Los avances en el ámbito de la tecnología han permitido que hoy distintos países incrementen su interés hacia las armas láser, después de décadas de realizar inversiones significativas en su desarrollo, sin obtener los resultados que esperaban.
Estados Unidos, Reino Unido y Corea del Sur son solo algunas de las naciones que, afirman, han recurrido a estos mecanismos para su uso militar.
De hecho, según informaciones rescatadas por el Wall Street Journal, el ejército del país norteamericano utilizó un arma láser a principios de 2024 para derribar varios drones en Medio Oriente.
Según plantearon especialistas al citado periódico, estos sistemas podrían ser la kriptonita de los vehículos aéreos no tripulados.
Al mencionar ese material ficticio, hicieron referencia a que podrían ser eficientes para derribar drones en combate.
Cómo funcionan las armas láser y cómo pueden derribar drones
En términos generales, las armas láser disparan rayos de luz altamente concentrados, los cuales emiten un calor intenso a sus objetivos.
Estos viajan a la velocidad de la luz y pueden atravesar metales con el propósito de, por ejemplo, destruir motores, tanques de combustible, componentes electrónicos u otros elementos que estén en la mira.
De la misma manera, pueden usarse para cegar sensores y cámaras de interés para las fuerzas que los operan.
El secretario adjunto de adquisiciones, logística y tecnología del Ejército de Estados Unidos, Doug Bush, anticipó al Journal que “el viejo adagio de que los láseres estaban a cinco años de ser asombrosos y siempre lo serán, está cambiando”.
“Los láseres para la guerra contra los drones pueden haber encontrado su momento”, agregó.
Bush también afirmó que Estados Unidos ha desplegado este tipo de sistemas en varios lugares de Medio Oriente, para así derribar vehículos aéreos no tripulados con resultados exitosos.
Sin embargo, desde el ejército del país norteamericano rechazaron detallar cómo fueron esas operaciones, reporta el Journal.
Los expertos consultados por el periódico estadounidense sostuvieron que las armas láser prometen ventajas para su uso militar.
No obstante, hicieron hincapié en que también tienen una serie de limitaciones que pueden dilatar una presencia mayor en escenarios de conflicto. Al menos, en el futuro previsible.
Qué ventajas prometen las armas láser para derribar drones
El interés de distintos organismos militares hacia las armas láser se ha intensificado durante los últimos años, en un contexto en el que los vehículos aéreos no tripulados son cada vez más utilizados en combate.
Países como Estados Unidos y sus aliados tienden a derribar drones de bajo costo con misiles que pueden costar cientos de miles de dólares cada unidad.
En comparación a esos proyectiles, las armas láser pueden ser más económicas, a pesar de que su principal costo es la energía.
Junto con ello, si están conectadas a una fuente de alimentación efectiva, no enfrentan problemas de munición.
A principios de 2024, Reino Unido anunció un arma láser llamada DragonFire.
Según han reportado distintos medios internacionales, las autoridades británicas han afirmado que su costo de operación es inferior a los $13 dólares por disparo.
También han asegurado que tiene la capacidad de alcanzar un objetivo del tamaño de una moneda en el rango de un kilómetro de distancia.
Eso sí, para ser utilizado, requiere de un generador que se aloja en un contenedor de unos seis metros, el cual debe colocarse en un barco o un camión.
Qué avances se han hecho en el desarrollo de armas láser
Durante décadas, organismos militares han invertido en el desarrollo de armas láser, aunque sin obtener resultados que contribuyeran a considerar su uso efectivo en el ámbito militar.
Desde inicios de este siglo, por ejemplo, la Marina de Estados Unidos probó distintos sistemas sin que llegaran a escenarios de combate de manera regular.
Asimismo, a finales de la década del 90, la Fuerza Aérea de dicho país y la empresa dedicada a la fabricación de aeronaves, Boeing, construyeron un láser que introdujeron en un modelo de avión 747 con un calzador.
El sistema tenía un peso de unos 5.500 kilos, según rescata el Journal, y el propósito del proyecto era derribar objetivos que se encontraran a cientos de kilómetros de distancia.
A pesar de sus ambiciones, el sistema presentó múltiples problemas, tales como la dificultad para generar la cantidad de energía necesaria.
Las complicaciones llevaron a que el proyecto fuese cancelado una década más tarde, después de que se invirtiera un monto cercano a los 6.000 millones de dólares.
El ejecutivo de desarrollo empresarial de QinetQ, una empresa británica que ayudó a desarrollar el DragonFire, aseguró que los avances tecnológicos han permitido que hoy las armas láser sean vistas como más viables para labores militares.
El representante de la compañía, Paul Gray, destacó que una de las mejoras significativas es el uso de láseres de fibra, los cuales amplifican y enfocan la luz de cientos filamentos en un único haz.
Previamente, otros sistemas que se habían desarrollado dependían del uso de productos químicos o gases de alto riesgo.
A esto se le suma que los fabricantes han encontrado métodos para hacerlos más compactos, una de las aristas que más ha complicado en este ámbito.
El jefe de la oficina de sistemas antidrones de las Fuerzas Armadas de Canadá, el teniente coronel Chris Labbé, comentó al Journal que organizaron un concurso dedicado a esta área, en el que los funcionarios quedaron sorprendidos con los tamaños pequeños que tenían los láseres que exhibían los fabricantes.
Dijo que hace una década habrían llegado con generadores de energía de proporciones considerablemente mayores.
La instancia se realizó a inicios de 2024 y la firma ganadora fue AIM Defence, una empresa australiana que desarrolló un láser del tamaño de un mueble archivador.
Cuáles son las limitaciones que tienen las armas láser en la actualidad
El especialista en tecnología láser, Subrata Ghoshroy, enfatizó al diario estadounidense que aunque los nuevos avances son prometedores, todavía hay múltiples limitaciones que enfrentan las armas láser.
Tanto él como otros expertos plantearon que, en un corto plazo, no ven factible que se puedan utilizar este tipo de sistemas para contrarrestar ataques masivos con misiles.
Aquello se debe a factores como que viajan a velocidades extremadamente altas y a que las armas láser que se han desarrollado no tienen el alcance necesario para contextos de esas características.
También, estos sistemas tienden a generar niveles muy altos de calor, presentar problemas que dificultan su movilidad y algunos pierden hasta el 75% de la energía que generan, según informaciones rescatadas por el Journal.
Bush agregó que ciertos vehículos que pueden transportar estas armas láser enfrentan un mayor desgaste cuando las desplazan.
Además, está que las condiciones climáticas pueden interferir significativamente en su funcionamiento.
Entre estas se encuentran elementos como la lluvia, las nubes o el viento.
Y aunque sistemas como el de AIM Defence han demostrado ser compactos y eficientes, su alcance es más limitado.
El que ganó el concurso en Canadá, por ejemplo, dispara a una distancia inferior a 1,6 kilómetros, rango que puede resultar acotado en un escenario de combate.
Aún así, distintos organismos militares presumen que la tecnología de las armas láser seguirá presentando avances. Y a un ritmo más acelerado que en décadas previas.
La Oficina de Responsabilidad del Gobierno de Estados Unidos detalla que el Departamento de Defensa invierte alrededor de mil millones de dólares anuales en el desarrollo de láseres y otras llamadas armas de energía dirigida.
A su vez, las fuerzas navales de dicho país ya han desplegado un láser fabricado por Lockheed Martin en un buque destructor, mientras hacen pruebas de otros sistemas que incluso se pueden utilizar en vehículos
La Marina Real Británica espera desplegar el DragonFire en 2027, es decir, cinco años antes de lo que se tenía previsto en un principio.