El expresidente de Argentina, Alberto Fernández, se encuentra en medio de una trama judicial que se desencadenó el pasado 6 de agosto.
Aquel día, la ahora exprimera dama Fabiola Yañez lo denunció por violencia de género ante la justicia trasandina, a través de un llamado telefónico que hizo desde España, en donde vive con su hijo de dos años.
Según su relato, el exmandatario la agredió físicamente mientras vivieron juntos en la residencia presidencial.
También dijo que la sometió a “terrorismo psicológico” y que la acosó por teléfono antes y después de que se separaran.
Esto último ocurrió a finales de 2023, luego de que Fernández abandonara el cargo que asumió en 2019.
En una entrevista con el periódico español El País con fecha del 12 de agosto, Fernández admitió que tuvo discusiones frecuentes con su expareja y asintió que pudo haber violencia verbal “mutua”.
No obstante, negó que haya habido maltrato físico y las acusaciones en su contra por parte de Yañez.
Junto con ello, afirmó que “alguien la incentivó (a denunciarlo) con otros fines”, que “hay un aprovechamiento político de parte del gobierno (del presidente Javier Milei)” y que defenderá su versión en tribunales.
A pesar de que la causa está bajo secreto de sumario, se han filtrado fotografías que muestran a Yañez con signos de violencia en la cara y en sus brazos, registros que serían evidencia de los presuntos maltratos de Fernández.
También se filtró su declaración ante el juez y el texto de la imputación del fiscal contra el exmandatario, documento en el que se le acusa de cometer “lesiones graves” y “abuso de poder” contra su expareja.
El caso de Alberto Fernández y la denuncia por violencia de género
En febrero de 2024 se iniciaron peritajes con Fernández en la mira, en el marco de un presunto caso de corrupción en la contratación de seguros estatales durante su periodo presidencial, según rescató el citado medio.
Una de las pruebas que se incautó fue el celular de su secretaria privada, María Cantero, esposa de un intermediario de seguros considerado sospechoso en esa investigación.
Cuando los agentes revisaron sus chats encontraron mensajes que sugerían presunta violencia de género de Fernández hacia Yañez, quien en ese entonces era primera dama.
A raíz de esta situación, el juez Julián Ercolini se contactó con ella para consultarle si quería presentar una denuncia, ya que en Argentina se requiere que la víctima acuse el caso para que se pueda iniciar una investigación.
En ese primer momento, Yañez se negó, por lo que los registros que tenían en ese momento fueron archivados.
Tiempo después, el sábado 3 de agosto, el periódico trasandino Clarín informó que las autoridades tenían fotos, audios y mensajes que revelaban maltratos de —presuntamente— el expresidente.
Tres días más tarde, el martes 6 de agosto, Yañez se contactó con el juez Ercolini para presentar una denuncia formal, medida que dos meses antes había declinado hacer, según El País.
Fue en esa conversación cuando aseguró que fue víctima de violencia tanto física como mental por parte de Fernández.
Aquello derivó en que la autoridad judicial dictara medidas de restricción para evitar que el exmandatario pudiese contactarse con ella, además de una orden para impedir que saliera de Argentina.
El sábado 10 de agosto, Infobae publicó una entrevista audiovisual en la que Yañez abordó sus acusaciones contra el exjefe de Estado. La conversación que duró alrededor de 50 minutos.
Y luego, el martes 13 de agosto, declaró durante cuatro horas ante el juez, testimonio que también se filtró a la prensa.
En esa instancia, aseguró que Fernández la obligó a hacerse un aborto contra su voluntad en 2016, cuando apenas estaban comenzando su relación.
Tras ser electo presidente, la violencia se fue haciendo más frecuente, “siempre con quejas y discusiones que terminaban con cachetadas” de su parte, acusó la ahora exprimera dama.
Otro episodio se dio en agosto de 2021, después de que se revelara que —en 2020— la pareja había celebrado el cumpleaños de Yañez en la residencia presidencial, con una decena de invitados.
Esa reunión social desató una intensa polémica, porque en ese momento había una estricta cuarentena para los argentinos, por la pandemia del Covid-19.
Por lo tanto, al efectuar ese encuentro rompieron con la norma impuesta por las autoridades.
Después de que se viralizaran las fotografías de esa celebración, según Yañez, Fernández la culpó de la controversia y uno de esos días le dio un “terrible golpe de puño desde su lado de la cama”.
Dijo que el impacto hizo que quedara con el ojo morado, por lo que el médico presidencial le recetó un fármaco y le dijo que no saliera, para así evitar que terceros vieran cómo tenía esa zona del rostro.
Yañez contó que recurrió a maquillaje para ocultar los signos de la violencia que ejercía Fernández.
De la misma manera, precisó que el abuso psicológico continuó después de que se separaran.
El expresidente la amenazó con quitarse la vida, detalló.
Luego de que se informara sobre el caso en la prensa, Fernández compartió un comunicado el 6 de agosto en su cuenta de X (ex Twitter).
En dicho escrito negó las acusaciones de Yañez y enfatizó que “jamás ocurrió lo que ahora me imputa”.
Además, confirmó que se defenderá ante la justicia con “pruebas y testimonios que dejarán en evidencia lo que realmente ocurrió”.
Menos de una semana después tuvo la entrevista con El País, con fecha del 12 de agosto.
“Estoy siendo acusado de algo que no he hecho. No he golpeado a Fabiola. Nunca he golpeado a una mujer”, declaró en lo que fue su primera conversación con un medio después de que se conociera la denuncia.
En esa instancia negó repetidamente haberla agredido y dijo no saber por qué Yañez tenía un hematoma en el brazo, además de mencionar que perdió los mensajes con ella en su teléfono celular.
“Francamente, no lo logro entender. Vuelvo a repetir, nunca ejercí violencia física contra Fabiola, ni contra ninguna mujer. No tengo el chat, no sé cómo es la conversación, no entiendo de qué está hablando cuando dice que llevo tres días golpeándola. Eso nunca ocurrió”, insistió el expresidente argentino.
El miércoles 14 de agosto renunció como timonel del Partido Justicialista (PJ) y acusó en su carta de dimisión que está siendo “sometido” al “linchamiento mediático”.
La investigación en su contra continúa en curso.