Las autoridades de Rusia acusaron a Ucrania de enviar tropas para que cruzaran la frontera y atacaran la región de Kursk, la cual se encuentra al norte de la región ucraniana de Sumy.
Según el Ministerio de Defensa ruso y otros organismos estatales, se trata de un “ataque masivo” que inició el martes 6 de agosto y que se ha extendido por una segunda jornada.
El mandatario Vladimir Putin calificó la presunta incursión militar como “una provocación a gran escala”, según rescató CNN.
También denunció que las fuerzas ucranianas han efectuado ataques “indiscriminados con diferentes tipos de armas, incluidos misiles, contra edificios civiles, residenciales y ambulancias”.
Sin embargo, hasta el momento el país del presidente Volodimir Zelenski no se ha pronunciado públicamente sobre esta situación.
Desde el Kremlin afirmaron que la ofensiva incluyó a unos “300 militares ucranianos”, además de “11 tanques y más de 20 vehículos blindados de combate”, según declaraciones reunidas por The Guardian.
Junto con ello, precisaron que hubo enfrentamientos entre los pueblos fronterizos de Nikolayevo-Daryino y Oleshnya.
A pesar de que la cartera de Defensa rusa inicialmente aseguró que la incursión fue repelida, luego rectificaron que “el enemigo está siendo afectado por el fuego”.
El gobernador en funciones de Kursk, Alexei Smirnov, declaró que “en las últimas 24 horas nuestra región ha resistido heroicamente los ataques” y que los servicios de emergencia se encuentran en alerta, informó la agencia de noticias AP.
Cabe recordar que se trataría del primer operativo ucraniano de estas características.
La situación se da a más de dos años del inicio de la invasión militar rusa en el territorio ucraniano, la cual empezó el pasado 24 de febrero de 2022.
Qué se sabe del operativo de Ucrania en Rusia
No se tiene claridad sobre por qué Ucrania llevaría adelante un ataque de este tipo, pero se presume que podría ser un intento para desviar algunas fuerzas y recursos rusos del frente de combate.
Esto, debido a que sus soldados se han mantenido ejerciendo presión para avanzar, lo que implica intensas labores de defensa.
Las tropas ucranianas han realizado múltiples ataques dirigidos hacia Rusia a través de drones y misiles, pero la diferencia en esta oportunidad es que el Kremlin acusa una incursión terrestre oficial de carácter transfronterizo.
El Instituto para el Estudio de la Guerra, una organismo dedicado a evaluar conflictos radicado en Estados Unidos, aseguró que hay imágenes correspondientes al 6 de agosto que muestran vehículos de guerra dañados y abandonados al norte de la frontera.
Aún así, dijeron que no podían confirmar si eran de Rusia y/o Ucrania.
Junto con ello, según la agencia AP, cuestionaron una serie de imágenes compartidas por blogueros militares, las cuales muestran los presuntos daños ocasionados por soldados ucranianos desde el mismo territorio ruso.
La institución precisó que la mayoría de lo que reflejan estos registros “parece ser el resultado de fuego rutinario de proyectiles ucranianos y no indican que hubiera actividad sobre el terreno en la zona”.
Dos incursiones previas en las regiones rusas de Belgorod y Bryanks fueron reivindicadas por el Cuerpo de Voluntarios Rusos y la Legión Libertad de Rusia.
Tales grupos están conformados por ciudadanos rusos que apoyan a Ucrania y son opositores al mandato de Vladimir Putin y las gestiones del Kremlin.
El canal de Telegram dedicado al ámbito militar, Rybar, afirmó que las tropas ucranianas pudieron tomar control de tres sectores poblados de la región de Kursk y que seguían avanzando en el territorio.
Dicho espacio es dirigido por Mikhail Zvinchuk, un funcionario de prensa retirado del Ministerio de Defensa ruso.
De la misma manera, otro blog militar que según AP tiene afinidad con el Kremlin, Two Majors, aseguró que los soldados de Ucrania lograron avanzar 15 kilómetros dentro de la región.
El gobernador Smirnov también declaró que las fuerzas rusas habían destruido 16 vehículos blindados pertenecientes a Ucrania, incluidos seis tanques.
No obstante, tales afirmaciones tampoco han sido confirmadas.
El miércoles 7 de agosto, luego de que el Kremlin denunciara el ataque transfronterizo, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que sus defensas antiaéreas derribaron la noche anterior un total de 11 drones enviados por las tropas de Ucrania.
Según detallaron, aquello se dio sobre cuatro regiones fronterizas: Kursk (4), Belgorod (3), Vorónezh (2) y Rostov (2).
A su vez, los servicios médicos de la región de Kursk reportaron el registro de cinco fallecidos y 27 heridos entre la población civil.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, calificó la incursión como “un nuevo ataque terrorista” y dijo que “es evidente que fue contra” civiles.
“No hay duda”, subrayó en declaraciones rescatadas por Deutsche Welle.
Ante este escenario, el ejército ruso anunció el envío de refuerzos a la zona.
Este incremento de las tensiones se posiciona a menos de un mes de que la OTAN reafirmara su apoyo a Ucrania en la cumbre que se celebró en Washington, Estados Unidos.
En esa oportunidad, los miembros del bloque confirmaron nuevas ayudas económicas y de armamento para el país del presidente Zelenski, con el objetivo de que puedan continuar con sus labores de defensa.
Pese a que Ucrania no figura como parte de la Alianza, los aliados occidentales manifestaron que “su futuro está en la OTAN”.
“Continuaremos apoyándola en su camino irreversible a una integración euroatlántica completa, incluido el ingreso” al grupo, enfatizaron.
Asimismo, el presidente estadounidense Joe Biden recalcó en dicha instancia que “la guerra terminará y Ucrania seguirá siendo un país libre e independiente. Rusia no ganará”.