El productor que trajo por primera vez a David Bowie a Chile: "Fue el que menos entradas vendió"
Ernesto Clavería, pionero de los megaeventos locales, recuerda la compleja venida del artista en 1990 a Rock in Chile, con Bryan Adams y Eric Clapton, entre otros.
David Bowie se presentó en dos ocasiones en suelo local. La primera fue el 27 de septiembre de 1990 en el marco de la gira Sound + Vision, la que lo llevó a tocar en el evento Rock in Chile en el Estadio Nacional frente a 15 mil asistentes.
El dato estadístico es elocuente: el reducto, con capacidad en esos días para más de 70 mil asistentes, se vio casi vacío y sin una convocatoria acorde a una leyenda que seguía despuntando vigencia. De alguna manera, la primera vez del Duque Blanco por Santiago semeja un tropezón, un bochorno que hasta hoy regala muecas y frases de incredulidad entre sus gestores.
Ernesto Clavería, pionero de los megaeventos locales a través de la empresa Prodin, responsable también del debut de Rod Stewart en Ñuñoa un año antes y encargado de la venida del británico para Rock in Chile, rememora: "Fue el artista que tuvo la menor venta de entradas en los tres días del espectáculo, muy por debajo en comparación a Eric Clapton y Bryan Adams, los otros invitados. Ahí fallamos en nuestros estudios de convocatoria".
Su lamento alude a los otros comensales que animaron el evento, el que también contó con el ex The Rolling Stones Mick Taylor y que sufrió a última hora la baja de la sensación pop de esa temporada, el conjunto de origen belga Technotronic.
Clavería sigue: "Eso sí, donde no fallamos fue que, 15 días antes del concierto, nosotros sabíamos que sería un artista que nos ocasionaría las perdidas que nos ocasionó. Pero a pesar de saber ese dato estadístico nunca suspendimos un concierto. Por otro lado, cuando ya habíamos lanzado la publicidad, con varios meses de antelación, y sólo a 30 días del Rock In Chile, Amnistía Internacional organizó un concierto en el mismo Estadio Nacional con artistas muy llamativos y a unos precios que no podíamos competir. Nunca nos llamaron para informarnos que harían un festival. Nos enteramos por la prensa cuando lo anunciaron. O para pedirnos que aplazáramos nuestro evento".
El paralelo del promotor apunta al evento que la fundación realizó ese mismo 1990, pero a mediados de octubre, apenas un par de semanas después de Rock in Chile, y donde estuvieron Sting, Peter Gabriel, Sinead O' Connor y New Kids on the Block, entre otros. "Lamentablemente, a pesar de nuestra excelente disposición a ayudar a Amnesty, como lo hicimos en muchos aspectos, los organizadores locales jugaron a opacar nuestro festival y lo lograron. Ahí el gran perdedor artísticamente por convocatoria fue Bowie. Los otros días, a pesar que no se llenaron, estuvieron muy bien de publico", cuenta el empresario, quien hoy reside en Puerto Rico tras retirarse de la organización de conciertos en Chile en 1993, luego que Michael Jackson cancelara uno de los dos recitales que daría en el coliseo ñuñoíno.
Eso sí, el tope de fechas con la iniciativa de Amnistía Internacional no es la única razón que entrega para justificar la débil convocatoria. El promotor sigue: "Otro de los aspectos a considerar es que eran grandes figuras en una sola semana y había mucha gente incrédula que esto se pudiera dar en Chile. También influyó que debimos reemplazar a ultima hora a Milli Vanilli por el escándalo del doblaje. Y el publico es escéptico a estas situaciones. De hecho vendimos muchas entradas los últimos días, cuando los artistas ya estaban en el país".
Clavería sólo tuvo un trato protocolar con Bowie y lo describe como un hombre bastante parco, aunque siempre muy profesional y con exigencias normales para una estrella de su estirpe. Por otro lado, también define su visita como un anhelo individual: "Este evento era una de mis ambiciones profesionales", dice en torno a una de las venidas más complejas en el amanecer de los megaeventos chilenos.
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