El pasado 27 de agosto, Rusia acusó a Occidente de estar “jugando con fuego” con sus apoyos a Ucrania y advirtió a Estados Unidos que el estallido de una eventual Tercera Guerra Mundial no se limitaría únicamente a Europa.
Las amenazas que según expertos son parte de la retórica habitual de Moscú fueron realizadas por el ministro de Asuntos Exteriores del Kremlin, Sergei Lavrov, quien afirmó que están “buscando problemas” al considerar las solicitudes del país del presidente Volodimir Zelenski.
En una conferencia de prensa realizada en Moscú, declaró: “Ahora estamos confirmando una vez más que jugar con fuego —y son como niños pequeños que juegan con fósforos— es algo muy peligroso para los adultos a los que se les confían armas nucleares en uno u otro país occidental”.
“Los estadounidenses asocian inequívocamente las conversaciones sobre la Tercera Guerra Mundial como algo que, Dios no lo quiera, si ocurre, afectará exclusivamente a Europa”, agregó.
Junto con ello, confirmó que Rusia está “aclarando” su doctrina nuclear.
Con esto último hizo referencia a los motivos que llevarían al mandatario Vladimir Putin a considerar el uso de armamento de este tipo.
En términos generales, los criterios que presentaron en 2020 consideran su utilización como respuesta a un ataque con armas nucleares, de destrucción masiva o convencionales, “cuando la existencia misma del Estado se ve amenazada”.
Las declaraciones de Lavrov se dieron unas semanas después de que las tropas ucranianas iniciaran una incursión en el territorio ruso, específicamente por la región transfronteriza de Kursk, desde el pasado 6 de agosto.
Aquello reflejó un cambio significativo en la estrategia militar del país, que ha enfrentado una invasión de las fuerzas rusas desde el 24 de febrero de 2022.
Desde el inicio de la guerra, Putin ha advertido en múltiples ocasiones sobre el riesgo de una escalada, a raíz del apoyo que ha recibido Ucrania.
Sin embargo, ha precisado que su objetivo no es buscar un conflicto directo con Estados Unidos y los países de la OTAN.
Por qué Rusia amenazó con que una eventual Tercera Guerra Mundial llegaría hasta América
Después de que Ucrania llevara adelante su ofensiva en Kursk, el presidente Zelenski sugirió a sus aliados que no deben presentar temor ante las amenazas del Kremlin de que se pueda desencadenar una guerra de mayor alcance.
También recordó que hay ciertas restricciones que les han impuesto en el uso de armamento, por lo que no pueden recurrir a este para defender su territorio.
En este sentido, insistió en que se autoricen más facilidades para utilizarlo y así poder atacar objetivos militares específicos del ejército ruso.
Por su parte, Rusia acusa que Ucrania ha utilizado armamento occidental —incluidos tanques británicos y cohetes estadounidenses— para su ofensiva en Kursk
Ante tales afirmaciones, las autoridades ucranianas han confirmado el uso de misiles HIMARS estadounidenses para derribar puentes en dicha región rusa.
Tras el inicio de la incursión a principios de agosto, Estados Unidos aseguró que no tenía conocimiento previo de los planes de Kiev.
De la misma manera, subrayó que no participó en la operación.
No obstante, desde Rusia han rechazado esas declaraciones.
El jefe de inteligencia exterior, Sergei Naryshkin, dijo que en el Kremlin no creen los dichos occidentales de que no hayan tenido nada que ver con la ofensiva en Kursk.
Según rescató la agencia Reuters, el viceministro de Asuntos Exteriores, Sergei Ryabkov, fue más allá y manifestó que la implicación de Estados Unidos es “un hecho evidente”.
El mismo día que Lavrov amenazó a Estados Unidos con una escalada del conflicto, Zelenski anunció que presentará un plan al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para poner fin a la guerra con Rusia.
Afirmó que la propuesta también sería presentada a sus dos posibles sucesores, Donald Trump y Kamala Harris, quienes se encuentran en medio de la carrera presidencial para los comicios de noviembre.
“El objetivo principal de este plan es obligar a Rusia a poner fin a la guerra. Y eso es lo que deseo mucho, que sea justo para Ucrania”, enfatizó Zelenski en una conferencia de prensa realizada en Kiev.
Aunque no entregó mayores detalles en dicha instancia, dijo que espera ir a Estados Unidos en septiembre para asistir a la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
De concretarse, está previsto que tenga una reunión con el presidente Biden.
El pasado 19 de agosto, Lavrov manifestó que el Kremlin no tiene intenciones de entablar conversaciones para dar fin al conflicto tras la incursión ucraniana en Kursk.
Por otro lado, Zelenski ha insistido que Rusia quiere dictarle los términos a Ucrania para cualquier eventual acuerdo.
Esto se debe a que Putin ha dicho que cualquier negociación debe empezar con la aceptación de Ucrania de las “realidades sobre el terreno”.
Lo anterior dejaría a Rusia con la posesión de importantes porciones de cuatro regiones ucranianas, así como de Crimea, rescata Reuters.
Con la incursión iniciada el 6 de agosto, las autoridades de Ucrania afirman que ya han podido controlar más de 1.200 kilómetros cuadrados de la región rusa de Kursk.
Zelenski recalcó en la conferencia de prensa que “el diálogo hoy en día es en principio vacío y sin sentido, porque (Putin) no quiere terminar la guerra diplomáticamente”.
Mientras tanto, Ucrania sigue adelante con la ofensiva transfronteriza, mientras a su vez defiende su territorio de los ataques que Rusia ha mantenido por más de dos años desde febrero de 2022.
Distintos analistas presumen que parte de su estrategia es, precisamente, que el Kremlin desvíe sus recursos hacia las zonas que ahora están siendo atacadas en su lado de la frontera.