Este lunes se anunció que el vocalista fundador de Smash Mouth, Steve Harwell, falleció a sus 56 años. Así lo confirmó su representante, Robert Hayes, quien detalló que el cantante sufrió complicaciones derivadas de una insuficiencia hepática.
A lo largo de su trayectoria, la banda estadounidense ha posicionado varias de sus canciones en las listas comerciales. Una de ellas y probablemente la más recordada por distintas generaciones, es “All Star”.
Esa es precisamente la que aparece en Shrek (2001), la primera entrega animada de DreamWorks sobre la historia del ogro verde.
Si bien, el tema reafirmó la trayectoria que el grupo venía consolidando desde sus inicios en San José, California, el camino para llegar a ese éxito intergeneracional fue vertiginoso.
Asimismo, los integrantes de Smash Mouth querían entregar un mensaje a través del sencillo, el cual es recordado hasta la actualidad mediante memes y distintos videos en que ocupan la música de fondo en las redes sociales.
El camino de Smash Mouth hacia la fama
Fue a mediados de la década del 90 cuando Hayes reunió a Harwell, el ahora ex baterista Kevin Coleman, al guitarrista Greg Camp y al bajista Paul De Lisle.
El primero venía saliendo de un grupo de rap que se llamaba F.O.S. (Freedom of Speech), mientras que los otros músicos habían sido representados por el manager en una banda de rap/punk llamada Lackadaddy,
Luego de que Hayes los presentara entre sí, nació Smash Mouth como una propuesta que inicialmente se acercaba más al sonido ska/punk y que quedó plasmada en su debut discográfico, Fush Yu Mang (1997).
Sin embargo, el álbum tenía un tema excepcional que no se parecía a los otros: “Walkin’ on the Sun”.
Rápidamente, la canción empezó a sonar en las radios y a posicionarse en las listas comerciales, lo que los ayudó a conseguir un contrato con la casa discográfica Interscope Records.
No obstante, junto con las primeras ganancias por transmisiones y conciertos, también vinieron nuevos desafíos. El más importante: demostrar que no eran una banda capaz de hacer solo un hit.
“Salimos de Fush Yu Mang, y tuvimos todo ese éxito con ese disco. Luego nos exigieron más. Sabía que la discográfica quería algo grande. Y sabía que Greg lo tenía dentro, pero en aquel momento no confiaba en él, porque estábamos en una situación extraña”, explicó el ahora fallecido Steve Harwell a Rolling Stone, en junio de 2019.
“‘Walkin’ on the Sun’” cambió la música, la forma de escuchar música. He hablado con otros artistas a lo largo de los años y me han dicho que el día que esa canción sonó en la radio, dijeron: ‘Estamos jodidos’. Era tan diferente, tan inusual y tan especial. Tenía ese sonido que nosotros creamos. Pregúntale a cualquiera que haya tratado de copiarnos, no puedes. Simplemente no se puede”.
Aún así, el guitarrista Greg Camp enfatizó que había diversas opiniones entre los oyentes. Por un lado, estaban los fanáticos más acérrimos que disfrutaban de la totalidad del repertorio de Smash Mouth, mientras que por otro, había personas que escuchaban el hit en la radio y después de comprar el álbum se daban cuenta de que los otros temas eran notoriamente distintos.
Con esas dificultades y un nuevo estilo de vida en el que pasaron de ser desconocidos a convertirse en estrellas que hacen espectáculos, viajan por el mundo y salen de fiesta, volvieron al estudio para grabar su siguiente entrega.
“La banda estaba en un buen momento, ansiosos y con ganas de hacerlo emocionados. Venían de un gran éxito, pero sabían que el listón estaba alto, tenían que hacer algo grande”, enfatizó Hayes en 2019.
En este sentido, añadió que los integrantes de Smash Mouth “pasaron de estar completamente arruinados y no tener nada a decir al instante: ‘Hemos sacado un disco, ha llegado al número uno’”.
Su siguiente obra tenía que incluir —al menos— un hit con la magnitud de “Walkin’ on the Sun”.
La publicación de Astro Lounge, el álbum de “All Star”
Tras el éxito del tema, los integrantes de Smash Mouth se unieron con el productor Eric Valentine para trabajar en Astro Lounge (1999), su segundo disco que prepararon en una gran casa de Los Gatos que convirtieron en un estudio de grabación.
La persona al mando fue Camp, ya que él había escrito su hit anterior y pensaron que era una buena idea mantenerlo con las manos en el timón.
“Greg era el principal compositor, y siempre seguía lo que su instinto le decía. Si escuchas el corpus del primer disco, Fush Yu Mang, es realmente más ska-punk. ‘Walkin’ on the Sun’ era una anomalía, uno de esos temas únicos que no sonaban a nada más. Si escuchas Astro Lounge, es un poco más maduro. El ska estaba desapareciendo, así que no había ska de verdad. Se transformó en pop”, recordó Hayes.
Por esto, a diferencia de en el primer disco, en el segundo él estuvo a cargo.
“Era obvio que yo era más la persona pop del grupo, así que me tocó a mí tomar el relevo y escribir algunas canciones”, contó Camp, mientras que Harwell detalló que “a Greg le encantaba hacerlo por su cuenta, y por eso le admiro tanto”.
