Las elecciones presidenciales de Estados Unidos se realizarán en noviembre de 2024 en medio de un agudo escenario político, tanto a nivel nacional como internacional.
Por un lado, hoy el actual presidente estadounidense Joe Biden (81) anunció que no irá a la reelección, en medio de una serie de cuestionamientos a su candidatura desde el propio Partido Demócrata, donde se puso en entredicho si es que estaba en condiciones para competir contra Donald Trump (78).
Aquello se ha debido a factores como su edad y a que ha enfrentado múltiples lapsus al momento de expresarse en eventos de campaña y otros de la presidencia.
Junto con ello, cuando se desarrolló el primer debate de este año, tuvo complicaciones para interpelar al republicano cuando este decía fake news o hacía aseveraciones que se ha demostrado que son falsas.
Poco menos de un mes después de esa instancia, el sábado 13 de julio, Trump fue víctima de un atentado mientras estaba en un mitin con sus adherentes en Butler, Pensilvania.
El episodio fue desatado por un joven llamado Thomas Matthew Crooks (20), quien llegó armado con un rifle semiautomático AR-15 y abrió fuego desde una azotea cercana.
Se registraron dos heridos y dos muertos. Uno de los fallecidos fue el mismo atacante, quien fue abatido por agentes del Servicio Secreto.
Menos de una semana después, Trump aceptó su nominación electoral y confirmó su puesto en la carrera para llegar por un segundo periodo a la Casa Blanca.
También dio su primer discurso público tras el atentado en Butler, del cual salió con su oreja derecha herida.
Además de afirmar que se postula para presidente de “todo Estados Unidos” y rendir homenaje a Corey Comperatore —quien murió en el ataque— , manifestó que el país tiene “un liderazgo incompetente” y que “nuestro planeta se tambalea al borde de la Tercera Guerra Mundial”.
El desafío internacional del próximo presidente de EEUU
Estas últimas declaraciones llegan en un momento delicado a nivel global, en el que continúan los conflictos en territorios como Medio Oriente y Ucrania.
Apenas unos días antes de lo ocurrido en Pensilvania, esa misma semana, se desarrolló la cumbre internacional por los 75 años de la OTAN.
Entre el 9 y el 11 de julio, los líderes de los países miembros se reunieron en Washington para abordar distintas temáticas de relevancia para la Alianza.
Uno de los tópicos centrales fue precisamente la invasión de Rusia al país del presidente Volodimir Zelenski.
En este sentido, el bloque confirmó nuevas ayudas económicas y de armamento para contribuir a sus labores de defensa contra las tropas del Kremlin, que buscan avanzar en el frente.
Pese a que actualmente no es miembro de la Alianza, los aliados occidentales aseguraron que “el futuro de Ucrania está en la OTAN”.
“Continuaremos apoyándola en su camino irreversible a una integración euroatlántica completa, incluido el ingreso en la OTAN”, recalcaron en el marco de la cumbre
De la misma manera, el presidente Biden manifestó: “La guerra terminará y Ucrania seguirá siendo un país libre e independiente. Rusia no ganará”.
Sin embargo, la postura de Estados Unidos —un actor clave en el bloque— ante asuntos globales podría cambiar si Trump gana las elecciones.
El viernes 19 de julio, el candidato republicano aseguró que conversó con Zelenski por vía telefónica y prometió que si triunfa en los comicios gestionará una “negociación” entre Ucrania y Rusia, para así lograr el “fin de la guerra”.
“Ambas partes serán capaces de juntarse y negociar un pacto que termine con la violencia y allane un camino adelante hacia la prosperidad”, afirmó el mandatario en su plataforma Truth Social.
Por su parte, Zelenski contó en su cuenta de X (ex Twitter) que lo felicitó por la nominación y le deseó “fuerza y absoluta seguridad” por lo ocurrido en Pensilvania.
Sobre la situación de su país, dijo que valoró “el vital apoyo estadounidense bipartidista y bicameral para proteger la libertad y la independencia de nuestra nación”.
