Fue el pasado 20 de enero cuando Donald Trump asumió su segundo mandato como presidente de Estados Unidos.
La ceremonia de investidura celebrada en Washington contó con la presencia de un selecto y reducido número de líderes internacionales.
Pese a que —a diferencia de otros países— en Estados Unidos para las tomas de posesión no suelen extenderse invitaciones oficiales a otros mandatarios, Trump optó por hacerlo.
El presidente de Argentina, Javier Milei, estuvo presente en la ceremonia.
De Latinoamérica, también estuvieron el mandatario ecuatoriano Daniel Noboa y el líder opositor venezolano Edmundo González, quien fue acompañado por el senador por Florida, Rick Scott.
Se presume que Nayib Bukele, de El Salvador, fue invitado a la investidura.
No obstante, no se refirió al tema ni tampoco fue visto en la instancia.
Desde su gobierno aseguraron que “el presidente Bukele se estará reuniendo con su homólogo (Trump) en futuras ocasiones”.
Tanto Milei como Bukele han sido alabados por Trump y figuras de su entorno.
De hecho, según analistas consultados por la BBC, ambos mandatarios latinoamericanos se han convertido en “modelos” para su nueva administración.
Cómo son las relaciones entre Donald Trump y Javier Milei
El mandatario argentino fue el primer líder extranjero que se reunió presencialmente con Trump después de que ganara las elecciones de noviembre.
Tuvo una reunión informal con él y luego participó en la cena de gala que el republicano organizó en Mar-a-Lago, su residencia en Florida.
Desde su gobierno compartieron una fotografía en la que se le ve justo en medio de Trump y Elon Musk, el propietario de firmas como Tesla y SpaceX.
Cabe recordar que el magnate de la tecnología —quien figura como el hombre más millonario del mundo en el ranking en tiempo real de Forbes— fue elegido por el republicano para liderar su Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) junto a Vivek Ramaswamy.
En dicha instancia, que contó con la presencia de Milei, Trump manifestó: “Javier, te quiero felicitar por el trabajo que has hecho, por hacer Argentina grande de nuevo”.
“Es increíble cómo la estás arreglando y es un honor que estés aquí”, agregó Trump en la gala de noviembre.
Por su parte, Milei calificó su triunfo en las elecciones de noviembre como “la remontada política más grande de la historia”.
Y refiriéndose a su propia administración, declaró: “Uno por uno, hemos ido resolviendo problemas que se habían barrido bajo la alfombra en Argentina durante décadas. Incluso, problemas que el mundo libre tiene poca valentía para atajar, como el déficit fiscal”.
“Solo cinco países en el mundo están sobre la línea del equilibrio financiero: Argentina es uno. Con esto quiero decir que Argentina puede y debe ser un faro para el mundo, un faro de faros, incluso ahora que los vientos de la libertad también soplan en el norte, porque el mundo había caído en una oscuridad profunda y ruega ser iluminado”.
Datos rescatados por el citado medio detallan que, cuando asumió la presidencia en 2023, la inflación en el país trasandino llegaba a casi al 13% mensual.
De la misma manera, el déficit fiscal era de cinco puntos del Producto Interior Bruto (PIB), mientras que la deuda acumulada del Banco Central equivalía a 10.
Tras la toma de posesión, su administración ha conseguido reducir la emisión de deuda y pasó del déficit al superávit fiscal.
A un año de la investidura, también figuró con una popularidad por encima del 40% y la inflación se había reducido a 3,5% mensual, la cifra más baja en un periodo de tres años.
Durante su mandato, Milei ha tomado medidas como eliminar 12 ministerios.
Uno de sus movimientos consistió en fusionar los de Educación, Trabajo, Desarrollo Social y Cultura en uno solo: el de Capital Humano.
Ramaswamy —el empresario y político elegido por Trump para dirigir el DOGE junto a Musk— sugirió unos días después de la instancia en Mar-a-Lago que “una fórmula razonable para arreglar el gobierno de Estados Unidos” es aplicar “recortes al estilo Milei, con esteroides”.
El propietario de Tesla y SpaceX había manifestado previamente en X (red social de la que también es dueño) que “el ejemplo que estás sentando con Argentina será un modelo útil para el resto del mundo”.
El objetivo de la creación del DOGE fue precisamente, según afirmó Trump, “desmantelar la burocracia gubernamental, reducir el exceso de regulaciones y los gastos innecesarios, y reestructurar las agencias federales”.
El investigador del grupo de expertos Chatham House con sede en Londres, Christopher Sabatini, aseguró a la BBC que “hay una cierta admiración personal por parte de Musk y Ramaswamy hacia la retórica y los símbolos de Milei, por la libertad de tomar medidas tan dramáticas y por su capacidad de eliminar de una manera muy arbitraria los ministerios”.
