Las autoridades de Rusia acusaron que Ucrania comenzó a desarrollar una incursión militar en su territorio, específicamente en la región fronteriza de Kursk.
Desde el Ministerio de Defensa denunciaron que se trata de “un ataque masivo” que inició el martes 6 de agosto y que se ha seguido extendiendo con el paso de los días.
La misma semana, el jueves 8, el presidente Volodimir Zelenski realizó un discurso en el que manifestó: “Rusia trajo la guerra a nuestra tierra y debería sentir lo que ha hecho”.
Aunque el líder ucraniano no se refirió directamente a la ofensiva transfronteriza, hizo hincapié en que “los ucranianos saben cómo lograr sus objetivos”.
“Nosotros no elegimos lograr nuestros objetivos en la guerra”, agregó.
Cabe recordar que ya han pasado más de dos años desde que Rusia inició su invasión militar en el país vecino, para así desencadenar un conflicto armado que se ha mantenido latente desde el pasado 24 de febrero de 2022.
Después de que se reportaran los primeros movimientos ucranianos en la región de Kursk, el mandatario Vladimir Putin calificó el escenario como “una provocación a gran escala”.
Además, denunció que las fuerzas ucranianas han realizado ataques “indiscriminados con diferentes tipos de armas, incluidos misiles, contra edificios civiles, residenciales y ambulancias”.
Desde Rusia aseguran que al menos 1.000 soldados de Ucrania han ingresado a su territorio con el apoyo de tanques y vehículos blindados.
Según informaciones rescatadas por la BBC, las tropas ucranianas han podido tomar control de la mayor parte de Sudzha, en la región de Kursk, además de que han ampliado sus avances estratégicos hacia otras áreas.
Junto con ello, la tarde del miércoles se reportó que trataron de apoderarse de Korenevo, pero según Rusia la ofensiva fue neutralizada.
Sin embargo, se cree que podrían contraatacar, debido a que hay unidades posicionadas en las cercanías de dicha zona.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés), una organización especialista en evaluar conflictos y radicada en Estados Unidos, afirmó que “la ubicación confirmada de las unidades ucranianas que avanzan en la región de Kursk indica que han roto al menos dos líneas defensivas rusas y han capturado una fortaleza”.
También se han compartido múltiples informes desde el campo de batalla (difundidos, por ejemplo, por blogueros militares). Sin embargo, muchos de los datos que entregan no se han podido verificar.
Se trata de una situación que está en constante cambio y de la que todavía se desconocen muchos detalles, hasta el punto en que hay numerosas afirmaciones que difieren entre sí o son de carácter impreciso.
Todo esto se da mientras el ejército ruso continúa ejerciendo presión para avanzar en los frentes de combate en los que ya había tomado territorio.
Por qué Ucrania está realizando una incursión militar en Rusia
Se presume que parte de los objetivos de Ucrania con esta incursión es desviar recursos rusos desde las zonas que están siendo atacadas en su territorio hacia las que ahora deben proteger en la región de Kursk.
Aquello implica que deban trasladar soldados, armamento, vehículos militares y, por supuesto, destinar fondos.
Esto en medio de un escenario en el que ambas facciones están enfrentando muertes, capturas, heridos, prisioneros de guerra, destrucción y amenazas para la población civil.
Los movimientos de las tropas ucranianas para afectar en la capacidad ofensiva de Rusia también implican cambios en sus gestiones de defensa, ya que deben prestar mayor atención hacia lo que promete consolidarse como un nuevo frente de combate.
Aún así, se asegura que sus unidades han podido avanzar con rapidez, debido a que los sectores rusos en cuestión no contaban con la preparación para recibir ataques terrestres de este tipo. Además, presentan escasez de uniformados.
A esto se le suma que la región de Kursk tiene una alta relevancia estratégica, ya que ahí se encuentra una central nuclear.
Por este motivo, hay analistas que han planteado que es probable que estén presionando al Kremlin para tener un mejor posicionamiento en caso de eventuales negociaciones.
A raíz de los recientes ataques, las autoridades rusas declararon estado de emergencia en la región de Kursk y han anunciado el envío de refuerzos a la zona fronteriza.
El Ministerio de Defensa también precisó que se entregarán sistemas de cohetes Grad, artillería y tanques para combatir con las fuerzas ucranianas.
Un comunicado de la agencia oficial de noticias rusa, TASS, afirma que Rusia pidió una reunión “informal” al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el próximo 13 de agosto.
El objetivo de dicha instancia, aseguraron, será “discutir los crímenes cometidos por las autoridades de Kiev”.
Este viernes 9 de agosto, autoridades ucranianas informaron que pudieron atacar con drones un aeródromo militar ubicado en la provincia rusa de Lipetsk, según rescató El País.
Afirmaron que ahí mantienen aeronaves SU-34, SU-35 y MiG-31, las cuales son utilizadas para bombardear su territorio.
Por otro lado, el Kremlin ha informado que han repelido fuerzas y drones ucranianos, además de que bombardearon un supermercado en la localidad de Kostiantinivka, en la región de Donetsk, donde se registraron al menos 14 muertos y 43 heridos el viernes 9.
De la misma manera, han incrementado la intensidad de su ofensiva en Sumy, hasta el punto en que lanzaron más de 100 bombas en dicha región ucraniana en apenas dos días.
Según dijo una fuente cercana al Kremlin en declaraciones reunidas por Bloomberg, altos funcionarios militares rusos habían recibido advertencias de su inteligencia sobre una posible incursión de Ucrania, hasta dos semanas antes de que esta iniciara.
No obstante, según su relato, estas alertas fueron desestimadas.