A lo largo de su historia, Bill Gates (67) se ha posicionado como una de las mentes más destacadas en el ámbito de la tecnología. Con Microsoft, empresa de la que es cofundador, construyó un imperio que revolucionó la manera de trabajar a través de su sistema operativo, hasta el punto en que la compañía sigue funcionando en la actualidad.
Si bien, hoy las ocupaciones del desarrollador de software está centrado —principalmente— en la filantropía, la firma ha presentado nuevos avances relacionados con el mundo digital.
Hace poco más de un mes, el chatbot creado con inteligencia artificial (IA) de Bing, el motor de búsqueda de Microsoft, se hizo viral al presentar una serie de controversiales declaraciones, tales como que le gustaría “ser humano” y cometer “actos destructivos”.
Aquello causó revuelo en las redes sociales. ¿Es posible que un sistema computarizado protagonice episodios de este tipo? ¿Por qué se expresó de esa manera? Solo bastaron unos días para que numerosos especialistas compartieran sus explicaciones en torno al actuar del programa, un fenómeno que también se ha traspasado a otros.
Pero más allá de lo que estas aplicaciones desarrolladas con IA pueden decir para sorpresa de los usuarios, muchos de ellos han encontrado formas de usarlas en su rutina, ya sea para generar imágenes instantáneas a partir de, por ejemplo, DALL-E, o para redactar textos con ChatGPT, a pesar de que aún pueden presentar errores en su funcionamiento y la veracidad de su información.
En medio de un escenario en el que estas tecnologías se han convertido en —probablemente —la tendencia más comentada de esta área, los expertos sorprenden constantemente con sus proyecciones de hasta dónde podrían llegar. Y más importante aún, con qué fines podrían utilizarse en el futuro.
Bill Gates abordó esta temática en un reciente escrito que publicó en su blog, GatesNotes, en el que explica cómo ve los avances de la IA y los aspectos que —en su opinión— deben considerarse desde ya para que su uso sea beneficioso para la sociedad, en aristas como el trabajo, la salud y la educación.
En sus palabras: “Su desarrollo es tan fundamental como la creación del microprocesador, el ordenador personal, Internet y el teléfono móvil. Cambiará la forma en que las personas trabajan, aprenden, viajan, reciben atención sanitaria y se comunican entre sí. Industrias enteras se reorientarán a su alrededor. Las empresas se distinguirán por lo bien que lo utilicen”.
Las reveladoras predicciones de Bill Gates sobre la Inteligencia Artificial
Gates explicó que, en su trayectoria, ha visto dos hallazgos tecnológicos que le parecieron particularmente “revolucionarios”.
Uno de ellos fue en 1980, cuando el programador computacional Charles Simonyi le presentó una interfaz gráfica de usuario que más tarde sería clave para el nacimiento de Windows y otros sistemas operativos.
Por otro lado, el segundo fue en 2022, cuando retó a los desarrolladores de OpenAI (propietaria de ChatGPT y DALL-E) a que hicieran una IA capaz de aprobar una prueba de biología avanzada, en el que las respuestas requerían de pensamiento crítico.
El cofundador de Microsoft y los representantes de la empresa ya habían tenido varias reuniones desde 2016, por lo que Gates estimó que se demorarían entre dos y tres años.
“Si pueden hacerlo, les dije, entonces habrán hecho un verdadero avance”.
Y efectivamente, lo hicieron en solo unos meses.
“Cuando volví a reunirme con ellos, vi con asombro cómo le hacían a GPT, su modelo de inteligencia artificial, 60 preguntas tipo test del examen AP de Biología. Acertó 59 de ellas. Después, escribió respuestas sobresalientes a seis preguntas abiertas (...) obtuvo un 5, la máxima puntuación posible y el equivalente a obtener un sobresaliente o un sobresaliente alto en un curso de biología de nivel universitario”.
Posteriormente, le preguntaron: “¿Qué le dirías a un padre con hijo enfermo?”. Y su respuesta fue, según Gates, “probablemente mejor que la que habríamos dado la mayoría de los presentes”.
“Sabía que acababa de ver el avance más importante en tecnología desde la interfaz gráfica de usuario, lo que me inspiró a pensar en todo lo que la IA podría lograr en los próximos cinco a diez años”.
Desde su visión, esta podría ser clave para disminuir las brechas de desigualdad alrededor del mundo, tales como las cifras de muertes entre los niños de países con escasos recursos.
Según datos reunidos por él, anualmente mueren 5 millones de infantes menores a los cinco años, por causas como la diarrea y la malaria, entre otras, las cuales pueden ser “evitables”.
“Es difícil imaginar un mejor uso de las IA que para salvar la vida de los niños”, insistió, para luego añadir que en el ámbito de la educación, estos sistemas pueden ser especialmente útiles para potenciar las habilidades en matemáticas, ya que “está demostrado que tener conocimientos básicos en esta materia prepara a los estudiantes para el éxito, independientemente de la carrera que elijan”.
