La administración entrante de Donald Trump en Estados Unidos está planeando una redada de inmigración a gran escala en Chicago.
Así lo aseguraron al Wall Street Journal cuatro personas con conocimiento de la planificación.
Se trataría de la primera medida en el camino a la deportación masiva, uno de los puntos que el líder republicano más enfatizó durante su campaña presidencial.
Las fuentes consultadas por el periódico estadounidense afirmaron que se espera que la redada inicie la mañana de este martes 21 de enero, es decir, un día después del regreso de Trump a la Casa Blanca.
Agregaron que durará toda la semana y que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas del país (ICE, por sus siglas en inglés) enviará entre 100 y 200 oficiales para realizar la operación.
Cabe recordar que, durante su campaña, Trump propuso realizar la deportación masiva más grande en la historia de Estados Unidos.
Cómo serán las deportaciones masivas que Trump prometió iniciar en Estados Unidos
Según informaciones reunidas por el Journal, el equipo de Trump tiene en la mira a los inmigrantes que están en el país ilegalmente y que cuentan con antecedentes penales.
Se afirma que la administración de Joe Biden consideró algunos delitos —como las infracciones de tránsito— demasiado menores como para perseguir a los involucrados.
Las fuentes consultadas por el periódico estadounidense advirtieron que, si alguien más se encuentra ilegalmente en el país y está presente durante un arresto, también será detenido.
Explicaron que el equipo de transición de Trump había estado considerando distintas ciudades para hacer esta primera operación.
Finalmente, se decidieron por Chicago. En parte, por la gran cantidad de inmigrantes que podrían ser posibles objetivos.
El elegido de Trump para ejercer como el “zar de la frontera” estadounidense, Tom Homan, pareció referirse a la operación durante una visita a la ciudad en diciembre.
“Vamos a comenzar aquí mismo en Chicago, Illinois”, dijo en el marco de una celebración navideña.
“Si el alcalde de Chicago (el demócrata Brandon Johnson) no quiere ayudar, puede hacerse a un lado”.
“Pero si nos impide el paso, si a sabiendas alberga u oculta a un inmigrante ilegal, lo procesaré”, advirtió Homan.
El gobernador de Illinois, el demócrata J.B. Pritzker, respondió a sus declaraciones en ese entonces.
“Me aseguraré de cumplir con la ley. Me preocupa que la administración Trump y sus lacayos no cumplan con la ley”, manifestó.
Desde el equipo de transición de Trump y el ICE no respondieron a las solicitudes de comentarios que envió el Journal.
Los representantes de Pritzker y Johnson tampoco.
Las personas familiarizadas con la planificación anticiparon que ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Denver y Miami también están en la mira del equipo de Trump.
Aseguraron que en esas zonas podrían producirse redadas más específicas.
De la misma manera, afirmaron que la administración entrante está evaluando una serie de cambios para dar más atribuciones a los alguaciles, con recompensas para las jurisdicciones que cooperen y sanciones financieras contra las que se resistan.
Previamente, por ejemplo, Homan amenazó públicamente al alcalde de Denver con llevarlo a la cárcel, a raíz de que se ha manifestado en contra de los planes de inmigración de Trump.
Los asesores de Trump han dicho que tienen la intención de penalizar a las ciudades que limitan la cooperación con las autoridades federales de inmigración.
Una organización llamada Coalition for Humane Immigrant Rights of Los Angeles (CHIRLA) aseguró que ha realizado más de 140 talleres desde que Trump se impuso en las elecciones.
Tales instancias han tenido el objetivo de informar a inmigrantes sobre sus derechos, recursos legales y cómo responder si se acercan a ellos los agentes del ICE.
El portavoz de la CHIRLA, Jorge-Mario Cabrera, declaró al Journal que “si la intención es infundir un sentido de terror y persecución, eso es lo que la administración Trump está haciendo muy bien”.
La directora de programas del grupo United African Organization en Chicago, Fasika Alem, también comentó al citado periódico que han tomado acciones para que las personas con las que trabajan conozcan sus derechos y tengan planes para que alguien cuide a sus hijos si se separan de ellos.
“Estamos preparando a nuestra comunidad para que esté lista”, subrayó.
Al ser consultados por el Journal, desde el Departamento de Policía de Chicago remitieron las preguntas sobre este asunto al gobierno federal.
En un comunicado, citaron la Ordenanza de Ciudad Acogedora de Chicago, la cual establece que el departamento “no documenta el estatus migratorio” ni comparte información con las autoridades federales de inmigración.
“No intervendremos ni interferiremos con ninguna otra agencia gubernamental que realice sus funciones”, agregaron.
Cómo las deportaciones masivas que prometió Trump podrían afectar a Estados Unidos
En las elecciones presidenciales de noviembre, la inmigración fue una de las principales preocupaciones de los votantes en Estados Unidos.
Incluso, según reflejaron las encuestas, solo la economía se posicionó como una preocupación mayor.
Sin embargo, especialistas consultados por el Journal hicieron hincapié en que Estados Unidos se ha vuelto cada vez más dependiente de la mano de obra inmigrante, debido a factores como el envejecimiento de su población.
Lo anterior se ha visto principalmente en industrias como las de alimentación, construcción y servicios.
Se asegura que, desde finales de 2020, unas 10 millones de personas han migrado a Estados Unidos, tanto legal como ilegalmente.
Dicho flujo ha contribuido a aliviar la escasez de mano de obra.
Según plantearon economistas y líderes empresariales al citado periódico, las deportaciones masivas en la escala que ha sugerido Trump podrían afectar a la economía y a las industrias mencionadas.
Durante la administración Biden, el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, comenzó a enviar buses llenos de migrantes que buscaban asilo hacia Chicago y otras ciudades ubicadas más hacia el norte de su propio estado.
Las cifras de las autoridades de la ciudad detallan que, desde agosto de 2022, han llegado más de 51.000 migrantes a Chicago.