Estados Unidos está posicionando fuerzas militares en Medio Oriente.
Esto, con el objetivo de disuadir una respuesta de Irán por los recientes ataques de Israel contra Hezbolá y la operación terrestre que las tropas israelíes iniciaron en el sur de Líbano.
Así lo aseguraron funcionarios del país norteamericano y del gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu, según rescató el Wall Street Journal.
Desde la administración del presidente Joe Biden presumen que Irán podría realizar un nuevo ataque contra Israel, a modo de represalia por el asesinato del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, y las acciones militares que han tomado en Líbano.
Esto ocurre en medio de un escenario en el que se han incrementado las tensiones en la región.
Cómo son las tropas militares que Estados Unidos está posicionando en Medio Oriente
El Departamento de Defensa de Estados Unidos está considerando aumentar la cantidad de aviones de guerra que tienen en Medio Oriente.
Más en específico, aeronaves F-15E, F-16 y A-10 de la Fuerza Aérea.
El país norteamericano también tiene aviones F-22 en la región, pero se espera que el número de unidades de este modelo en particular se mantenga igual.
Un punto a tener en consideración es que los cazas F-15E y F-16 cumplieron un rol significativo en derribar proyectiles iraníes, cuando los líderes de Teherán ordenaron un ataque con misiles y drones contra Israel en abril de 2024.
El Pentágono también mantiene el portaaviones Abraham Lincoln en la región, mientras que el USS Harry S. Truman comenzó a movilizarse a finales de septiembre.
Se trata de ejemplares que cumplen un rol clave en su poder naval.
Estados Unidos también cuenta con un Grupo Anfibio Preparado de la Marina en el Mediterráneo, el cual reúne a unos 2.200 efectivos, según rescató el citado medio.
Actualmente, el país posee alrededor de 40.000 militares en la región, que pasarán a ser cerca de 43.000 con la llegada de refuerzos.
Por qué Estados Unidos está posicionando tropas militares en Medio Oriente
El objetivo es disuadir una respuesta de Irán por los recientes ataques y operativos de Israel.
Desde la administración Biden han manifestado que quieren evitar que se desencadene una guerra más amplia que pueda arrastrar a sus fuerzas, por lo que los funcionarios estadounidenses han instado a sus homólogos israelíes a que cualquier incursión terrestre sea limitada y no prolongada.
Por otro lado, el presidente declaró a finales de septiembre que no cree que un operativo de este tipo sea necesario e hizo un llamado a “tener un alto al fuego ahora”.
Respecto a la potencial respuesta de Irán, distintos analistas han planteado que podría ir desde un bombardeo masivo con misiles y drones —como el que se vio en abril— hasta nuevos ataques contra bases militares.
Sin embargo, según rescató el Journal, los funcionarios de Teherán parecen divididos sobre cómo reaccionar ante los recientes operativos israelíes.
Qué posturas tienen los líderes de Irán sobre cómo responder a los operativos de Israel
El actual presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, dijo en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas que espera que Irán tenga un “papel constructivo en el orden global en evolución”.
Tales palabras que comentó en septiembre, en Nueva York, fueron interpretadas por algunos analistas como señales de un deseo de moderación.
No obstante, después de que Israel iniciara su ofensiva terrestre en el sur de Líbano, el mandatario manifestó que “es necesaria una reacción decisiva”.
Según reportó el periódico estadounidense, figuran dos posturas principales distintas entre los líderes de Teherán.
Están los dirigentes de línea dura, quienes desean hacer frente a la situación.
Por otra parte, desde la administración de Pezeshkian esperan obtener concesiones de Occidente en futuras conversaciones, afirmaron al Journal fuentes familiarizadas con la política interna iraní, quienes hablaron bajo condición de anonimato.
Una de estas últimas aseguró que, justo después de que Nasrallah fuese asesinado, se hizo una reunión del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, en la que no hubo un consenso final sobre qué curso de acción seguir.
En este sentido, el exfuncionario de la CIA y especialista en Medio Oriente, Norman Roule, planteó que es posible que los líderes iraníes todavía estén analizando el escenario, para así ver el desarrollo de los acontecimientos antes de decidir una respuesta concreta.
En sus palabras, “es poco probable que Teherán participe en un lanzamiento de misiles, a menos que crea que logrará un éxito mayor que su ataque de abril”.
Otra opción, según Roule, es que Irán y Hezbolá recurran a algún tipo de atentado.
Frente a cualquiera de las posibilidades de ofensiva, el primer ministro israelí ha recalcado que tomarán represalias.
En su discurso en la ONU, Netanyahu insistió que “si nos atacan, los atacaremos”.
También amenazó con que “no hay lugar (en Irán) al que el largo brazo de Israel no pueda llegar”.
“Y eso es cierto en todo Medio Oriente”, enfatizó el primer ministro de Israel.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, tuvo una llamada con su homólogo israelí, Yoav Gallant, el pasado lunes 30 de septiembre.
En esa conversación, dijo el primero, instó a que se busque una solución diplomática.
Pero también advirtió a los líderes de Teherán que no recurran a una ofensiva.
“Reiteré las graves consecuencias para Irán en caso de que decida lanzar un ataque militar directo contra Israel”, declaró Austin.
Un funcionario israelí aseguró que la operación terrestre de sus fuerzas incluirá “incursiones localizadas y limitadas contra objetivos de Hezbolá a lo largo de la frontera, con el objetivo de destruir las capacidades de las Fuerzas Radwan”.
Estas últimas corresponden a la unidad de operaciones especiales del grupo militante.
Según han afirmado autoridades israelíes, Hezbolá se estaba preparando para un ataque de características similares al que Hamas efectuó el pasado 7 de octubre de 2023.