Es habitual que en los últimos meses de cada año se empiecen a esbozar teorías sobre cuáles fueron las “profecías” de Nostradamus que se cumplieron en el presente ciclo.
Entre los eventos que supuestamente predijo en vida se encuentran la Revolución Francesa, el ascenso de Adolf Hitler al poder, los bombardeos a Hiroshima y Nagasaki, y los atentados contra las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001.
Aquellos episodios de la historia universal no son los únicos que algunos le atribuyen en calidad de “predicciones”.
Y a pesar de que las interpretaciones de sus escritos varían y a que muchos ven con escepticismo este “don sobrenatural”, es innegable que la influencia del francés se ha mantenido vigente en el imaginario y la cultura popular.
La crítica más habitual que se le hace a sus “profecías”, es que están escritas de una manera confusa y con ausencia de datos explícitos, bajo el presunto motivo de que solo las personas cultas e iluminadas pudiesen entender el significado de esas líneas.
Sin embargo, hay historiadores que aseguran el hallazgo de referencias directas a sucesos que efectivamente han ocurrido.
Cómo fue la vida de Nostradamus y cómo llegó a ser conocido por su profecías
Michel de Nôtre-Dame nació el 14 de diciembre de 1503 en Saint-Rémy-de-Provence, Provenza.
Su abuelo paterno era médico y su padre ejercía como notario. La familia tenía los recursos suficientes como para criar a nueve hijos y mantener un estilo de vida acomodado.
A sus 15 años, pudo entrar a la Universidad de Aviñón para hacer un bachillerato, mientras que posteriormente ingresó a la de Montpellier para estudiar medicina.
No obstante, según informaciones rescatadas por Infobae, nunca llegó a terminar esa carrera, debido a que fue expulsado después de que se conociera que trabajaba como boticario.
Esto último estaba prohibido en esa época para quienes querían ser doctores.
Fuera de las aulas académicas, le tocó enfrentar la muerte de su primera esposa durante la epidemia de la peste bubónica.
Hasta la actualidad, todavía hay debates sobre si la identidad de dicha mujer era la de la catalana Anna de Cabrejas o la de la francesa Henriette d’Encausse.
Ya en 1547 estaba asentado en Salon-de-Provence, locación en la que se casó con Anne Ponsarde Gemelle, quien era viuda y había recibido recursos de su fallecido marido.
El hombre también había muerto a causa de la epidemia.
Durante su relación con ella, Michel de Nôtre-Dame incursionó en el ámbito de la astrología y la alquimia, un interés que se fue haciendo más intenso y que lo llevó a estudiar sobre esoterismo.
Dentro de ese periodo también empezó a esbozar sus primeras predicciones, hasta el punto en que para 1550 publicaba almanaques anuales con sus pronósticos.
Para esa labor, adoptó el seudónimo Nostradamus, una versión latina de su apellido nativo.
Con el tiempo, sus escritos fueron adquiriendo cada vez más popularidad entre la clase alta de la época.
Incluso, algunos de sus clientes le pagaban para que les hiciera cartas astrales o les hablara sobre sus conocimientos.
Dicho éxito llevó a que en 1555 publicara la primera parte de su libro de profecías, del cual se desprenden gran parte de las teorías que hoy es común escuchar.
Pese a que en ese momento ya contaba con cierto grado de reconocimiento, este se incrementó aún más en 1559, cuando murió el rey Enrique II durante un torneo de caballería.
Varios intérpretes de la época concluyeron que Nostradamus había “predicho” aquel acontecimiento con anterioridad.
A raíz de aquello, la viuda del rey, Catalina de Medicis, le pidió al año siguiente que elaborara su horóscopo y el de sus tres hijos: Francisco II, Carlos IX y Enrique III.
Nostradamus sugirió que cada uno de ellos llegaría al trono, lo que finalmente terminó por concretarse con el ascenso de este último, tras la muerte de sus dos hermanos.
La supuesta asertividad de sus predicciones le dio aún más fama y más potenciales clientes se acercaron a él para hacerle sus pedidos.
Finalmente, murió el 2 de julio de 1566 a sus 63 años.
Según informaciones rescatadas por la Biblioteca Nacional de España, a lo largo de su vida tuvo dos hijos con su primera esposa —quienes también murieron por la peste— y seis con Anne Ponsarde Gemelle.
Sus “profecías” y cómo las han relacionado con la historia universal
Son múltiples los escritos de Nostradamus que se han relacionado con acontecimientos históricos, aunque tal como se comentaba en un inicio, estos tenían una narración ambigua y que no hacía referencia explícita a hechos o personajes.
Por ejemplo, algunos plantean que el siguiente supuestamente alude a la coronación de Napoleón Bonaparte, que se concretó el 2 de diciembre de 1804 en la catedral de Notre Dame de París.
“Un emperador nacerá cerca de Italia / que será vendido muy caro al imperio / Dirán con cuántas gentes se alía / que les parecerá menos príncipe que carnicero”.
Otro ha sido vinculado con los ataques hacia Hiroshima y Nagasaki por las siguientes palabras.
“Cerca de las puertas y dentro de dos ciudades / habrá dos azotes como nunca vio nada igual / Hambre, dentro de la peste, por el hierro fuera arrojados / pedir socorro al gran Dios inmortal”.
Y en cuanto a los atentados terroristas hacia el World Trade Center de Nueva York en septiembre de 2001, se ha sugerido que hizo alusión en lo que leerás a continuación.
“Cinco y cuarenta grados el cielo arderá / fuego acercándose a la gran ciudad nueva / Al instante, gran llama esparcida saltará / cuando se quiera a los normandos probar”.
“En el fuego del centro de la tierra / hará templar alrededores de ciudad nueva / Dos grandes rocas largo tiempo harán guerra / luego Aretusa enrojecerá de nuevo el río”.