Fue uno de los temores más latentes de Ciudad de México por casi una década. Solo entre 1998 y 2004, al menos 20 ancianas fueron estranguladas fríamente hasta llegar a su muerte, lo que generó una intensa presión policial y, por supuesto, terror entre la población.
Se hablaba de los crímenes de la “Mataviejitas”, un apodo adoptado popularmente para referirse a la autora de estos atentados, quien hasta ese momento aún no era identificada.
Pero todo cambió el primero de abril de 2004. Ese día, las autoridades vincularon a Araceli Vázquez García con los asesinatos. La Procuraduría General de Justicia del entonces Distrito Federal, informó que habían encontrado una huella de la mujer en un vaso y que habían reunido testimonios de familiares de la víctima de 81 años, quienes aseguraban que reconocieron joyas de la fallecida en posesión de la inculpada.
Posteriormente, dicha versión se cayó. Y aunque más tarde se arrestó a la asesina de Gloria Enedina Rizo Ramírez, Vázquez sigue cumpliendo condena en prisión, en espera de que la Justicia revise su caso.
La “Mataviejitas” y la mujer que espera una revisión de su caso desde la cárcel
Un documental titulado La Dama del Silencio (2023) aborda esta historia en profundidad y revela nuevas aristas de la investigación.
Según datos rescatados por El País, Vázquez reconoció desde un inicio que cometió varios robos, pero también negó ser una asesina serial. De hecho, tras ser detenida, ocurrieron 30 atentados más contra “viejitas” en un periodo de 1 año y 10 meses.
Si ella era la criminal que buscaban, ¿cómo podría haberlos cometido si había sido recluida?
El 25 de enero de 2006, finalmente se confirmó que otra mujer, Juana Barraza de entonces 48 años, fue atrapada cuando acababa de estrangular a una víctima de 82 años en su residencia.
Tras su arresto, no ocurrieron más crímenes de este tipo y se le adjudicó un total de 16 asesinatos. Uno de ellos fue el de Gloria Enedina, el mismo con el que se había vinculado a Vásquez en un principio. Y aunque las autoridades habían asegurado que la huella en el vaso era de ella, después se verificó que en realidad era de Barraza.
Tales motivos llevaron a que no se le pudiese cargar esa sentencia, aunque sí se le dio una condena de 23 años y 9 meses por un atentado contra de Margarita Aceves Quezada, el cual ocurrió el 5 de enero de 2004.
La investigación realizada por los desarrolladores del documental se centra precisamente en exponer la falta de veracidad en las pruebas policiales y en mostrar la forma de operar que tuvieron los crímenes, la cual coincide con los métodos de Barraza y la descripción física de ella que aportaron los testigos.
Uno de los ataques abordados con mayor detalle es el de “la doctora” que mató a Margarita Aceves.
Dicha mujer tenía 75 años cuando fue estrangulada con un cable en su propio domicilio, ubicado en el sector de Azcapotzalco.
El día de su muerte, una individuo vestida de médico visitó el vecindario. Tenía una estatura cercana a los 1.75, piel morena clara y pelo corto.
Una vecina llamada Himelda tomaba sol cuando esta se le acercó y le preguntó si conocía a personas jubiladas que vivieran solas, ya que quería aumentarles su pensión en un 45%.
“Yo le respondo que sí”, relató ella misma más tarde, “y le señalo la ventana del departamento de mi amiga Margarita”.
Mientras hablaban, otra vecina de nombre Isabel se encontró con ellas dialogando. Asimismo, otras llamadas Martha y Berenice observaban desde una ventana.
La falsa “doctora” le consultó a Margarita Aceves si tenía su carnet de jubilada, por lo que ella accedió a bajar para abrirle la puerta de su edificio y así guiarla hasta donde vivía. Esa sería su última visita antes de morir.
Cuando llegó la noche, a las vecinas les llamó la atención que las ventanas de su domicilio estaban abiertas y que las luces figuraban apagadas, por lo que el esposo de Martha entró con un juego de llaves. Ahí encontró su cadáver.
Después de informar a la policía, las testigos de la escena fueron citadas a declarar al día siguiente, instancia en la que entregaron su descripción de la sospechosa “doctora”.
Esas características distaban de las de Vázquez, quien tenía poco más de metro y medio de altura, 39 años, piel morena y ojos achicados.
Incluso, una de las vecinas que testificó hizo hincapié en que ella era “chaparra”, a diferencia de la asesina que era más alta.
Al revisar la casa de Vázquez, las autoridades aseguraron que encontraron una bolsa con una peluca y una bata, además de un reloj que fue identificado por una familiar de Margarita.
Ese objeto es la prueba principal contra ella, quien siempre manifestó que los otros fueron introducidos en su residencia por los mismos investigadores policiales.
“Yo solo robaba y lo he dicho siempre”, aseguró en una entrevista desde el patio del penal Santa Martha en septiembre de 2022.
Vázquez pensó que cuando Barraza fue arrestada e identificada como la verdadera “Mataviejitas”, ella dejaría de ser reconocida con ese apodo y que la Justicia revisaría nuevamente su caso para solo adjudicarle una condena por robos, pero no fue así.
De hecho, en 2023 cumplió 19 años en prisión, la misma en la que comparte instalaciones con la otra mujer.
En una entrevista para el documental, dijo que tiene una relación “cordial” con Barraza al interior de la cárcel.
Esta última también es apodada como “La Dama del Silencio”, debido a que según su propia versión, utilizaba ese nombre para pelear como luchadora en el ring.
El presente de Vázquez
Hoy tiene 57 años y permanece tras las rejas. Según contó en el documental, su hijo fue asesinado en un asalto, su hija vive lejos y su ex esposo rehizo su vida.
Aseguró que no ha tenido acceso a su expediente judicial ni a sus sentencias y que su abogado de oficio —ahora jubilado— no se ha contactado con ella en años.
Lo único que sabe, es que le dieron más de 40 años en prisión, casi 18 por robos y 21 por homicidio. Dijo que tampoco sabe con claridad cuántos hurtos se le adjudicaron ni detalles sobre los otros crímenes que se le cargaron.
Datos rescatados por El País aclaran que uno de los procesos penales fue por el homicidio de Margarita Aceves, la anciana ahorcada por la falsa “doctora”.
Frente a esta situación, el entonces subprocurador Renato Sales dijo en una entrevista que “si hubo un error judicial ahí, pues habría que repararlo, y eso le corresponde ya a la Procuraduría actual y también al Poder Judicial”.
“Hay mecanismos para solventar el tema. Es muy lamentable. Pero otra de las cosas terribles en el contexto de las investigaciones es que hay errores y esos errores hay que reconocerlos y ser capaces de repararlos. Muchas veces no se hace por cuestiones mediáticas y políticas, pero hay que ser capaz de reconocer”, declaró.
Mientras tanto, Vázquez sigue esperando que analicen su situación.
La Dama del Silencio ya se encuentra disponible en Netflix. Revisa un tráiler a continuación.