La presión de cumplir con las responsabilidades de la rutina y las constantes notificaciones en los teléfonos celulares, pueden dificultar que nos concentremos en solo una tarea. Incluso, muchas veces tratamos de hacer más de una a la vez y esperamos conseguir resultados satisfactorios, a pesar de que tenemos sueño, fatiga o unas ganas incontrolables de distraernos.
Aquello es común. Después de todo, tenemos capacidades limitadas, por lo que un descanso puede ser una necesidad para que sigamos cumpliendo con nuestros deberes de la mejor manera.
“No podemos esperar levantar pesas sin parar durante todo el día, y tampoco podemos esperar mantener la concentración y la atención durante largos periodos de tiempo”, dijo al New York Times la académica de la Universidad de California, Gloria Mark, mientras que la profesora del Mount Holyoke College, Marta Sabariego, destacó que concentrarnos también nos quita energía, aunque el cerebro no es un músculo.
Un estudio publicado en la revista científica PLoS ONE descubrió que las pausas de 10 minutos o menos traen beneficios para combatir la fatiga mental, además de aumentar la posibilidad de resistir cuando sentimos que un trabajo es más complejo.
En su análisis, los investigadores notaron que mientras más largo era el descanso (dentro de ese rango de tiempo), mayor era el rendimiento una vez que se retomaban las actividades.
Las recomendaciones de expertos para mejorar el rendimiento de tu cerebro
Supongamos que es un lunes por la mañana y debes empezar con la tarea que dará inicio a tu semana, sea en una oficina, al aire libre o en tu hogar.
Si estás con un computador o celular cerca tuyo, es probable que de a poco lleguen correos electrónicos, llamadas, mensajes y notificaciones en redes, las cuales no necesariamente tienen que ver con tus quehaceres del día a día.
A pesar de la intención de atender a cada una de esas distracciones mientras sigues con tu actividad inicial, puede que te demores mucho más tiempo del esperado o que no llegues a concretar ninguna, aunque no hayas pensado en procrastinar.
El autor del libro Stolen Focus: Why You Can’t Pay Attention and How to Think Deeply Again (2022), Johann Hari, dijo al Times que estas situaciones ocurren porque “solo se puede pensar conscientemente en una o dos cosas a la vez”.
“Es una limitación fundamental del cerebro humano”, explicó, para después añadir que hacer varias tareas al mismo tiempo puede “aumentar los errores, reducir la creatividad y causar fatiga”.
La gran pregunta es, ¿qué hacer para no caer en ese escenario?
Tanto él como Mark y Sabariego concuerdan en que tomarse un descanso es la opción adecuada, pero, ¿con qué frecuencia?
El cerebro de cada persona funciona de manera distinta, por lo que la experta del Mount Holyoke College advirtió que no hay una regla general. También depende de qué tipo de actividades estás haciendo y de si disfrutas de ellas o no.
Por ejemplo, si te gusta lo que haces, tu concentración puede durar 90 minutos, debido a que generas más dopamina, la cual “ayuda a reducir nuestro mundo visual y auditivo, y aumenta nuestra motivación”.
En el caso contrario, es probable que necesites de más espacios para continuar de forma eficiente. Los expertos detallaron que una estrategia efectiva es tomar una breve pausa cada 30 minutos, para así ir entrenando tu concentración y después ir aplazando los descansos progresivamente.
Si te es de utilidad —para no pasarte de lo considerado— puedes usar un temporizador o poner una alarma.
Las claves para que el descanso sea eficiente
Una investigación que la doctora Clark hizo con Microsoft Research descubrió que dar un paseo de 20 minutos por la naturaleza aumenta la creatividad de los trabajadores. Si bien, aquella posibilidad no se da en todos los empleos, salir a caminar por los alrededores de tu entorno habitual también trae beneficios, incluso si es dentro de un edificio.
Otra opción es practicar una rutina de ejercicios de apenas 15 minutos. Según un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la estimulación física aporta a la reducción del estrés y a una mayor interacción con otras personas.
Para Johann Hari, el autor del libro citado más arriba, es importante que consideres que descansar no se traduce en ver otros asuntos relacionados a tu trabajo, debido a que eso igualmente te mantiene activo.
De la misma manera, la doctora Mark recalcó que revisar tus redes sociales tampoco es la mejor estrategia, ya que “si ves algo molesto en Twitter, puede interrumpir la tarea que estás realizando y se quedará contigo mientras pasas a otra cosa”.
En otras palabras, dejar tu teléfono o computador de lado —durante la pausa— puede favorecerte en ese momento de relajo.
La fallecida poeta y escritora estadounidense, Maya Angelou, contó en una entrevista con Daily Beast en 2013 que, para facilitar sus procesos creativos, planeaba estrategias con su “mente grande” y su “mente pequeña”.
Con el primer concepto hacía alusión al trabajo pasado (como escribir una obra literaria), mientras que con el segundo se refería a sus espacios de descanso, en donde solía hacer crucigramas.
“La mente pequeña permite a la grande refrescarse y reponerse”, sugirió en dicha instancia.
Quizás tus objetivos sean distintos a los de Angelou, pero puedes aplicar sus recomendaciones en tu caso particular, ya sea a través de un mazo de cartas, un videojuego o una canción de tu álbum favorito. Todo depende de ti y de lo que te genera bienestar.
Y si tienes la posibilidad, el doctor Srini Pillay dijo al Times que una siesta de 5 a 15 minutos es una buena alternativa para recuperar energías, aunque para estimular la creatividad se necesitan aproximadamente unos 90. Comer un snack saludable, como una manzana, también puede serte de utilidad.
Importante: no olvides ajustar tu cronómetro o alarma para evitar que te quedes dormido o pases de largo haciendo otras actividades que disfrutas.