La posibilidad de llegar a Marte se ha posicionado como un interés para parte de la comunidad científica dedicada al área espacial.
Y a pesar de que aquello todavía se ve lejano, hay especialistas que se han adelantado y que ya piensan en cómo se debería gestionar una eventual civilización humana en el planeta rojo.
Una de las voces más reconocidas en este ámbito es la del astrobiólogo Jacob Haqq-Misra del Blue Marble Space Institute of Science (BMSIS, por sus siglas en inglés).
El experto también es autor del libro Sovereign Mars: Transforming Our Values through Space Settlement (University Press of Kansas, 2022), título que en español se traduce —de forma literal— como “Marte Soberano: transformar nuestros valores mediante la colonización espacial”.
Haqq-Misra sostiene que, en caso de que los seres humanos logren establecerse en Marte, el planeta debería contar con un sistema “autónomo” e independiente al de la Tierra.
Aquello implica factores como que tengan su propio sistema económico y legal, además de que naturalmente desarrollen una cultura local.
De hecho, en junio de 2024 presentó a Space Policy un artículo en el que plantea “un modelo de libertad económica en Marte”.
“Las aspiraciones de sustentar la vida humana en el espacio deben basarse en factores humanos, en lugar de solo en limitaciones tecnológicas. Los avances en los modelos de gobernanza y ética son necesarios a medida que la civilización humana se convierte en una especie espacial”, se lee en el documento.
Para el astrobiólogo, se trata de una visión a largo plazo que es necesaria de considerar para que la eventual presencia humana en el planeta sea sostenible y fructífera.
En conversación con Universe Today, dijo que su motivación para dicho trabajo fue “basarme en el marco idealista (pero factible) para un Marte independiente”.
Previamente, en mayo de 2016, había publicado otro artículo en el que aseguró que “el eventual aterrizaje de humanos en Marte tendrá un enorme valor transformador”.
“Antes de tal acontecimiento, propongo que liberemos a Marte de cualquier interés controlador de la Tierra y permitamos que los asentamientos marcianos se desarrollen en una segunda instancia independiente de civilización humana”, manifestó en aquel escrito.
Qué dice la propuesta para que Marte tenga un sistema “autónomo”
El astrobiólogo afirma que deben cumplirse una serie de condiciones para que esa independencia sea efectiva.
Entre estas se encuentran que todos los colonos permanentes en Marte acepten completamente la ciudadanía marciana y que los terrícolas no puedan interferir en los asuntos del planeta rojo.
Esto último incluye tanto los aspectos financieros como los políticos y sociales.
Además, dice que los terrícolas deben obtener el permiso de Marte para realizar investigaciones en el planeta, que solo los ciudadanos marcianos puedan poseer tierras y que todos los recursos llevados desde la Tierra permanezcan ahí de forma permanente.
A esto se le suma un sistema bancario de “reserva total” en el que los bancos no puedan prestar más dinero del que poseen en sus reservas y un mecanismo para evitar la centralización del poder.
“El mayor desafío es contar con la infraestructura y los recursos suficientes para lograr la autosuficiencia en Marte”, dijo Haqq-Misra a Universe Today, refiriéndose a su propuesta en concreto.
En este sentido, destacó que “para lograr que el planeta sea independiente es posible que se necesiten benefactores con visiones a largo plazo para la humanidad o incluso para la Tierra, sin necesidad de un retorno financiero inmediato o cercano”.
“Yo lo llamo ‘altruismo profundo’ en Sovereign Mars (su libro)”, agregó el astrobiólogo.
Junto con ello, según rescató Deutsche Welle, Haqq-Misra afirma que si los colonos tienen la capacidad de desarrollar su propia cultura y sistema de valores desde un principio, Marte podría convertirse en un escenario para evaluar nuevas formas de gobierno y soluciones a problemas globales que figuran en la Tierra.
Por lo tanto, permitiría reimaginar la civilización humana y cómo se desenvuelve, además de que la autonomía podría contribuir a evitar potenciales conflictos de independencia entre líderes marcianos y terrícolas.
El académico de Derecho Espacial de la Universidad de Nebraska, Frans von der Dunk, declaró en una entrevista con Popular Science en 2015 que si los provenientes de la Tierra son capaces de establecer comunidades autosuficientes en Marte, se enfrentarán a una revolución cultural —en términos de identidad— dentro del mismo planeta rojo.
Aunque en un inicio podrían seguir identificándose con sus países de origen y las leyes que estos tienen, “en algún momento dejarán de sentirse así”.
A modo de ejemplo, sugirió que “no se sentirán estadounidenses o rusos o de donde vengan, se sentirán marcianos”.
“Dirán: ‘Escucha, ya no queremos pagar impuestos y queremos desarrollar nuestro propio sistema legal’”, planteó el especialista, en una línea similar a lo que plantea Haqq-Misra.
Bajo esta línea, afirmó que los cambios culturales en poblaciones separadas a la Tierra serían prácticamente inevitables y que con el tiempo se perderían muchas tradiciones terrícolas, para así dar paso a otras nuevas y propias de los habitantes del planeta rojo.
Esto incluiría desde chistes y formas de expresarse hasta reglas y costumbres.
Por lo tanto, la independencia que sugiere Haqq-Misra aceleraría esa transición, precisó Frans von der Dunk.
“Uno podría pensar que, debido a que Marte es tan diferente de la Tierra, cuando se aparten de las estructuras legales tradicionales, podrían desarrollar algo muy nuevo”, declaró.
Sin embargo, el académico de la Universidad de Nebraska hizo hincapié en que todavía “todo esto es muy hipotético” y con miras hacia el futuro, tal como ha sostenido el experto del BMSIS.