulsar la ingesta de más alimentos vegetales, incluidos algunos como las lentejas y los frijoles.

Según rescata el Wall Street Journal, se tiene previsto que las pautas finales sean presentadas a finales de 2025.

Junto con ello, se espera que se desencadene una posible discusión sobre cuál debería ser la cantidad recomendada de carnes rojas en las dietas.

Las pautas dietéticas de Estados Unidos se actualizan cada cinco años y sirven para que, a partir de estas, por ejemplo, se diseñen los programas de almuerzos escolares.

Junto con ello, marcan una hoja de ruta para los esfuerzos de la salud pública e influyen en las empresas dedicadas a la producción de alimentos.

Cómo son las pautas dietéticas actuales

Las pautas dietéticas actuales de Estados Unidos recomiendan evitar demasiadas grasas saturadas.

Sin embargo, no dicen que las personas deban limitar el consumo de carnes rojas.

Distintas investigaciones han asegurado que el colesterol y la grasa que están presentes en las hamburguesas y ciertas carnes pueden aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y otros diagnósticos.

La académica de la Escuela de Salud Pública Global Gillings de la Universidad de Carolina del Norte, Lindsey Smith Taillie, enfatizó al Journal que las dietas ricas en carne siguen siendo populares entre los estadounidenses.

Más aún entre los hombres de dicho país, quienes tienden a comer más carne, aves y huevos de lo que sugieren las pautas actuales.

En este sentido, productos procesados como el jamón o el tocino tienden a posicionarse entre los favoritos para armar sus platos.

Por este motivo, según Smith Taillie, “parece que será difícil cambiar” esos hábitos de alimentación.

“Tenemos preferencias muy fuertes por la carne roja, que están vinculadas a todo tipo de factores sociales y culturales”, agregó la especialista, refiriéndose al caso de dicho país.

Las pautas actuales también recomiendan elegir carne fresca y magra, en lugar de productos procesados como las salchichas.

La batalla que se viene sobre la cantidad de carnes rojas que comemos. Foto: referencial.

Cómo son las recomendaciones preliminares para las pautas dietéticas

Las propuestas preliminares del comité que asesora al gobierno de Estados Unidos recomiendan que las pautas dietéticas se centren en el consumo de verduras, frutas, legumbres, cereales integrales, pescados y mariscos.

Esto, además de productos lácteos bajos en grasa, sin grasa y grasas insaturadas.

El profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, Christopher Gardner, quien también es miembro del comité, sintetizó al Journal que se trata de una forma de alimentación “que prioriza las plantas”.

Sus recomendaciones también sugieren incluir los frijoles, guisantes y lentejas en la categoría de alimentos proteínicos.

De la misma manera, plantean que “las carnes, aves y huevos” pasen del primer grupo de la lista al último, por debajo de los mariscos y fuentes vegetales de proteínas como las nueces, semillas y productos de soja, explicaron en una reunión pública.

Qué han dicho desde la industria de la carne sobre las recomendaciones para las pautas dietéticas

Luego de que el comité de científicos presentara sus recomendaciones preliminares de pautas dietéticas para Estados Unidos, distintas voces de la industria de la carne manifestaron sus críticas.

Una de las personas que se expresó al respecto fue Shalene McNeill, directora ejecutiva de ciencias de la nutrición en la Asociación Nacional de Ganaderos de Carne de Vacuno del país norteamericano.

En declaraciones rescatadas por el Journal, la también dietista dijo: “Resulta desconcertante que estemos intentando que los estadounidenses eliminen la carne roja, cuando la evidencia indica que las deficiencias nutricionales y las enfermedades crónicas están aumentando a medida que disminuye el consumo de carne roja.

Sostuvo que las carnes rojas contienen nutrientes como potasio y hierro, los cuales pueden ser relevantes para la dieta.

La batalla que se viene sobre la cantidad de carnes rojas que comemos. Foto: referencial.

Qué dicen las investigaciones sobre el consumo de carnes rojas

Algunas investigaciones han concluido que el consumo de carnes rojas sin procesar se asocia con enfermedades cardíacas y muerte prematura.

No obstante, otros estudios han encontrado un vínculo menor entre su ingesta y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

El académico de epidemiología y nutrición en la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, Walter C. Willet, aseguró al citado medio que las altas cantidades de grasas saturadas y colesterol en la carne de res pueden aumentar el colesterol LDL o “malo”, el cual es un factor de riesgo para los ataques cardíacos.

Por su parte, la académica de nutrición de la Universidad de Rhode Island, Maya Vadiveloo, dijo al Journal que aunque la carne roja contiene hierro, un nutriente importante para la dieta, su consumo en exceso puede causar inflamación.

Aquello, agregó, “desencadena procesos subyacentes para la enfermedad cardíaca”.

Según algunas investigaciones, el consumo de carne roja puede aumentar el riesgo de diabetes.

Otros estudios han encontrado vínculos entre el consumo de carne procesada y el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y ciertos tipos de cáncer.

Cuándo se definirán las nuevas pautas dietéticas

El informe del comité asesor en esta materia del gobierno de Estados Unidos todavía se encuentra en desarrollo.

Después de que sea enviado al Departamento de Salud y Servicios Humanos y al Departamento de Agricultura de dicho país, se espera que sea publicado a finales de 2024.

Una vez compartido el informe, se dará un tiempo de 60 días para recibir comentarios.

Se afirma que ahí las agencias encargadas tomarán en cuenta las apreciaciones y, finalmente, publicarán las nuevas pautas dietéticas a finales del 2025.

Eso sí, según aclararon los expertos, el gobierno no siempre sigue las recomendaciones planteadas por el comité, por lo que estas pueden variar.

Cabe recordar que si tienes dudas sobre tu alimentación, siempre es recomendable acudir a un profesional de la salud para evaluar tu caso particular y las mejores formas de abordarlo.