Las elecciones presidenciales de Estados Unidos se realizarán en noviembre de 2024.
El candidato del Partido Republicano para este proceso electoral es Donald Trump, quien compite para llegar nuevamente a la Casa Blanca tras el periodo que concretó como mandatario entre 2017 y 2021.
Por su parte, quien sería su opositor, el actual mandatario Joe Biden, confirmó el 21 de julio en un mitin que no seguiría en la carrera presidencial.
El anuncio se dio en medio de la incertidumbre en el Partido Demócrata, a raíz de las dudas sobre sí estaba en condiciones para vencer a Trump en las urnas y ejercer en un segundo periodo.
La carta del oficialismo que se posiciona entre las preferencias es Kamala Harris, vicepresidenta del país norteamericano y exfiscal general de California.
Sin embargo, más allá de las tensiones políticas internas, las elecciones llegarán en un complejo escenario a nivel internacional.
De hecho, expertos en inteligencia y seguridad nacional de Estados Unidos han planteado que hay múltiples motivos para esperar que actores extranjeros traten de interferir en el proceso.
Y a pesar de que la mayoría de las investigaciones relacionadas a las elecciones son clasificadas, voces oficiales han aludido a esta posibilidad.
Por ejemplo, el director del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), Christopher Wray, aseguró a principios de este año que hay interés externo en las votaciones de noviembre.
“Estados Unidos ha enfrentado amenazas de influencia maligna extranjera en el pasado (...) pero en este ciclo electoral enfrentará más adversarios, que se moverán a un ritmo más rápido y serán posibles gracias a la nueva tecnología”, dijo en una conferencia en febrero de 2024, según rescató la agencia AP.
Con esto último, Wray hizo referencia a los acelerados avances de la inteligencia artificial (IA) generativa, la cual afirmó que ha permitido que sea “más fácil para adversarios extranjeros más y menos sofisticados participar en influencia maligna”.
Por qué algunos actores extranjeros buscan interferir en las elecciones de EEUU
Según un informe publicado en abril por el Centro de Análisis de Amenazas de Microsoft, al cual tuvo acceso Deutsche Welle, desde inicios de 2024 ya se han detectado amenazas en línea. Principalmente, de actores de Rusia.
Cabe recordar que dicho país se encuentra en medio de su invasión militar a Ucrania, país que es respaldado por sus aliados occidentales de la OTAN.
El exfuncionario de la Agencia Central de Inteligencia y del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Stephen Slick, afirmó al citado medio alemán que la inteligencia de su país ha “elevado la prioridad asignada a la injerencia electoral extranjera”.
Además, dijo que se ha “reorganizado para garantizar que los informes de diferentes fuentes sean compartidos y evaluados en su contexto completo por un equipo de expertos”.
También hay organizaciones y empresas que se han comprometido a cooperar en este ámbito.
Por ejemplo, durante la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC, por sus siglas en inglés) que se realizó en febrero en Alemania, directivos de firmas tecnológicas como Amazon, Google, Meta, TikTok, Microsoft y OpenAI, entre otras, anunciaron un pacto para adoptar “precauciones razonables” para combatir engaños electorales.
La medida consideró los desafíos sobre cómo responder a los deepfakes, es decir, imágenes generadas por IA y que son utilizadas para engañar deliberadamente. En este caso, a votantes.
“Todo el mundo reconoce que ninguna empresa tecnológica, ningún gobierno y ninguna organización de la sociedad civil por sí sola puede afrontar el advenimiento de esta tecnología y su posible uso nefasto”, dijo el presidente de asuntos globales de Meta, Nick Clegg, en una entrevista previa a la conferencia, según rescató Los Angeles Times.
Sin embargo, los principios acordados no consideran explícitamente su prohibición o eliminación.
Más bien, se refieren al desarrollo de tecnología y métodos para detectar, monitorear y clasificar este tipo de contenidos, según el medio especializado Wired.
El presidente de la Conferencia de Seguridad de Múnich, Christoph Heushen, manifestó en dicha instancia que el acuerdo es clave para promover la integridad electoral y fortalecer las prácticas tecnológicas confiables.
En sus palabras, “la MSC se enorgullece de ofrecer una plataforma para que las empresas tomen medidas para controlar las amenazas que emanan de la IA y al mismo tiempo la empleen a favor del bien democrático”.
Stephen Slick, quien dirige el Proyecto de Estudios de Inteligencia de la Universidad de Texas en Austin, Estados Unidos, sugirió que Rusia probablemente será el principal actor que buscará intervenir en las elecciones estadounidenses de 2024.
“El presidente (Vladimir) Putin está cada vez más amargado y aislado diplomáticamente. Para el líder ruso, no hay duda de que es preferible una victoria electoral de Donald Trump en noviembre”, declaró a Deutsche Welle.
También dijo que es probable que China, Irán y Cuba busquen intervenir en el proceso electoral.
No obstante, hizo hincapié en que a menor escala.
Sobre el caso del gigante asiático presidido por Xi Jinping, afirmó que pueden tratar de hacerlo para ámbitos específicos, pero que “es poco probable que corra los mismos riesgos que Rusia”.
El académico de política internacional de la Universidad de Birmingham en Reino Unido, David Dunn, coincidió con el análisis de Slick y agregó que la posición de Irán para las elecciones estadounidenses es menos clara que la del Kremlin.
Esto, debido al conflicto que se desarrolla en Gaza con las fuerzas israelíes y que ha intensificado la situación de Medio Oriente.
“Ninguna de las dos administraciones se ve bien si uno está en Teherán (la capital iraní)”, afirmó Dunn al medio alemán.