El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, anunció que acompañará a su esposa Usha en su visita a Groenlandia a finales de esta semana.
Previamente, la administración del presidente Donald Trump había anunciado que la segunda dama visitaría la isla ártica, para asistir a una carrera de trineos tirados por perros e instancias de carácter cultural.
Sin embargo, este martes 25 de marzo, Vance confirmó que él también viajará al territorio, ya que “no quería que se divirtiera sola”.
No obstante, según rescata CNN, ahora solo tienen previsto viajar a la Base Espacial Pituffik este viernes.
Se trata de una instalación militar estadounidense en el extremo oeste de la isla.
A través de un video compartido en su cuenta de X (ex Twitter), el vicepresidente confirmó: “Visitaré a algunos de nuestros guardianes de la fuerza espacial en la costa noroeste de Groenlandia y también comprobaré cómo está la situación con la seguridad en Groenlandia”.
El comunicado emitido por la oficina de Vance este martes solo mencionó la base Pituffik y afirmó que recibirían información sobre temas de seguridad, además de reunirse con efectivos militares en la zona.
No se hizo mención a la celebración de “la cultura y la unidad groenlandesa” que inicialmente tenía como objetivo la visita de su esposa Usha.
Tampoco se abordó la eventual presencia del asesor de seguridad nacional, Mike Waltz, quien acompañaría a la segunda dama en el viaje en un principio.
Waltz ha sido blanco de críticas esta semana, luego de que se conociera que agregó por error al editor jefe de la revista The Atlantic, Jeffrey Goldberg, a un grupo de Signal en el que altos funcionarios planeaban ataques militares contra los hutíes de Yemen.
Tanto durante su primer periodo presidencial como tras haber asumido su segundo mandato en enero de este año, Trump ha insistido en su interés de que Estados Unidos tenga el control de la isla ártica, por motivos de “seguridad nacional”.
Groenlandia es un territorio autónomo de Dinamarca, que cuenta con su propio gobierno y parlamento. Y que, de hecho, celebró elecciones generales hace apenas unas semanas, a principios de marzo.
Tanto las autoridades locales como las danesas han rechazado las declaraciones de Trump sobre la posibilidad de “comprar” la isla.
Las tensiones con su administración también se vieron incrementadas en la antesala de que regresara a la Casa Blanca, ya que a principios de enero se negó a descartar el uso de la coerción militar o económica para obtener el control del territorio.
Qué dijeron las autoridades de Groenlandia y Dinamarca por el anuncio de la visita de JD Vance
El primer ministro de la isla, Mute B. Egede, calificó el viaje de representantes de la administración Trump como “muy agresivo”, mientras que los habitantes han manifestado su descontento organizando protestas frente al consulado estadounidense en Nuuk, la capital.
Desde el gobierno enfatizaron que no han emitido “ninguna invitación para ninguna visita, ni privada ni oficial”.
Aún así, el presidente Trump declaró el lunes que “la gente de Groenlandia nos pide que vayamos”.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, acusó el martes al gobierno estadounidense de ejercer una “presión inaceptable” sobre Groenlandia.
Al día siguiente, el ministro de Asuntos Exteriores del país europeo, Lars Løkke Rasmussen, celebró el cambio de planes de la administración Trump.
“De hecho, creo que es muy positivo que los estadounidenses cancelen su visita a la sociedad groenlandesa. En su lugar, visitarán su propia base, Pituffik, y no tenemos nada en contra”, declaró en conversación con la radio pública danesa DR.
El titular de la cartera también sugirió que la administración Trump, al enviar a su vicepresidente, buscaba aparentar que estaba aumentando la presión sobre Groenlandia.
En este sentido, dijo: “Tengo que hablar con diplomacia, pero en muchos sentidos es una maniobra magistral para hacer que parezca que están intensificando la situación, cuando en realidad están desescalando”.
Hasta el momento, el gobierno estadounidense no ha explicado el cambio de planes respecto a la visita de sus representantes prevista para esta semana.
La base Pituffik ha sido operada por el país norteamericano en el marco de la OTAN desde 1951, después de que se llegara a un acuerdo con Dinamarca, miembro fundador de la Alianza.