Suena el despertador, te levantas de la cama, vas a la ducha, preparas una taza de café y reúnes tus herramientas para empezar un nuevo día de trabajo. Si bien, algunas empresas han optado por mantener la modalidad en línea como una herencia de la pandemia, también hay empleados que ya asisten a sus puestos de manera presencial.
Aunque las disciplinas que ejerce cada persona pueden ser variadas, todavía son muchos los que dependen de una silla para realizar sus labores. Y, en muchos casos, también de un computador.
Te sientas en tu escritorio, enciendes la pantalla y pasas la mayor parte de tu jornada pegado a documentos digitales, reuniones virtuales o planillas con una inmensa cantidad de números.
Aquello es común, pero eso no significa que necesariamente sea positivo para tu salud.
Numerosas investigaciones académicas han detallado los efectos de pasar muchas horas frente a aparatos tecnológicos, mientras que otras han informado sobre las consecuencias del sedentarismo.
Un estudio de 2022 publicado en JAMA Cardiology reveló que pasar más de 8 horas diarias sentado puede significar un aumento de entre 17% y 50% más de posibilidades en sufrir infartos de miocardio, insuficiencia cardíaca, accidentes cerebrovasculares e, incluso, muertes cardiovasculares.
Dicho escenario fue menor en quienes pasaban menos de 4 horas en dicha posición, mientras que las consecuencias se vieron en aumento cuando los voluntarios del primer grupo —adicionalmente— no hacían actividad física.
Sí, en ocasiones y dependiendo de tus labores, puede ser difícil que pases menos tiempo instalado en una silla. Pero hay ciertas estrategias por las que puedes optar para reducir el impacto en tu cuerpo.
Cómo enfrentar el sedentarismo y sus posibles repercusiones
La académica de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de Jaén, Gema Torres Luque, escribió un artículo en El País en el que compartió sus recomendaciones para tomar “descansos activos” en medio de la jornada laboral.
Según citó a partir de un estudio publicado en Medicine & Science in Sports & Exercise, breves pausas como dar una caminata de 5 minutos cada media hora sentado puede disminuir la tensión arterial y la glucosa en la sangre. De la misma manera, se refirió a otro que sugiere realizar una rutina de entrenamiento de fuerza cada una hora, para así reducir la fatiga mental y la incomodidad de estar en una sola postura.
Si no te sientes capacitado para este último, acciones como rutinas de estiramiento también pueden ayudarte.
En este sentido, detalló que especialistas en el área aconsejan tomar pausas de entre 10 a 15 minutos cada 40 o una hora, periodo que puede sustituirse —dependiendo de las circunstancias— con descansos de 3 a 5 cada media hora.
“A partir de seis semanas comienza a observarse un descenso en el dolor de cuello u hombros, y mayoritariamente, a nivel lumbar”, destacó la académica en su nota del citado medio, “pero los beneficios se extienden a incrementar la fuerza general, lo cual no solo tiene una repercusión positiva en la tarea laboral, sino además en la rutina diaria.
Bajo esta línea, enumeró una serie de acciones sencillas que se pueden aplicar para contrarrestar los efectos del sedentarismo, siempre y cuando sea posible dependiendo de cada caso.
Estas son: intentar llegar caminando al trabajo o bajarse unas estaciones antes del transporte público, usar más las escaleras, tratar de pararse para tener conversaciones por teléfono, hablar de pie con tus colegas, sentarse y levantarse varias veces seguidas para no estar en una sola posición, laburar parado por un breve periodo, y levantarse a estirar el cuerpo cada cierto tiempo.
Cabe destacar que siempre es recomendable visitar a un médico para evaluar qué acciones puedes hacer o no dependiendo de tu actual estado de salud.