El teniente general Igor Kirillov —jefe de las Fuerzas de Defensa Nuclear, Biológica y Química (NBQ) de Rusia— falleció este martes 17 de diciembre en Moscú.

Según reportaron las autoridades rusas, su muerte se dio a raíz de una bomba detonada a la distancia.

Más en concreto, por un artefacto explosivo colocado en un scooter eléctrico afuera de un edificio de departamentos, ubicado a unos 7 kilómetros del Kremlin, informó el Comité de Investigación ruso.

El organismo agregó que su asistente también murió en la explosión, la cual ha sido descrita como un “acto terrorista”.

El episodio se da en medio de las tensiones que ha generado la invasión rusa a gran escala en Ucrania, conflicto que se ha extendido por casi tres años, desde el pasado 24 de febrero de 2022.

Quién asesinó a Igor Kirillov, el militar a cargo de las fuerzas de protección nuclear de Rusia

Una fuente con conocimiento de la operación afirmó a CNN que los servicios de seguridad ucranianos están detrás del asesinato del teniente general ruso.

“Kirillov era un criminal de guerra y un objetivo absolutamente legítimo, ya que dio órdenes de usar sustancias químicas prohibidas contra el ejército ucraniano”, aseguró.

Y agregó: “Un final tan ignominioso espera a todos aquellos que matan a ucranianos. La retribución por los crímenes de guerra es inevitable”.

El lunes 16 de diciembre —un día antes del ataque que abatió a Kirillov— el Servicio Secreto de Ucrania (SBU) lo acusó de ser el “responsable del uso masivo de armas químicas prohibidas”.

De hecho, según el organismo, desde el comienzo de la invasión se han registrado más de 4.800 casos de uso de municiones químicas por parte de Rusia, bajo las órdenes del teniente general.

Esas acusaciones han sido rechazadas por el Kremlin, según rescata la BBC.

Previamente, en octubre, Reino Unido impuso sanciones a Kirillov por el “uso abominable de armas químicas inhumanas” en el campo de batalla en Ucrania.

En ese entonces, el Ministerio de Asuntos Exteriores británico acusó al teniente general ruso de ser “responsable de ayudar a desplegar estas armas bárbaras” y “un portavoz importante de la desinformación del Kremlin”, además de “difundir mentiras para enmascarar el comportamiento vergonzoso y peligroso de Rusia”.

El Comité de Investigación ruso confirmó que están realizando una investigación criminal por el episodio.

Agentes policiales, peritos forenses y servicios de inteligencia están revisando el lugar de los hechos, que ha sido cercado.

“Se están llevando a cabo acciones de investigación y actividades de búsqueda operativa para establecer todas las circunstancias del crimen”, dijeron desde el comité.

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Un residente local relató a la agencia internacional de noticias, Reuters, que en un principio pensaron “que podría haberse descargado cemento o algo similar” cuando escucharon el sonido de la bomba.

Sin embargo, dijo, “la explosión fue tan fuerte que no parecía una obra de construcción”.

“Fue muy aterrador”, subrayó.

Los datos de la agencia de noticias estatal rusa, TASS, afirman que la potencia del dispositivo detonado a la distancia fue de unos 300 gramos de TNT.

Un corresponsal de la BBC en Rusia relató que el sector en donde ocurrió el atentado es “una zona residencial normal y corriente del sudeste de Moscú, un bloque de departamentos típico”.

Agregó que “los residentes están completamente conmocionados por lo ocurrido”.

Al momento de su muerte, Kirillov tenía 54 años.