“Ellos querrían ese poder y les gusta esa idea de capturar la frustración, la antipatía hacia la clase política”.
Sin embargo, precisó que en relación a Argentina “son situaciones muy distintas”.
“Su modelo no es aplicable a Estados Unidos a nivel práctico”.
El director del Programa América Latina del Wilson Center, Benjamin Gedan, anticipó al citado medio: “Como ha ocurrido con la mayoría de los presidentes de Estados Unidos, la última vez que Trump estuvo en el cargo el déficit se expandió, no hubo superávits presupuestarios”.
“Así que hay motivos para ser escépticos y pensar que tampoco habrá esfuerzos para reducir el déficit esta vez, ya que eso requeriría cambios en el sistema de pensiones y en el de atención médica para los jubilados que tendrían un alto costo político”.
Bajo esta línea, Gedan agregó: “El contexto más importante es que en Estados Unidos no hay crisis económica”.
“Cuando Milei asumió el cargo en Argentina había riesgo de hiperinflación, pero la economía estadounidense es estable y está creciendo, por lo que la necesidad urgente de un cambio radical en el tamaño y alcance del gobierno es difícil de argumentar”.
Según el análisis de Gedan, “sin duda hay gente en la órbita de Trump que admira a Milei y le gustaría replicar sus esfuerzos para reducir el tamaño del gobierno y su gasto, pero es algo mucho más difícil de hacer en Estados Unidos”.
Cómo son las relaciones entre Donald Trump y Nayib Bukele
Al igual que Milei, Bukele fue uno de los invitados especiales a la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés) que se celebró en febrero de 2024, en Maryland.
En el marco del mencionado foro político, ambos fueron ovacionados por sus respectivos discursos.
Bukele manifestó: “Dicen que el globalismo viene a morir a la CPAC. Estoy aquí para decirles que en El Salvador está muerto”.
“Si quieren que el globalismo muera aquí también, deben estar dispuestos a luchar sin disculpas contra todo y todos los que lo defienden”.
Luego, agregó: “El próximo presidente de Estados Unidos no solo debe ganar las elecciones”.
“Debe tener la visión, la voluntad y el coraje de hacer lo que sea necesario. Y, sobre todo, debe ser capaz de identificar las fuerzas subyacentes que conspirarán contra él”.
A principios de junio de 2024, para la segunda investidura de Bukele, una comitiva que incluyó a Donald Trump Jr. y otras figuras republicanas visitó El Salvador.
En abril de 2023, el entonces senador por Florida y hoy secretario de Estado del gobierno de Trump, Marco Rubio, visitó el país y alabó al mandatario por haber llevado “la libertad” al territorio.
Con tales declaraciones, aludió a las estrictas medidas de Bukele para combatir a las pandillas y reducir drásticamente el índice de homicidios.
El especialista del Wilson Center sugirió a la BBC que, en esta nueva administración Trump, ambos mandatarios “van a ser muy cercanos y se va a escuchar poca crítica al modelo de seguridad de Bukele desde Estados Unidos”.
Aún así, tanto Gedan como Sabatini dijeron que ven poco probable que sus métodos se puedan aplicar en el país norteamericano.
En palabras del experto de Chatham House: “La idea de una mano dura como la de El Salvador es atractiva para Trump”.
“A él le encantaría tener algo parecido para los migrantes no autorizados en Estados Unidos, aunque es difícilmente aplicable por los contrapesos que existen a nivel federal y estatal”.
En este sentido, Gedan añadió: “Los arrestos en masa no son la respuesta para ningún problema de seguridad de Estados Unidos”.
Con ello hizo referencia a las operaciones de grupos transnacionales como el Tren de Aragua o los carteles mexicanos.
“Son desafíos de seguridad mucho más complejos que la lucha contra unas bandas criminales en El Salvador”.
Bajo el análisis de Sabatini, “lo que Trump y su grupo de asesores admiran es su trayectoria”.
“Que llegaron a la política desde afuera, que tienen una retórica distinta, una red de asesores diferente a los de la clase política anterior, ese estilo y esa libertad de decir ‘vamos a encarcelar a los culpables, vamos a matar el Estado socialista’“.
Según el experto de Chatham House, “Trump va a buscar mini-Trumps y establecer una red con ellos”.
Aseguró que es probable que mire a Milei y Bukele “como el punto de apoyo en torno al cual su administración construya su política”.
“Y es probable que esa red también se extienda no solo a los presidentes actuales, sino también a políticos de oposición o a líderes y movimientos emergentes formados en el mismo molde de Make America Great Again”.