Es común que los pies se hinchen después de realizar actos como caminar o correr por largos periodos de tiempo. Aquello puede parecer lógico, debido a que se requiere de un esfuerzo significativo de esas partes del cuerpo.
No obstante, es posible que te hayas enfrentado a situaciones en las que experimentas ese malestar sin tener la menor idea de cuáles son las causas.
Según un artículo de Healthline, si permanecen así o se presentan síntomas adicionales, podría ser un signo de un problema de salud.
Expertos de la citada fuente aseguraron que es necesario acudir a un médico cuando, en este contexto, se presenta: una hinchazón dolorosa e inexplicable, inflamación en la zona, fiebre, dificultad para respirar y/o presión en el pecho.
Lo mismo aplica para las mujeres embarazadas que sientan molestias que sobrepasen lo normal y para quienes experimentan esta molestia en una sola extremidad.
Asimismo, recomendaron visitar a un doctor si: la piel queda marcada después de presionarla, se ve estirada o quebradiza en ese sector, el dolor no disminuye, o aparecen ampollas o úlceras en las piernas.
A continuación encontrarás 13 posibles escenarios que podrían explicar por qué estás experimentando esa hinchazón en los pies, según los expertos de Healthline.
1. Edema
La Clínica Mayo define este diagnóstico como “la hinchazón causada por el exceso de líquido atrapado en los tejidos del cuerpo”. Si bien, puede ocurrir en cualquier parte, lo más recurrente es que afecte a los pies o a las piernas de los pacientes.
2. Embarazo
Pese a que es bastante común que los pies se hinchen durante este periodo, los médicos recomendaron pedir ayuda cuando las molestias se sobrepasan.
Con el objetivo de que puedas reducir los dolores, sugirieron: evitar estar parada durante tiempos prolongados, utilizar aire acondicionado cuando hace calor, elevar los pies al descansar, usar zapatos cómodos y evitar los tacones altos, utilizar medias de compresión, relajarse en una piscina, eludir las vestimentas apretadas, aplicar una compresa fría, beber más agua y reducir la ingesta de sal.
3. Alcohol
El consumo de líquidos de este tipo implica que el cuerpo retenga más agua después de beber.
En la mayoría de los casos la hinchazón desaparece en unos días, pero si no es así, podría estar relacionado a una eventual complicación en el corazón, el hígado o los riñones.
De la misma manera, los especialistas dijeron que si esto ocurre seguido, es altamente probable que estés ingiriendo alcohol en exceso.
4. Clima cálido
Las condiciones climáticas de estas características pueden ser una posible causa, especialmente en las personas con problemas de circulación.
5. Linfedema
Es una afección que suele desencadenarse a raíz de tratamientos contra el cáncer en los que se dañan o extirpan los ganglios linfáticos.
Sin embargo, desde la Clínica Mayo explican que cualquier problema que bloquee el drenaje del líquido linfático puede generar linfedema.
6. Lesión
Ciertos tipos de fracturas, torceduras y esguinces pueden provocar que la sangre se dirija a la zona afectada, lo que a su vez puede potenciar que aparezca hinchazón.
El reposo, la aplicación de hielo, usar vendas de compresión y elevar los pies son acciones que pueden ayudar a que disminuya, aunque por supuesto, depende de las características de cada caso en particular.
En algunos, existe la probabilidad de que se deba recurrir a remedios u otros elementos de apoyo. Y en los más graves, se podría requerir de una operación.
7. Insuficiencia venosa crónica
Puede causar hinchazón debido a daños en las válvulas o por actos como estar parado o sentado por períodos extensos, lo que tiene efectos en el flujo de la sangre y puede contribuir a que se acumule en los pies y las piernas.
8. Enfermedad renal
La presencia de diagnósticos de este tipo suele estar relacionada con un exceso de sal en la sangre y, por consiguiente, a que se retenga agua.
9. Enfermedad hepática
Desde Healthline explicaron que las complicaciones en el funcionamiento del hígado pueden desencadenar un exceso de líquido en las piernas o los pies. Esto puede darse por aristas genéticas en algunos casos, aunque en otros puede ser efecto del consumo de alcohol, la obesidad o el padecimiento de un virus.
10. Coágulos sanguíneos
Se trata de masas que se presentan cuando la sangre se endurece, lo que hace que pase de un estado líquido a uno sólido, detallan desde MedlinePlus. Aquello dificulta que la sangre fluya.
11. Infecciones
Factores como las ampollas, las quemaduras y las picaduras de algunos insectos pueden estar relacionados a estas molestias.
12. Medicamentos
Los efectos secundarios de ciertos remedios también pueden hacer que los líquidos se acumulen.
13. Insuficiencia cardíaca
Este punto hace referencia a cuando el corazón enfrenta dificultades para bombear la sangre de manera óptima. Así, influye en que esta no circule como debería, lo que favorece a la retención de sal y líquidos.
Cabe destacar que siempre es recomendable visitar a un médico para evaluar cada caso en específico.