Ocurrió el lunes a eso de las 4:00 de la madrugada, en Punta del Este, Uruguay.
Por esa hora, el conocido empresario Gonzalo Aguiar (46) se dirigió hacia una casa en la que estaba Romina Camejo (26), su expareja y la madre de su hija de apenas 6 meses.
Según el relato de la defensa de la mujer, ella puso un mueble para evitar que él entrara, pero aquello no impidió su paso.
Frente a esta situación, tomó un arma de fuego y le disparó en dirección hacia el pecho, lo que derivó en su muerte.
Posteriormente, según distintos medios locales, Camejo confesó que lo hizo en “legítima defensa”, debido a que Aguiar la había amenazado previamente por vía telefónica con que la iba a convertir en “pedacitos”.
Junto con ello, aseguró que Aguiar era “violento” y que “siempre estaba armado”, por lo que se preocupó cuando lo vio llegar.
El caso de Romina Camejo y Gonzalo Aguiar
Aguiar y Camejo tuvieron una relación de tres años, mientras que a mediados del año pasado nació la bebé que tienen en común.
Entre las medidas que las autoridades fijaron para ella, están la prohibición de que salga de Montevideo y la retención de su pasaporte.
Además, según Clarín, se le restringió el uso de su celular y que tenga contacto con los testigos del caso.
Tales imposiciones tienen una duración preliminar de al menos 150 días, rango en el que se esperan concretar “diligencias necesarias” en la investigación policial, según afirmó el fiscal Sebastián Robles.
Mientras tanto, la Justicia definirá si será imputada por homicidio o si fue un caso de legítima defensa.
Camejo se presenta en su cuenta de Instagram como cantante y en ella se pueden ver numerosas fotografías en las que ostenta un lujoso estilo de vida. Solo ahí, tiene más de 63.000 seguidores.
Pero no todo son imágenes de ella, playas y automóviles de alta gama, sino que también hay al menos dos videos en los que figura disparando un rifle en un campo de tiro.
Tales registros fueron publicados en julio de 2022.
Dicha afición no era extraña para los cercanos de la entonces pareja, ya que Aguiar solía moverse armado por la ciudad, según rescató Infobae.
Aquello llevó a que ese año incluso fueran indagados por la policía, después de que un tercero denunciara que iban en un vehículo con armas de fuego en su poder.
Tras ese episodio, Camejo aseguró que su novio era “coleccionista” y que todos esos elementos estaban “en regla”.
Los lujos que ambos se daban mientras estuvieron juntos eran evidentes en su entorno y en las redes. De hecho, según los periódicos locales, hasta celebraron una boda que costó más de 150.000 dólares, pero que resultó ser ficticia.
Esa cifra se traduce en más de 140 millones de pesos chilenos, bajo el cambio actual.
Asimismo, según el citado medio, a dicha celebración asistieron varias figuras de la clase política.
Después de su supuesto matrimonio, Camejo quedó embarazada y se mudaron a una residencia conocida como “La Maison”, la cual está valorada en aproximadamente 4 millones de dólares.
La mujer de 26 años también participó hace dos años en los Latino Music Awards, instancia que se desarrolló en Colombia.
Las declaraciones de su familia
Después de que se conociera el caso, la madre de Camejo, Bettina Díaz, compartió un mensaje a través del Instagram de su hija.
En él, aseguró que ella “se vio obligada a defender su vida y la de su pequeña hija de las garras de un monstruo que estaba completamente fuera de sí”.
“Piensen qué hubiesen hecho ustedes si se vieran en su lugar en medio de la madrugada incomunicada, aterrorizada, amenazada de muerte, con alguien tirándole la puerta abajo con su bebé en brazos”, agregó en su escrito.
Por otro lado, la tía de Camejo, Adriana Díaz, afirmó a los medios en las afueras del tribunal que el empresario “la intimidaba” y que su relación era “violenta” y “tóxica”.
“La persona le llevaba 20 años. Iniciaron la relación cuando ella tenía 23 prometiéndole el oro y el moro, jugando con sus ilusiones y sueños de ser artista. Empezaron ese romance con idas y venidas y con violencia en el medio”, manifestó según El Observador.
De la misma manera, acusó que Aguiar la amenazó durante su embarazo y que incluso “mandó a una persona a intimidarla”.
“Está viva gracias a que se pudo defender, por eso pedimos solidaridad, pedimos justicia y la queremos libre”, enfatizó Díaz.
Y cuando le consultaron por qué su sobrina no había realizado una denuncia antes, dijo que aunque hay psicólogas y asistentes sociales como testigos, no lo hizo porque Aguiar cuenta con “poder” y “contactos políticos” en Uruguay.
“No es tan fácil hacer una denuncia si tienes a toda tu familia amenazada de muerte”, subrayó.