A finales de octubre de 2022, la industria del espectáculo fue testigo del quiebre de una de las parejas más destacadas entre las celebridades: Gisele Bündchen y Tom Brady.

La supermodelo brasileña y el reconocido ex deportista de la NFL permanecieron juntos por 13 años, periodo en el que atrajeron constantemente la atención de las cámaras y en el que tuvieron dos hijos.

Antes de que nacieran, Bündchen había acogido desde el primer minuto al descendiente que Brady tuvo con su ex pareja, la actriz Bridget Moynahan. El bebé llegó cuando ya habían empezado su relación y, según dijo ella, interpretó su llegada en 2007 como la de “un hijo de regalo”.

Posteriormente, la rostro del mundo de la moda dio a luz a dos pequeños de la mano de la leyenda del fútbol americano, en 2009 y 2012.

Todo parecía ir en orden y sus sonrisas solían estar presentes en las fotografías de los eventos sociales a los que asistían, pero esas imágenes dejaron de figurar en las revistas el año pasado, cuando confirmaron su divorcio hace apenas cinco meses.

En conversación con Vanity Fair, Bündchen habló por primera vez de por qué se separaron, un acto que calificó como “la muerte de un sueño”.

La brasileña que ha modelado para las firmas más importantes de la historia declaró que el origen de esta decisión no se debió a que ella le haya pedido escoger entre su romance y el fin de su carrera deportiva, una teoría que se había especulado fuertemente en las redes sociales.

En este sentido, dijo que tales comentarios fueron “muy hirientes”.

“Es la cosa más loca que he escuchado. Siempre lo he animado y lo continuaré haciendo para siempre. Si hay una persona que quiero que sea la más feliz del mundo, es él, créanme. Quiero que todos sus sueños se hagan realidad”, manifestó al citado medio.

Bajo esta línea, explicó que su ruptura se debió a distintas visiones en torno al futuro, las cuales hicieron que sus caminos no fueran compatibles.

“Cuando yo tenía 26 años y él 29, nos conocimos, queríamos una familia (...) a medida que pasó el tiempo, nos dimos cuenta de que solo queríamos cosas diferentes y ahora tuvimos que tomar una decisión, pero eso no significa que no ames a la persona”, enfatizó.

De esta manera, sentenció: “Es un baile, un equilibrio (...) cuando amas a alguien, no lo metes en una cárcel y le dices: ‘Tienes que vivir esta vida’. Lo dejas libre para que sea quien es, y si quiere volar en la misma dirección, entonces es increíble”.