Así, lograron terminar una maqueta del disco, pero cuando se lo mostraron a los ejecutivos del sello, Jimmy Iovine y Tom Whalley, ellos no estuvieron conformes. Más bien, les dijeron que no tenían ningún potencial hit.
Después de recibir esos comentarios, Camp volvió a trabajar y dio a luz a dos nuevos sencillos: “Then the Morning Comes” y “All Star”.
Hayes relató: “Una noche senté a Greg, abrí una revista Billboard y le dije: ‘Oye, vamos a repasar esto. Quiero un pedacito de cada una de estas canciones’. El Top 50, en ese momento, era Smash Mouth, Sugar Ray, Third Eye Blind, Vertical Horizon, Barenaked Ladies, Marcy Playground, Chumbawamba. Se fue, y dos días después entró en mi despacho con una cinta de casete. La puse y en ella estaba ‘All Star’. Me paré y le miré. Me dijo: ‘¿Qué? ¿No te gusta?’. Le dije: ‘¿Estás bromeando? Es un éxito’”.
Respecto a cuál fue la inspiración para componer la letra, Camp contó que “Paul De Lisle y yo íbamos a lavanderías y llevábamos una bolsa de ropa sucia y otra de cartas de los fans, cuando la gente solía escribir en papel. Leíamos el correo y lavábamos la ropa, y nos dimos cuenta de que había un hilo conductor en todas esas cartas: chicos que nos daban las gracias por ser su banda. Eran una especie de marginados. Eran empollones, los molestaban y cosas así”.
Por su parte, De Lisle afirmó que fue “una respuesta a todas esas cartas que recibíamos de ellos, y eran casi como un discurso de ánimo. La canción era para esos niños: ‘Aguanta. Eres el dueño de tus dominios. Tú controlas tu propio barco’”.
“Escuché las demos en el camión de Greg. Obviamente ambas son canciones muy fuertes, me di cuenta enseguida de que nuestro álbum está hecho. Esto lo va a conseguir”, añadió el bajista.
Ya con la aprobación del sello y de todo el equipo, llamaron al baterista de sesión Michael Urbano, quien se encargó de registrar “All Star” en solo dos tomas.
Los silbidos que se escuchan en el tema fueron grabados por De Lisle, debido a que “me consideraban el mejor silbador de la banda”.
De esa manera, consiguieron la publicación del sencillo, el cual llegó rápidamente al puesto número cuatro de la lista Billboard Hot 100 y comenzó a sonar de forma repetitiva en las radios, tiendas comerciales, supermercados, encuentros deportivos y películas como Mystery Men (1999).
“Los fans más duros estaban muy decepcionados y se sentían estafados porque querían otro álbum punk (...) de repente, empezó a aparecer en todas partes. No podías escapar de él”, expresó Camp a la Rolling Stone.
Y junto con la presión de la fama, los fanáticos y las responsabilidades de su trabajo, también hubo “problemas personales”, confesó Harwell, aunque sin entrar en detalle.
“No era lo que solía ser”, exclamó en 2019.
Cómo el tema pasó a estar en Shrek
En 2001, dos años de que se estrenara Astro Lounge, DreamWorks se contactó con el representante de Smash Mouth para solicitarle usar “All Star” en una próxima película infantil. Asimismo, querían que hicieran una versión propia del clásico “I’m a Believer”, compuesto por Neil Diamond y popularizado masivamente por The Monkees.
Aquello despertó dudas en el grupo. No querían ser relacionados con un filme para niños, menos si no tenían seguridad de que fuese a ser un éxito en taquilla.
“Se lo comenté a los chicos, e inmediatamente dijeron: ‘No. No queremos hacer eso. No queremos hacer una versión para un dibujo animado’. Lo rechazamos”, relató Hayes.
A pesar de que en un inicio se negaron rotundamente, cuando presentaron la maqueta de su tercer álbum llamado Smash Mouth (2001) a los agentes del sello, estos no les dieron su aprobación. Fue ahí cuando optaron por seguir con las conversaciones con DreamWorks, después de haber visto la cinta con antelación.
“Volví a llamarlos. La película estaba cerrada, pero los convencí de abrirla, y también la licencia de ‘All Star’ para la secuencia de apertura. Hicimos ‘I’m a Believer’ para la secuencia de cierre”, añadió el manager.
En palabras de Harwell, “no teníamos idea de lo grande que iba a ser”. “La canción ya era un sencillo número uno, y entonces salió Shrek y vendimos millones de discos solo con eso. El tema renació de nuevo”.
Camp aseguró que el éxito de Shrek y su participación con ambos temas llevó a que cambiaran los comportamientos que mantenían usualmente.
“De repente, la gente nos viste, nos maquilla y nos lleva a las galas de premios y cosas así. Tuvimos que limpiar un poco nuestra actuación. No soltábamos palabrotas por todas partes, ni bebíamos, ni fumábamos, ni hacíamos todo lo que hacíamos normalmente”.
A ello se le sumó que las opiniones de los fanáticos estuvieron más divididas que antes y que empezaron a enfrentar diversas problemáticas para volver a posicionarse con nuevos sencillos en las listas comerciales.
Aún así, la banda puede decir que hoy tiene un total de siete discos de estudio y éxitos como “All Star” que siguen marcando a generaciones. Ahora, principalmente a través de las redes sociales y los virales de internet.