Qué es la ansiedad social, cómo enfrentarla y cuáles son sus consecuencias en la calidad de vida
Un psiquiatra explicó cómo se puede combatir este diagnóstico que afecta a la salud mental, el cual puede llegar a ser invalidante en los casos más agudos.
Se trata de un padecimiento que afecta directamente a la salud mental y que, en los casos más intensos, puede impedir que una persona lleve su rutina con normalidad.
La ansiedad social (o fobia social) es un tipo de trastorno que cada vez se ha vuelto más común y que consiste en un intenso miedo o sensación de malestar cuando se dan interacciones sociales.
Aquello también suele venir acompañado de manifestaciones físicas, tales como un aumento del ritmo cardíaco, sudoración y pensamientos acelerados de forma repentina, lo que en suma puede desencadenar que los pacientes se aislen, se sientan rechazados o eviten relacionarse con otras personas.
Frente a este escenario, el psiquiatra y neurólogo Enrique De Rosa Alabaster escribió una columna en la que abordó cómo se puede enfrentar este diagnóstico y las acciones que se deben rechazar para que no empeore.
Cómo enfrentar la ansiedad social
El doctor destacó que los humanos somos seres sociales. Si bien, es natural que la mayoría de las personas sientan preocupación por aspectos como ser aceptadas, hay ciertos límites que dejan de ser sanos y que pueden traer múltiples consecuencias en el bienestar.
En el caso específico de la ansiedad social, un cuadro que no esté controlado o que no esté siendo tratado por un especialista, puede desencadenar complicaciones en el trabajo, la universidad y en el colegio, además de en los vínculos que se tiene con el resto.
Según datos rescatados por De Rosa en su columna, publicada en Infobae, se estima que entre un 5 y un 10% de la población mundial vive con este diagnóstico, lo que se traduce en millones de personas alrededor del mundo.
Así que, para combatirlo, sugirió que el primer paso es identificar y reconocer la existencia de este padecimiento, en vez de encubrirlo y no buscar ayuda profesional.
Ya con esa base, se puede aplicar un ejercicio recomendado por el psiquiatra, el cual consiste en “cuestionar las ideas negativas”.
“La ansiedad social a menudo se origina en pensamientos negativos respecto a lo social, que ‘gatillan’ frecuentemente alguna experiencia del pasado. Esa reactualización de la emoción pasada convalida el episodio presente. Usando el cuestionamiento racional, por ejemplo, ¿hay evidencia concreta para apoyar esta creencia?, puedo empezar a separar la emoción de la idea”, explicó.
Luego, dijo que se puede aplicar una exposición gradual a escenarios que impliquen interacciones sociales.
Con esto no se refirió a que los pacientes con este cuadro deban, de un día para otro, presentarse ante situaciones que les puedan generar altos grados de incomodidad, sino que más bien, aludió a que las pruebas deben ser progresivas y al ritmo de cada individuo.
“Exponerse ante la situación temida es útil en todas las fobias, pero tiene el inconveniente que, de usarla de manera impropia, puede aumentar la ansiedad”, precisó.
Dentro de ese ejercicio caben acciones como preguntar una dirección en la calle. A pesar de que aquello podría generar molestias, la clave es que estas sean controladas. Después, se puede avanzar progresivamente en la escala.
De la misma manera, sugirió realizar actividades físicas como distintas técnicas de relajación, ya que “permiten encontrar puntos de anclaje en el cuerpo que son útiles al momento de la subida brusca de ansiedad representada por ideas o síntomas físicos”.
Respecto a lo que no debes hacer, dijo que sustancias como el alcohol, las drogas o los medicamentos autodiagnosticados pueden desencadenar que el cuadro se intensifique, además de generar efectos nocivos más allá de este diagnóstico en sí.
Bajo estos puntos, recalcó que buscar la ayuda de un profesional es importantísimo para enfrentar estos padecimientos, debido a que te permitirá identificar herramientas para lidiar con este tipo de ansiedad.
“Puede llegar a ser una patología realmente invalidante. No reconocerla o negar sus consecuencias puede ser determinante para el porvenir de una persona”, añadió De Rosa.
Pero una buena noticia, en palabras del médico, es que “existen tratamientos que han demostrado un grado de éxito particularmente prometedor”.
Entonces, si crees que puedes estar enfrentando este u otro cuadro que ataque a tu salud mental, lo más recomendable es que visites a un especialista adecuado. Aquello traerá beneficios que podrían mejorar la forma en que te relacionas contigo mismo y con el resto.
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