De vuelta a la cima: Beneath The Eyrie y el glorioso regreso de Pixies
La séptima producción de estudio de la banda liderada por Black Francis destaca como una reivindicación a la energía que los caracterizó en sus inicios, la cual inspiró a nombres como Nirvana, Radiohead y Weezer. De esta manera, la agrupación proveniente de Boston ofrece un álbum que incluye elementos de rock gótico y surrealista.
En enero de 1993, Black Francis confesó al locutor Mark Radcliffe de BBC Radio 5 que Pixies se separaría indefinidamente por tensiones internas. No fue de extrañar que las declaraciones del vocalista hayan sido tan tajantes, ya que los autores de "Where Is My Mind" habían trabajado de manera ininterrumpida desde su formación en 1986.
Su primera maqueta, titulada Come On Pilgrim, se presentó en 1987 con el apoyo del productor Gary Smith, mientras que a partir de esa instancia, la banda publicó un total de cuatro álbumes de estudio hasta Trompe Le Monde (1991), es decir, uno nuevo por año. A lo anterior, se sumaron recurrentes conflictos entre el cantante y Kim Deal, quien tenía intenciones de componer temas para el grupo, una idea que a Francis —que más tarde se haría llamar Frank Black— no le agradó.
https://www.youtube.com/watch?v=ENml5QzZ3SE
Pero a pesar de que ninguno de los discos de Pixies logró posicionarse en los primeros puestos de las listas de ventas o entre los ganadores de premios de renombre masivo, su influencia en el rock alternativo y sus derivaciones es francamente incalculable, hasta el punto en que artistas de la talla de Nirvana, Radiohead y Weezer han manifestado ser seguidores del los provenientes de Boston.
En la edición del 27 de enero de 1994 de la revista Rolling Stone, Kurt Cobain le sinceró a David Fricke que la canción "Smells Like Teen Spirit" nació a partir de un intento por replicar el estilo de los liderados por Frank Black. "Cuando escuché a Pixies por primera vez, me conecté intensamente con la banda y pensé que yo debería estar ahí o, por lo menos, en un grupo de covers de ellos", afirmó al reportero histórico del medio de comunicación.
Tras más de una década de diversas colaboraciones de Joey Santiago y David Lovering en el proyecto solista de Black —y el lanzamiento de Title K (2002) de Kim Deal junto a The Breeders— , la agrupación anunció su regreso definitivo a los escenarios para 2004, en una serie de eventos que quedaron registrados en el documental loudQUIETloud: A Film About the Pixies (2006) de los directores Seven Cantor y Matthew Galkin. No obstante, las probabilidades de la publicación de un nuevo álbum aún eran difusas. Si bien, el vocalista confirmó a NME en 2006 que tenía intenciones de volver al estudio el año siguiente, él mismo confirmó al medio en 2007 que Kim Deal se opuso a la iniciativa.
De esta manera, la bajista abandonó el grupo en 2013 para concentrarse en otros proyectos, por lo que fue sustituida por Kim Shattuck de The Muffs por un periodo de cuatro meses que cesaron con un despido inesperado, según comentó a Pitchfork tras el incidente. En su reemplazo llegó Paz Lenchantin, una argentina criada en Estados Unidos que había sido miembro de A Perfect Circle junto a Maynard James Keenan (Tool), Troy Van Leeuwen (Queens of the Stone Age) y Tim Alexander (Primus).
Así, con una nueva integrante entre sus filas, Pixies publicó Indie Cindy en 2014, un disco que reunió las canciones de los tres EP's que lanzaron entre 2013 y ese año con la producción de Gil Norton, quien también trabajó en títulos anteriores como Doolittle (1989), Bossanova (1990) y Trompe Le monde (1991).
