El ministro de Defensa de Taiwán, Wellington Koo, advirtió que un verdadero bloqueo de China al territorio sería un acto de guerra, el cual tendría consecuencias significativas para el comercio internacional.
Las declaraciones del titular de la cartera se dieron este miércoles 23 de octubre y se posicionan después de que las fuerzas chinas practicaran ese escenario en ejercicios a mediados de mes.
Durante los últimos cinco años, las tropas comandadas por Pekín han realizado actividades militares casi a diario en torno a la isla.
Estas han incluido simulaciones de bloqueos y ataques a puertos.
Cabe recordar que la República Popular China (RPC) presidida por Xi Jinping considera que Taiwán es parte de su territorio, lo que es rechazado por los líderes locales.
Qué dijo el gobierno de Taiwán sobre las consecuencias de un potencial bloqueo de China
En un punto de prensa en el Parlamento, el ministro de Defensa taiwanés afirmó que, según el derecho internacional, un bloqueo prohibiría a todos los aviones y barcos entrar en la zona.
“Entonces, según las resoluciones de las Naciones Unidas, se considera una forma de guerra”, aseguró en declaraciones reunidas por la agencia internacional de noticias Reuters.
Bajo esta línea, agregó: “Quiero enfatizar que los ejercicios y simulacros son totalmente diferentes de un bloqueo, como lo sería el impacto en la comunidad internacional”.
Wellington Koo destacó que un bloqueo de China tendría consecuencias más allá de su territorio.
Según precisó el ministro, una quinta parte del transporte mundial de mercancías pasa por el estrecho de Taiwán.
“La comunidad internacional no puede quedarse de brazos cruzados y simplemente observar”, manifestó.
Qué dijo Taiwán sobre la presencia de portaviones de China
El mismo miércoles 23 de octubre, el Ministerio de Defensa acusó que un grupo de portaviones pertenecientes a China navegó por el estrecho de Taiwán.
Aseguraron que viajaron en dirección al norte después de pasar por aguas cercanas a las islas Pratas, las cuales son controladas por el gobierno taiwanés.
Desde el ministerio detallaron que los barcos fueron vistos la noche del martes y que eran liderados por el Liaoning, el más antiguo de los tres portaviones de China, según rescató Reuters.
Las islas Pratas están ubicadas en el extremo norte del Mar de China Meridional.
Al ser consultados sobre esta situación por la citada agencia internacional de noticias, el Ministerio de Defensa de China declinó hacer comentarios.
Sin embargo, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Lin Jian, dijo en un punto de prensa en Pekín que —como consideran que Taiwán es parte de su territorio— “no hay nada más normal que los portaviones chinos operen en su propio territorio y aguas”.
El portaviones Liaoning también participó en los recientes ejercicios militares.
En ese momento, desde Taiwán afirmaron que operó frente a la costa sureste de la isla, mediante el lanzamiento de aviones desde su cubierta.
Por su parte, en septiembre, Japón acusó que el mismo portaviones entró en sus aguas contiguas por primera vez.
Cuáles son las posturas de China y Estados Unidos ante la situación de Taiwán
Las autoridades chinas han sostenido que estarían dispuestas a enfrentarse militarmente con el objetivo de tomar el control de Taiwán.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también ha expresado sus intenciones de reaccionar en caso de un eventual ataque directo o invasión por parte de sus fuerzas.
Distintos analistas han afirmado que Taiwán posee una relevancia estratégica clave en la región, tanto desde el punto de vista económico como desde el geopolítico y el militar.
Pese a que Estados Unidos no lo reconoce como un Estado Independiente, sí mantiene vínculos informales con las autoridades taiwanesas y se ha manifestado en contra de que el territorio sea controlado por la RPC.
Informaciones reunidas por Reuters detallan que el gobierno de Taiwán ha estado preocupado por el uso de parte de China de su guardia costera en las recientes maniobras militares.
También por la eventual posibilidad de que sus barcos civiles puedan ser abordados o inspeccionados, mientras China intenta afirmar su autoridad en el estrecho.
En un informe presentado al Parlamento este miércoles, la guardia costera taiwanesa dijo que si esto último sucediera, sus barcos responderían bajo el principio de “ni provocar ni dar marcha atrás” y detendrían esos actos “con todas sus fuerzas”.