La alcaldesa de la Municipalidad de Las Condes, Daniela Peñaloza, aseguró esta semana que los inspectores de la comuna están siendo certificados en Krav Magá, “el arte marcial de las Fuerzas de Defensa y Seguridad israelíes”, según detalló la edil en sus redes sociales.
El curso para aprender esta disciplina fue dictado por maestros especializados en ella, en el marco de una alianza con la Embajada de Israel en el país.
Pero, ¿qué caracteriza a esta arte marcial?
Qué es el Krav Magá
Se trata de un método de autodefensa y combate cuerpo a cuerpo, el cual permite que quienes lo manejan puedan neutralizar a sus oponentes. Si se traducen ambas palabras de origen hebreo al español, se podrían entender como “combate por contacto”.
Según explicó hace unos años el oficial instructor del ejército israelí, Elad Nimni, “la idea es alcanzar muy rápidamente los puntos débiles del agresor”, tales como la nariz, el cuello y los ojos.
Asimismo, busca que quienes la aprendan puedan responder tanto a los ataques armados como desarmados que se puedan presentar.
El Krav Magá reúne una amplia variedad de técnicas que también se utilizan en otras artes marciales, tales como el boxeo o el jiu-jitsu, por solo nombrar algunas, según declaraciones de Nimni reunidas por Emol.
Es así como, a través del entrenamiento, los maestros buscan que sus aprendices puedan responder a una amplia variedad de escenarios, considerando las múltiples complicaciones que se puedan presentar.
Cómo nació esta arte marcial
La creación de esta disciplina se le atribuye a Imi Lichtenfeld, un judío que nació en Hungría y que en la década de 1930 gestionó un grupo de entrenamiento para enseñarle autodefensa a los jóvenes, mientras el nazismo estaba en auge.
Según el sitio web de la Federación Sudamericana de Krav Magá, “en 1948, con la independencia del Estado de Israel, esta arte marcial se convirtió en la única filosofía de defensa adoptada por el Tzahal, las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), la policía y el servicio secreto”.
Asimismo, con el paso de los años y las demostraciones de su eficacia, instituciones de seguridad de todo el mundo han optado por enseñarla a sus miembros, mientras que hay civiles que la aprenden como método de autodefensa o bien, de recreación.
De hecho, en Chile hay academias que ofrecen cursos para adquirir conocimientos sobre este método, las cuales pueden presentar distintos enfoques dependiendo de las necesidades que requieran los interesados.