“Ucrania siempre estará agradecida de Estados Unidos por su ayuda para fortalecer nuestra capacidad de resistir el terrorismo ruso. Los ataques contra nuestras ciudades y pueblos continúan todos los días”.
Bajo esta línea, precisó que acordaron “discutir en una reunión personal qué medidas pueden hacer que la paz sea justa y verdaderamente duradera”.
Un día antes, el jueves 18 de julio, Zelenski había reconocido en una entrevista televisiva con la BBC que tratar con una eventual administración Trump sería “un trabajo duro, pero nosotros somos trabajadores duros”.
No obstante, algunos se muestran escépticos sobre las relaciones que podría tener con la OTAN si consigue imponerse en las votaciones y llegar a la Casa Blanca por segunda vez.
Qué pasará con la OTAN si Donald Trump gana las elecciones
El miembro del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), Rafael Loss, sugirió que si eso ocurre se podría desencadenar “una crisis de liderazgo político”.
“Si Trump decide algún acuerdo con Putin para poner fin a la guerra en Ucrania y arroja a Ucrania a las vías, eso aumentará gravemente la amenaza para el resto de Europa”, afirmó el representante en declaraciones rescatadas por Deutsche Welle.
Otros temen que el republicano, en caso de ganar las elecciones, inicie un proceso para retirar a Estados Unidos de la OTAN.
Dicha alarma viene a raíz de declaraciones como las que John Bolton, uno de sus exasesores de seguridad, dijo a The Washington Post en marzo de 2024.
En dicha instancia, afirmó que cree que Trump podría hacer esfuerzos para retirar a su país de la Alianza si consigue un segundo periodo.
También planteó que el mandatario ruso Vladimir Putin podría estar “esperando eso”.
El analista político y miembro asociado del Instituto Jacques Delors, Pierre Haroche, dijo a DW que es probable que algunos líderes de potencias europeas esperen (sin vociferarlo públicamente) que no gane o que, si lo hace, adopte una actitud más complaciente con Europa.
Aún así, aseguró que “la verdad es que no hay nada claro sobre la mesa porque, en parte, nadie quería enviar la señal de que anticipaban la presidencia de Trump o el abandono de Trump, a pesar de que ha sido un escenario creíble durante muchos años”.
Según el análisis de Haroche, la reelección de Trump podría generar desunión en Europa.
“El riesgo real es que todos estén velando por sus propios intereses y sean incapaces de presentar una posición unificada y actuar de manera cohesionada”, planteó.
La semana posterior al ataque en Butler, Trump confirmó que JD Vance lo acompañará como candidato a la vicepresidencia.
El senador republicano —quien en un pasado fue un duro crítico hacia el expresidente e, incluso, en 2016 lo llamó “el Hitler de Estados Unidos” en un chat privado que luego salió a la luz— declaró en un podcast con Steve Bannon en 2022 que “realmente no me importa lo que suceda en Ucrania de una u otra forma”.
En febrero de 2024, en la conferencia de seguridad de Múnich, Vance también manifestó que “hay muchos tipos de malos en el todo el mundo” y que “ahora mismo estoy mucho más interesado en algunos de los problemas del este de Asia que en Europa”.
Sus dichos han despertado anticuerpos en varios dirigentes europeos.
La colíder del Partido Verde alemán y copanelista en la conferencia, Ricarda Lang, dijo que las palabras de Vance sugerían que Trump “entregaría Ucrania a Putin”.
Luego de que se le confirmara como candidato a la vicepresidencia afirmó que el escenario es “preocupante para Europa”.
Por otro lado, el legislador alemán David McAllister enfatizó al citado medio europeo que Vance “se opone firmemente a un mayor apoyo estadounidense a Ucrania en su lucha contra la invasión rusa”.
Además, acusó que “está a favor de aranceles adicionales a las importaciones procedentes de Europa” y que “ha criticado que el continente sea excesivamente dependiente del euro”.