Jazmina Barrera: "Para mí los libros inclasificables son ensayos"
La escritora mexicana, autora de Cuaderno de faros, se presenta el próximo martes en la Cátedra Bolaño, de la UDP. Aquí, habla de su obra y de su labor como editora y fundadora de Ediciones Antílope.
No es primera vez que está en Chile. Es más: alguna vez conoció el faro de isla Magdalena, en Punta Arenas. Fue como un sueño. La escritora mexicana Jazmina Barrera (1988) podría ser una especialista en esas "casas de luces" que están desparramadas por los océanos de la Tierra.
"Colecciono mapas de faros. Tengo uno que muestra los faros de todas las costas del mundo", se lee en Cuaderno de faros, el segundo libro de Barrera que ha tenido varias ediciones. Esta semana fue presentada su versión nacional, por el sello Montacerdos. En esta oportunidad Barrera también viajó a Chile acompañada de su pareja, el escritor Alejandro Zambra.
Destacada ensayista, Licenciada en Literaturas Modernas Inglesas por la UNAM, becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas, Barrera quien también efectuó una maestría de Escritura Creativa en Nueva York, obtuvo por su primer libro, Cuerpo extraño (Literal Publishing), el Premio Latin American Voices 2013.
Barrera, quien además es fundadora de Ediciones Antílope, sello creado en 2015, se presentará el próximo martes 13 de agosto, en la Cátedra Bolaño, de la Universidad Diego Portales. La cita es a las 11:30 h, en el Estudio de la Facultad de Comunicación y Letras, ubicada en Vergara 240.
[caption id="attachment_94056" align="aligncenter" width="603"]
Una muestra de los libros publicados por Ediciones Antílope.[/caption]
Por estos días Barrera relee Las genealogías, de Margo Glantz. "Este libro, diría yo, ya es un clásico de nuestra literatura", señala. También entre sus lecturas está Algo elemental, del escritor estadounidense Eliot Weinberger. "Son breves ensayos que me fascinan", añade.
¿Qué elementos entrega el ensayo que son atractivos para fijar allí una escritura?
Creo que mi gusto por el ensayo tiene su origen en mis lecturas, pero sobre todo en mis escritos tempranos. Esto porque yo iba a una escuela, donde uno de sus ejercicios más recurrentes era pedirnos que escribiéramos Textos libres. Así los llamaban ellos, y era media hora en los que podíamos escribir cualquier cosa que quisiéramos. Y releyendo, hace poco esos textos, me di cuenta que mezclaba con toda tranquilidad ficción y no ficción, listas, argumentos, etc. Y esas fueron mis primeras publicaciones, porque teníamos unas imprentas móviles en cada salón y a fines de año hacíamos una antología. Recuerdo que el primer texto que publiqué fue sobre mi gata que había tenido gatitos. Para mí todos los libros inclasificables son ensayos que juegan con las fronteras de los géneros.
¿Cómo elaboraste Cuaderno de faros?
Escribí Cuaderno de faros después de un viaja que hice a un faro en la costa de California (EEUU). Esto, mientras visitaba a un tío y leía la novela Al faro (1927), de Virginia Woolf. Muchos años después quise escribir sobre ese viaje, recordar esa experiencia y mientras investigaba sobre los faros, éstos me comenzaron a apasionar. Desde allí comencé a hacer viajes a faros, saber más de faros, y ese ensayo que empecé a escribir se convirtió en un libro.
¿De qué se tratará la conferencia que darás en la Catedrá Bolaño con tan particular nombre "Somos jardines: apuntes sobre literatura microquimérica"?
La verdad que el nombre se me ocurrió a partir de un fenómeno biológico, que ocurre cuando una mujer está embarazada. Muchas veces las células del feto se van al torrente sanguíneo de la madre y esas células, como son muy flexibles, pueden incorporar a los órganos de la madre y adoptan las funciones al órgano al que lleguen. Y también sucede al revés, que células de la madre se incorporan al feto. Incluso de pronto células de una abuela, de un hermano, pueden llegar a ese feto. A partir de eso yo elaboré una teoría medio disparatada sobre ciertos libros que a mí me gustan mucho y de eso es lo que quiero hablar en la Cátedra Bolaño.
Siendo mexicana, ¿te interesó desde temprano la obra de Roberto Bolaño?
No. Incluso tenía un prejuicio con la obra de Bolaño, porque muchos compañeros míos de la facultad que no me caían bien, eran grandes fans de Bolaño (se ríe). Entonces llegué tarde a su literatura y me sorprendió, por supuesto, para bien. Aunque me gustó mucho la lectura de Los detectives salvajes, debo reconocer que uno de sus libros que más me gusta es Nocturno de Chile. La novela la leí en la clase de un maestro muy querido, Antonio Muñoz Molina. Creo que él me enseñó a enamorarme de ese libro.
¿Cómo ha sido el desarrollo de Ediciones Antílope?
Antílope nació como una editorial pequeña que armamos entre unos amigos, que queríamos darles voz a ciertos autores que particularmente nos interesaban. Hemos publicado escritores mexicanos, traducciones y a narradores latinoamericanos. Sentíamos que hacía falta ese espacio. Bueno y seguimos luchando por hacer los libros que queremos hacer de la mejor manera posible. Buscando siempre lo mejor entre el diseño y el contenido. No es fácil tener una editorial independiente en México, con un mercado neoliberal y los recortes del gobierno.
¿Preparas un nuevo libro?
El próximo año se va a publicar en México, Colombia y España, un libro que se llama Linea nigra, una mezcla de novela y ensayo. Y este año estuve corrigiendo ese libro. Además, comencé la escritura de una nueva novela que no sé dónde me va a llevar, pero la escritura la estoy disfrutando mucho.
[caption id="attachment_94055" align="aligncenter" width="297"]
Cuaderno de faros
impreso por Montacerdos.[/caption]
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.