Versus: ¿Cuál es el mejor disco de Metallica?

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Metallica.

En una nueva batalla musical, y ahora que Metallica acaba de agotar las entradas para su debut en el Estadio Nacional, los críticos de Culto, Andrés Panes y Nuno Veloso, enfrentan sus lecturas del que aseguran es el mejor trabajo de los formados en Los Ángeles. Mientras uno aplaude Master of Puppets, el otro elogia …And justice for all.


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Metallica en 1986.[/caption]

Master of Puppets: sufrir

Por Andrés Panes

Metallica me rompió el corazón el 2003, en la época de St. Anger, lejos su peor disco, defendido solo por apologistas y por la clase de gente que prefiere discutir sobre música en vez de escucharla, aunque mi desilusión no fue por su paupérrimo trabajo de estudio, del que incluso fui defensor en su momento, obnubilado por mi amor al grupo, sino por la cancelación del concierto que darían en Chile dos días después de mi cumpleaños número 18 y para el que tenía entradas muy simbólicas (un regalo de mi madre que trabajaba de parvularia de media jornada en una escuela pública, así que eran fruto de mucho esfuerzo). Recuerdo que no pude escucharlos en mucho rato, estaba realmente enojado. Me frustraba que el motivo del plantón fuese agotamiento físico y mental, algo que no podía comprender siendo chico, ignorante sobre salud mental (no era para nada común la conciencia al respecto que empieza a propagarse hoy) y, en parte, fanático del arrojo representado por Metallica a través de detalles biográficos como las meras dos semanas que tardó James Hetfield en volver a tocar en vivo después de las satánicas quemaduras que sufrió en Montreal el año 92.

https://culto.latercera.com/2019/05/26/41-mejores-peliculas-musicos-en-netflix-hbo-fox/

Tuve que ver Some Kind of Monster un par de años después para perdonarlos. Creo que es uno de los mejores documentales sobre música de la historia. Deberían mirarlo no solamente sus fans, sino cualquier interesado en comprender el desgaste humano que hay detrás de la fantasía rockera. Mi ruptura con Metallica justo coincidió con el ciclo de St. Anger, así que lo escuché poco y nada, y cuando volví a caer en sus redes, quizás para protegerme a mí mismo, me volví más moderado a la hora de opinar sobre ellos y llegué a pensar que los viudos de su antiguo sonido exageraban en sus pataleos. De todos modos, una parte mía siempre los entendió porque si hay algo cierto es que, cuando amas a Metallica, sufres. Conozco a pocas bandas así de adoradas que tengan una relación tan conflictiva con su audiencia. En fin, la cosa es que hace no mucho se viralizó un video en el que alguien con mucho talento para la edición y un exceso de tiempo libre alteró la batería de la clásica Master of Puppets para que sonara igual de tarrienta que la de St. Anger, un punto tan débil del disco que el propio Lars Ulrich admitiría poco después de sacarlo que era una basura. El resultado, atroz; la canción, defenestrada. Los que se quejaban no lo hacían de llenos: la involución era cierta.

https://www.youtube.com/watch?v=ujwiWjJLwBg

¿Por qué cuento todo esto? Porque pienso que vale la pena pasar rabias con Metallica y el porqué está justo en Master of Puppets y, en realidad, en todo el período que culmina gloriosamente con ese disco. Lo hecho por la formación clásica del cuarteto, con Cliff Burton a bordo destilando genialidad, es una proeza de la música popular contemporánea. No lo digo yo solamente: hasta en el congreso gringo lo incorporaron en la biblioteca musical por su aporte a la cultura del país, una distinción nunca antes recibida por un disco de metal. Master of Puppets es el Kind of Blue, el Love Supreme, de Metallica. Cuando "Battery" se abre paso, temeraria y galopante, lo que estamos escuchando es la captura de uno de esos momentos capitales para la historia en que tipos muy jóvenes y devotos a su arte dejan todo de sí en una grabación que supone un avance no solamente para su carrera, sino para un género completo. Metallica ya era la encarnación del thrash metal en el 86, pero Master of Puppets va más allá de las fronteras que ellos mismos habían definido. Si el thrash con su premura y su violencia suponía rebelarse ante el status quo del metal, el tercer disco de los estadounidenses propone una sublevación aun mayor debido a su complejidad técnica. La superlativa "Orion", en la que Burton, un instrumentista con formación clásica, hace y deshace a placer, augura un porvenir que nunca llegó a causa de su inoportuna muerte. A veces duele escucharla, pero ya se los dije: es normal sufrir por Metallica. Master of Puppets lo justifica.

