Probablemente te ha ocurrido al menos una vez: ese momento en que de manera involuntaria y repentina, uno de tus ojos empieza a moverse a ritmo intermitente, sin que puedas detenerlo de forma inmediata.
Aquello puede generar una serie de dudas en torno al estado de tu salud, aunque según manifestó al New York Times la optometrista de la Clínica Cleveland, Stephanie Erwin, esos movimientos “pocas veces son síntomas de algo grave”.
De hecho, lo más probable es que se trate de una mioquimia palpebral, es decir, de una serie de contracciones musculares en esa zona que provocan estos temblores inesperados e irregulares, los cuales tienden a durar unos segundos para volver a aparecer después.
Según explicó la especialista, este diagnóstico se manifiesta en un solo ojo porque la contracción no se origina en el nervio que se encarga de controlar el reflejo del parpadeo, para que así ambos actúen coordinadamente.
Asimismo, los periodos en que ocurren pueden variar desde solo unas horas hasta varios meses, lo que podría desatar mayor incomodidad si no se analiza el origen a tiempo.
Es por esto que Erwin sugirió que si los temblores persisten, “sería bueno acudir a un oftalmólogo para que lleve a cabo una revisión y estar seguro de que no está ocurriendo ninguna otra cosa”.
En el caso de que se presenten otros síntomas —como por ejemplo, que los movimientos afecten a ambos ojos al mismo tiempo u otras partes del cuerpo se vean alteradas— es probable que se trate de un problema más complejo.
Pero, ¿cuáles son los motivos detrás de una mioquimia palpebral en la gran mayoría de las situaciones?
Las posibles causas de por qué te tiembla un ojo
A pesar de que la oftalmóloga del hospital Massachusetts Eye and Ear, Alice Lorch, declaró al citado medio que “nadie sabe con exactitud” por qué ocurre este fenómeno, distintas investigaciones científicas han identificado que el estrés, la falta de horas de sueño y el consumo de grandes cantidades de cafeína son factores determinantes.
A ello se le suma el ojo seco, un diagnóstico que ocurre cuando no se producen suficientes lágrimas para mantenerlos húmedos o cuando estas no cumplen correctamente su función, según detalla el National Eye Institute de Estados Unidos.
Esto último suele ser común entre las personas que pasan muchas horas frente a pantallas, ya que según un estudio disponible en el National Center for Biotechnology Information, se tiende a parpadear menos cuando se está ante ellas.
El vocero de la Academia Estadounidense de Oftalmología, Raj Maturi, explicó al Times que “los espasmos son una señal de que el cuerpo te está pidiendo que bajes tu ritmo”.
Y si bien, Lorch aseguró que no hay métodos inmediatos para hacer que estos movimientos desaparezcan rápidamente, sí dijo que las lágrimas artificiales —idealmente sin conservadores químicos, para así reducir la posibilidad de que se irriten los ojos— pueden ser útiles.
Respecto a la ingesta de cafeína, la oftalmóloga del centro Massachusetts Eye and Ear recomendó no beber más de una o dos tazas diarias, además de mantenerte hidratado y preferir una dieta equilibrada con alimentos altos en potasio, magnesio y calcio, debido a que los espasmos podrían estar relacionados con la falta de minerales en el organismo.
Cabe recalcar que siempre es recomendable visitar a un médico especialista para evaluar tu caso particular y conocer qué medidas puedes implementar o no.