Las varices o venas varicosas son una afección médica que se reconoce por la aparición de venas retorcidas y agrandadas, generalmente en el área de las piernas.
Pese a que en ciertos casos pueden generar cambios solo a nivel estético, en otros provocan dolor y malestar, hasta el punto en que pueden desencadenar otras complicaciones más graves, dependiendo de la situación de cada paciente.
Los síntomas más comunes son que las venas adquieran un color violeta o azul oscuro, además de que se vean retorcidas y con dilatación, según se detalla en un artículo de la Clínica Mayo.
A esto se le suma que puede aparecer dolor en las piernas, picazón alrededor de las venas, la sensación de ardor, calambres musculares o hinchazón, además de un empeoramiento de estos signos cuando se está mucho tiempo sentado o de pie.
Las causas de las várices suelen deberse a que las válvulas están débiles o dañadas, lo que —en términos sencillos— contribuye a que la sangre retroceda y se acumule en las venas.
Esto último hace que se retuerzan y adquieran las características mencionadas.
Entre los factores de riesgo que pueden aumentar a que aparezcan, según el citado centro médico, están el envejecimiento, la presencia de este diagnóstico en antecedentes familiares, la obesidad y estar de pie o sentado durante periodos prolongados de tiempo.
A esto se le suma que las mujeres tienen más probabilidades de tener venas varicosas, mientras que ciertas píldoras anticonceptivas pueden aumentar las posibilidades.
Asimismo, el riesgo puede ser mayor durante el embarazo, debido al incremento del volumen sanguíneo en el cuerpo.
Tales signos de las várices pueden ocasionar —en casos específicos y poco frecuentes— úlceras, coágulos sanguíneos y sangrado, debido a la rotura de las venas que están más cercanas a la piel.
Cabe destacar que no es necesario que se presenten todos esos signos y factores de riesgo para que se trate de un caso de varices.
Es por esto que siempre es recomendable acudir a un especialista cuando notes síntomas y/o malestares que podrían estar afectando a tu salud, para así conseguir un diagnóstico acertado lo antes posible.
Para prevenir la aparición de venas varicosas, desde la Clínica Mayo enumeraron una serie de acciones que podrían ser de utilidad.
1. Controlar el peso
Tal como se menciona más arriba, la obesidad es uno de los factores de riesgo que pueden incidir en el desarrollo de esta afección médica.
Aquello se debe, a grandes rasgos, a que el exceso de peso en el cuerpo ejerce presión en las venas.
2. Hacer ejercicio
Adoptar una rutina de ejercicios puede ayudar no solo a combatir la obesidad, sino que también a hacer que estés menos tiempo sentado o de pie.
Los movimientos corporales favorecen a que la sangre pueda circular de mejor manera.
3. Evitar los tacones altos y calcetines apretados
Estos elementos que se usan en los pies pueden dificultar el libre tránsito de la sangre, lo que a su vez puede contribuir a que las venas se hinchen.
4. Cambiar las posiciones corporales
Independiente de si tu rutina requiere que estés sentado o de pie la mayor parte del tiempo, los especialistas del citado centro manifestaron que es clave que hagas cambios en tus posturas de forma regular.
Junto con ello, recomendaron levantar tus piernas cuando estés sentado o acostado, para así facilitar la circulación de la sangre.
5. Mantener una dieta rica en fibras y con bajo porcentaje de sal
Estas acciones prometen ayudarte a disminuir la probabilidad de que aparezcan várices. De la misma manera, es ideal que consultes con un médico especialista para conocer cuáles son los alimentos que mejor se adaptan a tu caso.