https://open.spotify.com/album/2Lq2qX3hYhiuPckC8Flj21?si=l9zmb6OHRWiufV3yhIeY6g

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Metallica en 1988.[/caption]

…And justice for all: vivir es morir

Por Nuno Veloso

Sí. En un universo alternativo, Metallica se extinguió tras la muerte de Cliff Burton. En otro universo alternativo, Lars y James no fueron tan control freaks con la mezcla final y el disco es prueba del filo de Jason Newsted en la grabación. Pero, acá, queridos lectores, estamos en un universo donde la muerte de Cliff dejó a la banda en un estado de shock tal, que los ya obsesivos Lars y James quisieron jugar a controlar aunque sea algo de su destino tras aquel desastroso accidente que se llevó a su talentoso amigo.

¿Y el pobre cabro nuevo, Jason Newsted? La leyenda habla de un arrebato de última hora en la sesión de mezcla, con Lars ordenando al ingeniero Steve Thompson que dejase el bajo 5 decibeles más bajo de lo audible, haciendo imperceptible su ejecucción para todas las futuras generaciones de fans. 21 años después de aquel disparate, en plena ceremomia de inducción de Metallica al RNR Hall of Fame, Lars -senil o pillo- le preguntó a Thompson por qué había decidido por su cuenta sacar el bajo del disco. ¿Acaso son estos los "desgastados límites de la razón"? Da igual. En este universo no habrá justicia para Jason, ni para Cliff, ni para Thompson. Lo que sí tenemos a cambio es el disco con que Metallica culminó su transfiguración de los días de garaje a una entidad titánica.

https://culto.latercera.com/2018/09/11/no-suena-and-justice-for-all/

La estampida que rugía potente en Master of puppets se transformó en un monstruo en ...And justice for all, un animal de composiciones intransigentemente extensas y demandantes —tanto para la banda como para los fans, que ya verían complejo hacer headbanging con tanto quiebre y bifurcación—, con intros acústicas cuidadosamente hilvanadas (como en el tema homónimo y en "To live is to die", armada con fragmentos de ideas de Cliff), armonías hipnóticas y solos pulverizadores ("Blackened"), pulso frenético ("The shortest straw", "Dyers eve") y métricas desconcertantes ("The frayed ends of sanity"). Aunque contiene "One", el single definitivo de estos pilares del thrash, esta placa conceptual está lejos de ser una de las más accesibles de la banda —ese momento llegaría más pronto que tarde. Por entonces, y en pleno ascenso de Guns 'n' Roses y el hair metal, Metallica forjaba una entrega compleja e intrincada, lejos del formato radial y una apuesta desafiante al momento de las presentaciones en directo: ...And justice for all es metal progresivo en estado crudo. Y es glorioso. Y, sí: mi respeto y aprecio temprano por Yes en la infancia jugó un rol fundamental en que éste se consagrase como mi CD favorito de Metallica apenas lo escuché en el colegio.

https://www.youtube.com/watch?v=WM8bTdBs-cw

¿Acaso el tiempo da justicia? No. "El tiempo romperá el mundo", dijo el recientemente fallecido David Berman. Pero este es el reflejo de un momento determinante en la historia de la banda, y tal vez el más frágil de la misma. Tal como aquel soldado mutilado en "One", Metallica aquí se redujo creativamente al núcleo de Lars y James, con Hammett solo llamado al final, y Newsted invisibilizado. Desesperados por sobrevivir, amputados, ciegos, sordos e incluso mudos, atrapados en sí mismos, se batieron entre el llanto y la ambición. Por ello este disco requiere ser repasado en virtud de su contexto. Nació del dolor, de la pérdida, y del intento por iniciar una reconstrucción. Si la banda decidió grabar el $5.98 E.P. como primera tarea junto al recién reclutado Jason, es porque necesitaba volver a vivir. Y, si vivir es morir, en el siguiente paso, el Black Album, morirían de una vez por todas. Nunca volverían a ser los mismos.

https://open.spotify.com/album/6Eycw3dwcDMEFSqkUvLQ7g?si=hibVdyELQGC28A1MM3I98g

https://culto.latercera.com/2018/11/26/metallica-la-banda-mas-grande/

https://www.facebook.com/CultoLT/posts/2397410637010400

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