Las tropas de Rusia están recurriendo a caballos y burros, en medio de la guerra contra Ucrania que ya se ha extendido por tres años.
Según informaciones reunidas por el Wall Street Journal, acuden a estos mamíferos para transportar suministros y soldados, con el objetivo de evitar la atención de los drones.
A lo largo del conflicto armado, estos últimos han adoptado un papel protagónico en los ataques comandados a la distancia, mientras que también han sido cruciales para realizar labores de reconocimiento y vigilancia.
Los drones permiten a las fuerzas de ambos bandos detectar y atacar a los vehículos blindados y de otros tipos que se mueven cerca de las líneas de frente.
Pese a que los caballos y burros no son una pieza central de las operaciones rusas, el hecho de que recurran a estos animales refleja cómo han buscado métodos de combate antiguos para implementar en una guerra en la que destaca la alta tecnología.
Los avances en esta última materia han contribuido a que los drones sean armas altamente efectivas.
Sin embargo, también han llevado a que los soldados de cada lado busquen distintas formas de responder a las operaciones de sus adversarios.
En medio de un escenario en el que se han desarrollado equipos con láseres y bloqueadores electrónicos para derribar drones, tanto los mencionados animales como las motocicletas y los escudos de mallas han encontrado un espacio para reaccionar ante ciertas necesidades en el campo de batalla.
Cabe recordar que Rusia inició su invasión militar a gran escala en Ucrania el 24 de febrero de 2022.
Por qué las tropas de Rusia está recurriendo a caballos y burros en la guerra contra Ucrania
El sargento del ejército ucraniano, Ihor Vizirenko, aseguró al Journal que vio por primera vez a los soldados rusos utilizando caballos en imágenes tomadas con drones.
Contó que recurren a estos animales a raíz de que, cuando sus vehículos se acercan a la línea de frente, corren un mayor riesgo de ser destruidos.
La unidad del sargento ucraniano ha recurrido a carros manuales para transportar madera, suministros y heridos.
Los trayectos pueden extenderse por kilómetros de distancia, desde y hacia la línea de frente.
Tales carros, similares a los que se utilizan en almacenes, ayudan a mantener sus vehículos fuera del alcance de los drones enemigos.
Su compañía de infantería, que es parte del 21.º Batallón de Infantería Motorizada Separada, se ha concentrado durante casi un año en defender la ciudad de Chasiv Yar.
Dicha localidad está ubicada en el este de Ucrania.
Un sargento subalterno que se presentó como Manunya (su nombre de llamada) dijo que la ciudad prácticamente “ya no existe”.
“Ha sido arrasada”, lamentó en una entrevista con el citado periódico.
Ante la vigilancia de los drones, los efectivos se mueven a pie o recurren a medios de transporte más pequeños y ágiles, para así evitar ser descubiertos o atacados por sus adversarios.
Tanto las fuerzas ucranianas como las tropas rusas han recurrido al uso de motos y cuatrimotos en medio de la guerra.
En febrero, el teniente general ruso Viktor Sobolev declaró a un medio afín al Kremlin que su ejército está enfrentando complicaciones para abastecer a algunas unidades con municiones, equipos y alimentos.
Bajo esas circunstancias, dijo, recurrir a burros y caballos puede ser de utilidad para operaciones logísticas.
“Es mejor que muera un burro que dos hombres en un coche que lleven las cosas necesarias para la batalla y el sustento”, comentó Sobolev.
Varios blogueros militares rusos han compartido registros de burros que, según afirman, están en el frente de batalla.
El sargento Vizirenko aseguró al Journal que no está al tanto de que Ucrania despliegue caballos en el contexto de la guerra.
Según relató, los rusos que vio con estos animales transitaban por un bosque en las afueras de Chasiv Yar.
Planteó que aquello pudo deberse a que los bosques son más difíciles de atravesar para los vehículos.
Aún así, los drones siguen posicionados como el vehículo predilecto para entregar suministros.
El problema está en que la mayoría de esos tiene una capacidad más bien limitada, que suele estar alrededor de los 14 kilos.
Para responder a las circunstancias, la compañía de Vizirenko utiliza carros para trasladar madera y otros suministros necesarios.
Los soldados se atan estos elementos, para que así puedan soltarlos rápidamente si empiezan los bombardeos.
Luego, en esos casos, buscan refugio para evitar ser abatidos.
Según un informe reciente de la televisión estatal rusa, las tropas rusas instalaron un corredor de red para proteger sus vehículos de los drones en la carretera de Bakhmut.
Pero especialistas como el profesor de estudios estratégicos de la Universidad St. Andrews de Escocia, Phillips O’Brien, dicen que estos métodos son limitados y responden a necesidades específicas tras tres años de guerra.
En una entrevista con el citado periódico, comentó: “No estoy seguro de que la resucitación de la vieja tecnología, redes, escopetas, caballos, sea una elección”.
“Son intentos desesperados de hacer frente a los vehículos aéreos no tripulados”.
Aún así, tanto Ucrania como Rusia han seguido desarrollando nuevas tecnologías para implementar en el conflicto.
Por ejemplo, Ucrania ha creado drones marinos que han destruido gran parte de la flota rusa en el mar Negro.
La 13.ª Brigada Khartiya de la Guardia Nacional ucraniana presentó un perro robot que están adaptando para su uso en vigilancia.
Las fuerzas ucranianas también han mostrado vehículos terrestres no tripulados con la capacidad de disparar ametralladoras, colocar bombas y generar explosiones.
Las tropas rusas, por ejemplo, conectan cables ópticos a sus drones, para que así los inhibidores ucranianos no puedan alterar sus señales.
Vizirenko precisó que no ha tenido conocimiento de que las tropas rusas utilicen caballos en asaltos de combate.