El arresto de Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los fundadores el Cartel de Sinaloa, ha desencadenado una guerra entre facciones internas de la organización criminal.
Su detención se dio el pasado 25 de julio, junto a la de Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de “El Chapo” Guzmán.
El operativo ocurrió después de que este último lo invitara a subirse a una avioneta para que fueran a revisar unos terrenos en el norte de México.
Sin embargo, la aeronave se dirigió hacia Estados Unidos, en donde fueron arrestados por la policía de dicho país.
Qué pasó en Culiacán tras el arresto de “El Mayo” Zambada
Aquello ha desatado distintas crisis de seguridad, entre las que se encuentra un conflicto armado abierto que ha durado más de dos semanas en Culiacán, en el estado de Sinaloa, desde el pasado 9 de septiembre.
Las autoridades locales han reportado que, solo hasta el 23 de dicho mes, se contaban al menos unos 50 muertos y 70 secuestros.
El periodista inglés especializado en cubrir organizaciones criminales en México, Ioan Grillo, explicó a la BBC que hay dos facciones del cartel que están en enfrentamientos para llenar el vacío de poder que dejó el operativo de finales de julio.
Una de ellas está conformada por “los mayos”, es decir, los hijos y aliados de Zambada.
La otra corresponde a “los chapitos”, los hijos y aliados de “El Chapo” Guzmán, quien también se encuentra detenido en Estados Unidos.
Grillo lleva 24 años cubriendo la violencia en el mencionado país y también ha reporteado los enfrentamientos de septiembre en Culiacán.
Además, a lo largo de su carrera ha producido decenas de documentales y ha escrito libros sobre el narcotráfico, tales como Blood Gun Money: How America Arms Gangs and Cartels (Bloomsbury Publishing, 2021).
“He ido 14 veces a Sinaloa y llevo décadas cubriendo al narco y nunca había visto una guerra civil como la está ocurriendo tras el arresto de ‘El Mayo’”, comentó el reportero al citado medio.
Relató que “la ciudad está paralizada” y que “antes eran dos o tres días en ciudades pequeñas con cierta tradición de violencia, pero ahora es en una capital de un millón de habitantes”.
A raíz de los tiroteos, secuestros e incendios, dijo que los niños no están asistiendo a los colegios, que gran parte del comercio se detuvo y que pueblos cercanos a Culiacán han enfrentado escasez de alimentos, entre otras consecuencias y peligros a los que se ha enfrentado la población.
“La gente se autoimpuso un toque de queda y las redes sociales están proliferando el miedo con videos muy crudos, falsos y ciertos, que generan una sensación abrumadora. Y eso que es mucho lo que no se sabe, porque los periodistas locales no están saliendo de noche ni a las zonas rurales. La cifra de 50 homicidios es limitada. Ves que hay balaceras fuertes en las noches que nadie cubre y no llegan a los reportes oficiales”, contó Grillo.
En sus palabras, “a uno se le contagia el miedo, siente una adrenalina al máximo, algo que nunca sentí en otros lugares”.
Cómo es la guerra entre “los mayos” y “los chapitos”
Cuando le consultaron qué ha escuchado de los habitantes de Culiacán, Grillo dijo que “por un lado hay psicosis social, miedo”, hasta el punto en que un señor le comentó que tenía “un ataque nervioso”.
“Pero por otro hay gente que apoya más a ‘los mayos’, que tienen la imagen de ser más vieja escuela, que andan en chanclas y sombrero y no se meten con el pueblo, y vienen de la amapola y la marihuana”.
En contraposición, precisó el periodista, “‘los chapitos’ son más vistos como un cartel nuevo y más violento, con opulencia, moviendo droga sintética”.
“Y en ese sentido la gente cree que ‘los mayos’ van a ganar, pero yo veo a ‘los chapitos’ muy poderosos. El público quiere que haya un ganador, por acuerdo o por batalla, para que termine la guerra civil”.
Al ser consultado sobre por qué el arresto o el asesinato de un capo desencadena enfrentamientos, Grillo dijo que “el problema del narcotráfico y del crimen organizado” es que “cuando quitas elementos aparecen otros”.
“Pero se cree que si bajas a las cabezas, a los capos, eso no pasa, y esa ha sido la estrategia de las agencias estadounidenses (...) Si las cabezas no se reemplazan automáticamente, igual hay consecuencias, porque su baja quita el orden que hay y empieza una lucha para reemplazarlo”.
En este sentido, dijo que “ese orden está sobre todo en las bases de las facciones, que es donde están los elementos más jóvenes, que son a su vez los más violentos”.
“Entonces, entre más cabezas quitas, más violencia siembras”, enfatizó.
Aún así, hizo hincapié en que “no hay otra” estrategia para enfrentar el crimen organizado en México ni Estados Unidos, por lo que “uno puede criticar mucho, especular, pero lo cierto en esto es que es muy fácil proponer y muy difícil lograr resultados”.
Respecto al Cartel de Sinaloa, detalló que aunque cuentan con varios líderes, los dos más poderosos son “El Chapo” y “El Mayo”.
Describió al primero como “la versión pública” y al segundo como “la versión de bajo perfil”, debido a que Zambada ha evitado mostrarse y es conocido por llevar un estilo de vida más pragmático.
“Era el líder emblemático, una figura construida a través de los años, una suerte de símbolo nacional para muchos. Nunca, en medio siglo en la ilegalidad, había pisado una celda”.
“Muchos colegas míos no quisieron creer la versión de la traición: pensaron que si él estaba en Estados Unidos, era porque quería. Pero a medida que fue saliendo información del secuestro, que viene de personajes del cartel, de EE.UU. y de él mismo, es claro que ahí está la búsqueda de una guerra por el control”, enfatizó Grillo a la BBC.
El reportero también subrayó que aunque ambas facciones han iniciado “una guerra fría entre ellos” durante los últimos años, tras el operativo de julio el conflicto se convirtió en “una guerra civil” en la organización criminal.