Las agencias de inteligencia de Estados Unidos han estado vigilando presuntos sitios de lanzamiento de armas químicas en Siria.
Según afirmaron funcionarios bajo condición de anonimato al New York Times, sospechaban que fuerzas leales al régimen de Bashar al-Assad podrían haberlas ocupado para atacar a los grupos rebeldes que buscaban derrocarlo.
Cabe recordar que estas últimas lograron tomar control de gran parte del territorio —incluida la capital, Damasco— en un operativo que se extendió por 11 días y que obligó al mandatario a dejar el país.
La mañana de este lunes 9 de diciembre se confirmó que Al-Assad y su familia se encuentran en Rusia, bajo condición de asilados.
Qué investigan las agencias de espionaje de Estados Unidos sobre armas químicas en Siria
Los funcionarios consultados por el citado medio afirmaron que se evalúa si el régimen mantuvo arsenales limitados de armas químicas, incluidas municiones cargadas con el agente nervioso sarín.
Este último, según rescata la BBC, es una sustancia líquida y transparente que se convierte rápidamente en vapor y que tiene un carácter mortal.
Junto con ello, los funcionarios dijeron al Times que el gobierno veía con preocupación que las fuerzas de Al Assad pudiesen utilizarlas contra los movimientos opositores que finalmente pudieron derrocar al régimen.
Se afirma que, desde que inició la guerra civil siria hace 13 años, el mandatario ha recurrido reiteradamente al uso de armas químicas, incluidos agentes neurotóxicos y gas cloro.
Organizaciones que velan por los Derechos Humanos, Estados Unidos y otras instituciones han denunciado ataques tanto contra los rebeldes como contra civiles.
Cómo ven los aliados de Estados Unidos el derrocamiento de Bashar al-Assad en Siria
Un alto funcionario de la administración del presidente Joe Biden dijo al citado medio, antes de que los rebeldes derrocaran a Al-Assad, que los principales aliados árabes de Estados Unidos preferían que el mandatario se mantuviese en el poder.
Aquello se debe, según dicha fuente, a que temen que el conjunto de grupos rebeldes pueda convertirse en un elemento más peligroso que el mismo régimen.
Pese a que varios de esos aliados se han opuesto al gobierno de Al-Assad en el pasado, lo ven como una mejor alternativa que dichos grupos para estar al mando, agregó el alto funcionario.
Aún así, desde la administración Biden sugirieron —en los días previos al derrocamiento— que Estados Unidos no tenía la intención de intervenir directamente ni en apoyo de los rebeldes ni del mandatario.
El presidente electo del país norteamericano, Donald Trump escribió el sábado en sus redes sociales que “Siria es un desastre, pero no es nuestro amigo”.
“Estados Unidos no debería tener nada que ver. Esa no es nuestra lucha. Dejen que se desarrolle. ¡No se involucren!”, escribió el también expresidente, quien volverá nuevamente a la Casa Blanca el 20 de enero de 2025 para un segundo periodo presidencial.