“El mundo necesita asegurarse de que todos (y no solo las personas acomodadas) se beneficien de la inteligencia artificial. Los gobiernos y la filantropía tendrán que desempeñar un papel importante para garantizar que reduce la desigualdad y no contribuye a ella”.
La gran pregunta es: ¿cómo la IA podría contribuir a mejorar estos escenarios?
Estos son algunos de los puntos que destacó en su análisis.
El rol de la IA en el futuro del trabajo, la salud y la educación
Para Gates, el desarrollo de la inteligencia artificial de sistemas como ChatGPT podría mejorar la productividad de los trabajadores.
“A medida que se abarate la potencia de cálculo, su capacidad para expresar ideas será cada vez más como tener un empleado de cuello blanco, disponible para ayudarte con diversas tareas (...) piense en él como en un asistente personal digital: verá sus últimos correos electrónicos, sabrá a qué reuniones asiste, leerá lo que lee y revisará las cosas con las que no quiere molestarse. Esto mejorará tu trabajo en las tareas que quieres hacer y te liberará de las que no quieres hacer”.
Pese a que aquello aún no es factible a nivel transversal —principalmente por temas de costos— , sí es “un objetivo realista”, según el filántropo y empresario tecnológico.
“El resultado será que los empleados serán más productivos. Cuando la productividad aumenta, la sociedad se beneficia, porque la gente se libera para hacer otras tareas, en el trabajo y en casa”, manifestó.
Aunque una de las preguntas más controversiales en torno a la IA es si esta podría sustituir a los seres humanos en sus funciones, Gates detalló que “hay cosas que el software nunca podrá hacer, como por ejemplo, enseñar, cuidar a los pacientes y atender a los ancianos”.
“A nivel mundial, la salud y la educación son dos ámbitos en los que hay grandes necesidades y no hay suficientes trabajadores para cubrirlas. Ahí la IA puede ayudar a reducir la desigualdad si se orienta adecuadamente”, enfatizó, “ese debería ser uno de los principales focos”.
Respecto a la primera temática, dijo que la inteligencia artificial podría facilitar que los trabajadores sanitarios dediquen menos tiempo a actividades como llenar fichas, para que así puedan invertirlo en analizar el estado médico de sus pacientes.
En el caso de los países con escasos recursos —en donde también hay menor presencia de doctores— , sugirió que se podrían implementar sistemas como “ecógrafos con IA” y otros que permitan “realizar un triaje básico, obtener consejos sobre cómo afrontar los problemas de salud y decidir si necesitan recibir tratamiento”.
Asimismo, destacó que para esto se deberán considerar factores como la distancia, los distintos idiomas y las enfermedades que figuran en cada territorio, entre otras aristas.
“La gente necesitará pruebas de que las IA sanitarias son beneficiosas en general, aunque no sean perfectas y cometan errores. Estas deben someterse a pruebas muy minuciosas y estar debidamente reguladas, lo que significa que su adopción llevará más tiempo que en otros ámbitos. Pero los humanos también cometen errores. Y no tener acceso a la atención médica también es un problema”, insistió.
“Ya existen programas informáticos capaces de analizar estos datos, deducir cuáles son las vías, buscar dianas en patógenos y diseñar fármacos (...) algunas empresas están trabajando en fármacos contra el cáncer desarrollados de este modo. La próxima generación de herramientas será mucho más eficaz y podrá predecir los efectos secundarios y calcular las dosis”.
En cuanto a la educación, Gates pronosticó que la inteligencia artificial —con un mejor desarrollo futuro— podrá conocer los intereses y el estilo de aprendizaje de los alumnos, para así adaptar los contenidos y medir su comprensión.
“Hay muchas formas en que estos sistemas pueden ayudar a docentes y administradores, para objetivos como evaluar el entendimiento de una asignatura o asesorarle en la planificación de su carrera (...) mejorará, pero nunca sustituirá, el trabajo que alumnos y profesores realizan juntos en el aula”.
De la misma manera, recalcó la importancia de que los desarrolladores utilicen conjuntos de datos “imparciales” y que reflejen diferentes culturas, además de que estas aplicaciones estén al alcance de los estudiantes de familias con bajos ingresos, para que así “no se queden atrás”.
Las aspectos a considerar en el desarrollo de la IA, según Bill Gates
Bajo esta línea, expresó que si bien los temores en torno a la inteligencia artificial son “comprensibles y válidos”, esta tiene un enorme potencial para mejorar la vida de los seres humanos, siempre y cuando se apliquen medidas de protección ante eventuales riesgos y se extiendan sus beneficios “al mayor número de personas”.
Con este propósito en mente, para Gates es esencial que los gobiernos, las compañías y la filantropía se unan para generar políticas efectivas para reducir la desigualdad y enfrentar las principales problemáticas actuales, tales como las descritas más arriba, además de otras como el cambio climático.
“El mundo necesita establecer las reglas del juego para que los posibles inconvenientes de la inteligencia artificial se vean superados con creces por sus beneficios, y para que todo el mundo pueda disfrutar de esos beneficios, independientemente de dónde viva o de cuánto dinero tenga”, sentenció.