Examen médico nacional: ¿El problema son los médicos o la vara con que se los mide?




El Eunacom o Examen Único Nacional de Conocimientos en Medicina, es una prueba que se comenzó a aplicar de forma voluntaria en el 2003, y por ley a partir del 2010, a todos los egresados de medicina de las universidades chilenas. Desde el 2014, es requisito para trabajar en el sistema público de salud, para médicos nacionales y extranjeros. Su parte teórica, que se exige a todos los médicos por igual, consiste en 180 preguntas que evalúan conocimientos básicos para ejercer la medicina.

Dado que en 2014 había médicos trabajando sin la aprobación de este examen, se les concedió un plazo de dos años para que lo hicieran. Esa prórroga se cumplió y 277 médicos que no obtuvieron el mínimo deberán dejar de trabajar en el sistema público.

 Ante esto, nuevamente se levantan voces que piden terminar con este barómetro de calidad para permitir que estos profesionales se les permita seguir trabajando. Se argumentan dos cosas: Que Chile necesita médicos con urgencia y que se discrimina a extranjeros.

¿Es esto correcto? ¿Sirve de algo el Eunacom o es solo una burocracia inútil que deja fuera del sistema arbitrariamente a algunos médicos?

Tomemos  como ejemplo la fallida Universidad del Mar:

El año 2011 el promedio de alumnos que reprobaron este examen médico en universidades chilenas fue de 2,9%, mientras que la Universidad del Mar tuvo un 19.6% de egresados reprobados  (llegando a un año increíble de 48% de egresados reprobados).  En forma sistemática, esta casa de estudios obtuvo por lejos el mayor porcentaje de reprobados en el examen de todos los años en que se ha realizado. Tiempo después supimos la realidad detrás de estos resultados: La directora de Enfermería y jefa del área de Salud de la sede Maipú de dicha universidad ejercía con un título falso, los estudiantes se titulaban sin haber asistido a partos ni a cirugías mayores (palabras denunciadas por un exdecano), entre otras falencias que culminaron en un gran bochorno para el Mineduc: El cierre de la universidad.

Hoy en día, el Eunacom es reprobado por el 26 % de los egresados de las universidades nacionales frente a un 78 % de los egresados de universidades extranjeras. Esto quiere decir, que quienes no lo aprueban carecen de conocimientos básicos para ejercer la medicina.

Gran parte de los países desarrollados tienen exámenes similares y en algunos como Estados Unidos, no solo se da una vez, si no que debe rendirse cada 5 años para certificar que se mantiene actualizado en sus conocimientos.

Dado lo anterior, el siguiente paso hacia el desarrollo no constituye terminar con el examen, si no muy por el contrario, incorporar evaluaciones periódicas: alguien que estudió medicina en los años 90 y nunca más renovó sus conocimientos, probablemente ya no se encuentra capacitado para trabajar como médico.     

En Chile el déficit de médicos y especialistas es real: Somos el segundo país de la Ocde con menos médicos por cada 1.000 habitantes y su distribución es poco equitativa. Mientras en el norte hay 5,95 especialistas por cada 10.000 habitantes, en la zona central hay casi 12 por cada 10.000. (cifras Minsal 2011).  Aun así, se trata de un problema que tiene solución.  Somos el país de la Ocde que ha experimentado el mayor crecimiento en el número de médicos graduados.  Para subsanar este déficit, se debe también fomentar la inmigración de médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud.  Sin embargo, poner a trabajar en un hospital público a cualquiera que pueda vestir un delantal blanco sin exigirle un mínimo de conocimientos, implica para el Estado una negligencia inexcusable.

 No caigamos en la tentación de resolver la falta de médicos a la "chilena", o sea rápido y mal. Quien reprueba el Examen Médico Nacional, chileno o extranjero, no debería ejercer en el sistema de salud y punto.

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