Para una gran cantidad de estudiantes y trabajadores, el computador (y su respectivo teclado) es una herramienta crucial para efectuar actividades.
Una vez que termina la jornada y cierras cada una de las pestañas relacionadas a tus responsabilidades, es probable que después abras la página de alguna plataforma de streaming, red social, web comercial o videojuego.
Luego, se dé o no el caso anterior, posiblemente lleves tu celular contigo a todas partes, para así mantenerte comunicado a través de mensajes escritos o buscar información sobre los temas que te interesan en algún servidor.
Las rutinas pueden variar dependiendo de cada persona, pero es claro que la escritura en teclados ha ido desplazando progresivamente a la manual.
Incluso, para llenar muchas de las fichas relacionadas a trámites, hoy también es habitual que se recurra a formularios digitales.
Si se hace el ejercicio de pensar en los beneficios de este escenario, factores como la rapidez y la inmediatez propias de una época acelerada pueden venirse a la cabeza. Pero lo cierto, es que la escritura manual también tiene sus puntos positivos.
Y es precisamente por eso que algunos expertos han manifestado su preocupación frente a este escenario.
Cuáles son los beneficios de escribir a mano
Un grupo de especialistas de la Universidad de Murcia y la Universitat de Barcelona publicó recientemente un artículo en el que abordaron esta temática en particular.
En el documento, disponible en el medio académico The Conversation, hicieron una revisión de distintos estudios para identificar qué se ha perdido con la disminución de la escritura manual.
Aquello fue analizado con una premisa fundamental como base: a grandes rasgos, que los aspectos motores y sensoriales tienen una relación directa con la conducta y en el aprendizaje, entre otras aristas.
En este sentido, citaron un estudio realizado en 2021, el cual comparó la relación entre la duración de los recuerdos y la forma en que se escribe (mediante un teclado o de forma manual).
Dicho análisis concluyó que bajo este último método tendían a perdurar más allá de un corto plazo.
Asimismo, otra investigación reunió a una muestra de adultos que aprendieron nuevos caracteres (de origen asiático) y les pidieron que después los replicaran con un lápiz o con un teclado.
Si bien, al momento de acabar el entrenamiento no se presentaron mayores diferencias entre los dos métodos, posteriormente registraron que quienes utilizaron el teclado olvidaron gran parte de la materia con el paso del tiempo.
Según otro trabajo académico que citaron, aquello se debe a que el uso de un lápiz “implica un conjunto de procesos sensomotores más complejos y particulares para cada letra”, lo que contribuye a que sea más distintivo para la memoria.
A esto se le suma, según los autores de las universidades españolas, que usar un teclado requiere más recursos mentales, debido a que se tiende a digitar con mayor velocidad, un fenómeno que implica que también haya más elementos que procesar en una menor cantidad de tiempo.
También, enfatizaron que se han encontrado hallazgos sobre cómo el método influye en la planificación y la composición de un texto.
En este sentido, un estudio publicado en 2001 concluyó que los estudiantes tendían a presentar una mejor calidad, longitud y fluidez escrita después de entrenar sus habilidades de forma manual.
Pese a los puntos anteriores, los teclados también han presentado ventajas.
Una revisión de investigaciones publicada en 2011 comparó textos manuscritos con otros realizados en computador y concluyó que los últimos suelen tener una mayor calidad y ser más largos.
No obstante, los autores del artículo de The Conversation precisaron que ese tipo de trabajos han enfrentado críticas de otros especialistas, debido a que despiertan dudas en torno a su generalidad e interpretación.
“Obviamente, no se trata de no usar teclados, ni siquiera durante la infancia: pero debemos estar atentos a los estudios futuros sobre este tema para llevar sus conclusiones lo antes posible al mundo educativo”, sentenciaron.