El intercambio masivo de prisioneros rusos y occidentales realizado en agosto de 2024 llevó a que se conociera en todo el mundo la historia de Anna Dultseva y Artem Dultsev.
Se trata de dos espías de Rusia que se hicieron pasar por argentinos en Eslovenia, país al que llegaron en 2017 y en el que fueron arrestados en 2022.
La pareja simuló tener una vida común mientras criaban a sus hijos, de 12 y 9 años, a quienes nunca les enseñaron a hablar ruso.
Ella se hacía llamar María Rosa Mayer Munos y él se presentaba como Ludwig Gisch.
Para mantenerse en el país europeo, Dultseva creó una galería de arte en línea y Dultsev desarrolló un emprendimiento tecnológico.
Sin embargo, sus movimientos financieros fueron uno de los factores que despertaron sospechas, ya que a los peritos a cargo de las investigaciones no les cuadraba cómo podían mantenerse generando ganancias insuficientes y enfrentando tantas pérdidas.
Vivían en una casa de tres plantas en Liubliana, la capital eslovena, en donde los agentes locales encontraron grandes sumas de dinero en efectivo tras su detención.
Después de que fuesen arrestados en 2022, los niños fueron enviados a programas de acogida.
No obstante, dos años más tarde pudieron salir de Eslovenia junto a sus padres y tomar un avión en dirección a Rusia.
Cuando llegaron al Aeropuerto Internacional de Vnukovo en Moscú, fueron recibidos por el mandatario Vladimir Putin, quien llevó flores para Dultseva y su hija.
“Buenas noches”, dijo el líder del Kremlin a los dos menores.
Aquello se debió a que los pequeños solo saben hablar español.
De hecho, el portavoz del gobierno Dmitry Peskov aseguró el día de su llegada que los niños “ni siquiera sabían quién es Putin” y recién “descubrieron que eran rusos cuando el avión despegó” en dirección a Moscú.
A una semana de ese 1 de agosto, el matrimonio relató su experiencia trabajando como espías en el territorio esloveno.
Qué dijeron los espías de Rusia que se hicieron pasar por argentinos en Eslovenia
En conversación con el medio de origen ruso RT —el cual es partidario de los intereses del Kremlin— aseguraron que mientras estuvieron en prisión siempre tuvieron la esperanza de que volverían a su país.
Según se informó, sus hijos nacieron en Argentina y fueron criados como “católicos de habla hispana”.
En las imágenes que transmitió el canal de televisión se puede ver cómo la pareja pasea junto a los menores por un parque, en el que también hacen actividades como practicar fútbol y jugar con sus juguetes.
Al recordar cómo fue su arresto en Eslovenia, Dultseva contó: “Nos amenazaron. Nos decían que Argentina supuestamente quería quitarnos la custodia de nuestros hijos. Decían que los niños podían ser designados a otra familia, pero sentíamos que los Servicios de Seguridad de Eslovenia hacían todo lo posible para que nuestros hijos se quedaran en el país, para que estuviéramos juntos”.
“Sentimos que había una enorme presión sobre Eslovenia por parte de los Servicios Especiales de otros países”, agregó la madre de la familia.
Detallaron que las autoridades de la prisión en la que estaban les permitían comunicarse con los niños e incluso ayudarles a hacer sus tareas.
Dultsev afirmó que eran visitados constantemente por un representante del Kremlin mientras estaban tras las rejas.
“En uno de los encuentros, un oficial del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia nos transmitió saludos del presidente y aseveró que Vladimir Putin y los Servicios Especiales estaban haciendo todo lo posible para nuestra liberación. Eso fue, por supuesto, un gran apoyo”.
Ahora, uno de sus objetivos es que los niños aprendan sobre su cultura y a comunicarse en ruso.
Pese a que los adultos nacieron y se conocieron en Rusia, dijeron que actualmente también tienen problemas para hablar el idioma.
“Al regresar nos dimos cuenta de que no podíamos hablar ruso en absoluto. Ni siquiera entendemos a las personas que nos rodean, que hablan nuestro propio idioma”, aseguró Dultseva.
Bajo esta línea, Dultsev manifestó: “Lo más importante para nosotros es la familia y eso nos ayuda. La familia es nuestro país. Ni por un momento dudamos de que nos recordaba y que Rusia y los Servicios Especiales estaban detrás de nosotros”.
Al ser consultados sobre qué planean hacer próximamente, dijeron que esperan continuar con sus labores como agentes.
Pese a que todavía no se tiene claridad sobre cuáles fueron sus funciones específicas como espías en Eslovenia, el secretario de Estado de dicho país, Vojko Volk, reveló que los peritos “no tienen ninguna duda de que eran muy, muy importantes”.
No obstante, el exjefe de la inteligencia militar eslovena, Marjan Miklavcic, planteó en una entrevista con el New York Times que hay casos en los que los agentes encubiertos se infiltran sin una misión tan definida.
De esta manera, pueden estar preparados para situaciones de crisis en las que se requiera de sus operaciones.
En este sentido, planteó que la pareja rusa pudo haber adoptado mayores roles después de que se iniciara la invasión de Rusia a Ucrania, el pasado 24 de febrero de 2022.
A raíz de que después del estallido de la guerra se empezó a expulsar masivamente a espías rusos de Europa, el Kremlin “perdió muchas de sus fuentes de información habituales”, enfatizó.
Por ese motivo, cree que “probablemente se activó a agentes durmientes” como el matrimonio ruso, que se hizo pasar por argentino durante los cinco años en los que estuvieron en el territorio esloveno.
Fuente consultadas por el citado medio estadounidense contaron que, en sus interacciones con Dultseva, no percibieron un acento que dejara entrever algún vínculo con Rusia.