A inicios de esta semana, el Ejército de Estados Unidos reveló que un avión de combate ruso se acercó a uno de sus drones de vigilancia sobre el Mar Negro, lo que provocó la caída de este aparato en el agua.

“Nuestra aeronave MQ-9 estaba realizando operaciones de rutina en el espacio aéreo internacional cuando fue interceptada y golpeada (...) lo que derivó en un accidente y en la pérdida total”, explicó el comandante James B. Hecker en declaraciones reunidas por La Tercera, “este acto inseguro y poco profesional casi provocó que ambos aviones (rusos) se estrellaran”.

“Varias veces antes de la colisión, los Su-27 arrojaron combustible y volaron frente al MQ-9 de una manera imprudente (..) y poco ecológica”, añadieron las autoridades estadounidenses en un comunicado.

Dos aviones de combate Su-27. Foto: Anatoly Maltsev / EPA / EFE/ Shutterstock.

Frente a esta situación, Rusia negó tener responsabilidad en el impacto y sus representantes afirmaron que ni siquiera entraron en contacto con el dron, según informó el Washington Post.

Pero, ¿qué es este artefacto militar del país norteamericano y cuál es su funcionalidad?

Los detalles del MQ-9 Reaper, el dron de Estados Unidos que fue impactado por un avión ruso

Desde el citado periódico revisaron un documento oficial para conocer las características del MQ-9 Reaper, un dron que es utilizado principalmente para misiones de inteligencia, tales como reunir información, efectuar búsquedas y rescates, y realizar ataques específicos contra objetivos sensibles.

Estos aparatos han sido manejados en países como Afganistán, Irak y Siria, entre otros, mientras que son controlados a la distancia por equipos de dos personas, desde las bases militares que pertenecen a Estados Unidos.

En este sentido, tienen la capacidad de operar con 16 misiles Hellfire y 8 proyectiles guiados por láser. Asimismo, sus reservas de combustible le permiten permanecer en el aire por 1.150 millas, con una altitud de más de 15.000 metros.

Un informe del Servicio de Investigación del Congreso revisado por el Washington Post detalló que cada uno de ellos tiene un valor aproximado de 30 millones de dólares (más de 24 mil millones de pesos chilenos), mientras que el país contrató a la empresa General Atomics para fabricar más de 360 en 2007, con el objetivo de usarlos en sus misiones.

Dron MQ-9. Foto: AP.

En el caso del MQ-9 Reaper (el que cayó esta semana tras entrar en contacto con los aviones rusos) ese último número en su nombre hace referencia a que es el noveno modelo de la serie de artefactos, los cuales comenzaron a construirse en la década del 90 con el MQ-1 Predator y han ido mejorando su tecnología con el paso de los años.

Hasta el momento, no se conocen detalles acerca de en qué lugar del Mar Negro cayó o cuáles eran las funciones específicas que estaba realizando en ese momento particular.

Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia argumentó que sus pilotos —supuestamente— vieron cómo el aparato llevaba un “vuelo no controlado” antes de estrellarse.

“Los combatientes no usaron armas aéreas, no entraron en contacto con el dron y regresaron con seguridad a su base”, sentenciaron.