Es una tendencia que ha ido creciendo durante los últimos años y que está directamente relacionada con la supervivencia.
El método Wim Hof fue desarrollado por el atleta extremo neerlandés del mismo nombre, quien también es conocido como “El hombre de hielo”, debido a su capacidad para controlar su cuerpo en temperaturas considerablemente bajas.
Aquello ha llevado a que actualmente cuente con múltiples récords Guinness y que se desempeñe como conferencista motivacional.
Según detalla el sitio web oficial de la mencionada institución, entre los actos que ha realizado Hof se encuentra desde permanecer casi dos horas en agua helada hasta escalar el Monte Everest en Nepal sin polera.
Para el hombre de 64 años, esto ha sido posible gracias a que ha aprendido a manejar su cuerpo, un factor que asegura que ha favorecido tanto a su salud física como mental.
Sin embargo, cabe recordar que siempre es recomendable consultar con un médico especialista antes de probar con métodos que involucren cambios significativos o extremos.
Los detalles del método Wim Hof
Informaciones reunidas por Esquire detallan que su método contempla ejercicios respiratorios específicos, los cuales incluyen inhalaciones y exhalaciones rápidas, para luego aguantar la respiración por unos momentos.
Con ello, se espera aumentar los niveles de oxígeno y reducir los de dióxido de carbono, con el objetivo de mejorar la circulación.
Después de ese proceso, expone el cuerpo a bajas temperaturas. Esto puede hacerse mediante actos que van desde una ducha con agua helada hasta sumergirse permaneciendo inmóvil.
De esta manera, busca que el cuerpo se adapte al frío con el paso del tiempo. Según él, esto puede mejorar la respuesta inmunitaria, la capacidad de reacción, la concentración y el manejo del estrés, entre otros beneficios.
Tras efectuar lo anteriormente mencionado, se realiza una meditación que considera ejercicios de respiración y visualización.
Uno de los seguidores del método Wim Hof es Luke Wills, quien posee un certificado por haber aprendido con el neerlandés.
En declaraciones rescatadas por El Mundo, aseguró que tras practicar y dominar esta estrategia pudo ascender la montaña Sniezka en Polonia en pleno invierno y con poca ropa.
“Cuando hago la adaptación al frío en la naturaleza, me siento realmente vivo”, manifestó.
No obstante, pese a que afirmó que estas prácticas le han ayudado a resfriarse menos, reconoció que “no son para todo el mundo”.
Junto con ello, subrayó que todo debe hacerse de forma medida, para así evitar potenciales riesgos para la salud.