Este generó, en su mayoría, opiniones negativas por parte de la crítica especializada, hasta el punto extremo en que Pitchfork lo calificó con 2.5 de 10 y el periódico británico The Telegraph tituló su reseña con "Los días gloriosos se han ido". Tal escenario se mantuvo con la publicación de Head Carrier (2016), en la cual Gwilym Mumford de The Guardian les otorgó sólo dos de cinco estrellas, debido a su "intento fallido por reivindicar las glorias del pasado".
Cuando se creía que los tiempos célebres de la agrupación habían llegado a su fin, Black Francis y compañía publican Beneath The Eyrie (2019), un disco que reivindica la energía que los caracterizó desde su formación.
https://www.youtube.com/watch?v=YH55PamT5WI
El álbum inicia con "In the Arms of Mrs. Mark of Cain", un título que alude a un pasaje bíblico del Génesis en el que Dios castiga a Caín por matar a su hermano Abel, pero de la misma manera, le aplica una marca para que este no sea asesinado por otra persona que, en caso de hacerlo, enfrentaría una condena siete veces peor que la que sufrió el primogénito de Adán y Eva.
I'm not proud (no estoy orgulloso)
But I know that I'm sane (pero sé que estoy cuerdo)
Like a grouse (como un urogallo)
Who's resigned to the blade (que está resignado a la espada)
If you doubt (si dudas)
And you think I'm profane (y crees que soy profano)
In the Arms of Mrs. Mark of Cain (en los brazos de la señora marca de Caín)
Esta no sería la primera vez que la agrupación dirigida por Black Francis incluye referencias religiosas en sus composiciones. Ya en Come On Pilgrim (1987) —maqueta que recibió su nombre por la frase "vamos peregrino" del músico cristiano Larry Norman— se percibía en temas como "Levitate Me", "The Holiday Song" y "Nimrod's Son", la cual se refiere a un monarca mesopotámico que también es mencionado en el libro del Génesis.
Después siguen los sencillos "On Graveyard Hill" y "Catfish Kate", títulos que fueron publicados —con sus respectivos videoclips— en junio y agosto del presente año, para así promocionar su nueva entrega con las firmas BMG/Infectious. El primero captura la esencia clásica de la banda, a través de líneas de bajo monótonas —no así aburridas— y guitarras dotadas de una energía que se distorsiona a medida que se acerca el coro, en donde Black Francis vocifera la frase: "En la colina del cementerio, ella está gritando su maldición". Por su parte, el segundo título se acomoda a un carácter más folk y acústico, el cual relata la historia de una mujer que se enfrenta en una batalla a muerte con un pez.
https://www.youtube.com/watch?v=HL_kQ9DZZIE
Luego viene "This Is My Fate", una canción de ritmo pausado que se asemeja a lo que podría ser el soundtrack de una película con influencias western, en donde sus personajes se entregan en cuerpo y alma a los efectos del alcohol. Por otro lado "Ready for Love" y "Silver Bullet" mantienen parte de esa esencia, pero de manera más reflexiva y pausada, para después dar paso a "Long Rider".
"Los Surfers Muertos" presenta un carácter más difuso, en donde una mujer —probablemente Paz Lenchantin— intercala oraciones en español y en inglés para relatar una historia que se sitúa en una playa cercana a México. Canciones antiguas de Pixies, como "Vamos" e "Isla de Encanta" —ambas incluidas en Come On Pilgrim, además de una versión distinta en Surfer Rosa en el caso de la primera— ya habían ocupado esta técnica, a través de la cual Black Francis rescató sus vivencias en un campamento de Puerto Rico, al cual asistió durante su época como estudiante universitario.
El punto más agresivo del álbum se alcanza en "St. Nazaire", una composición de guitarras distorsionadas y ritmos de rock and roll en la que el vocalista grita frases como "bebí una botella y una jodida oración" y "ella perdió su cabeza, pero me gusta su sonrisa". De esta manera, continúan con unas voces delicadas que repiten "pequeño pajarito" para introducir "Bird of Prey", en donde Francis se desenvuelve más como el narrador de una historia basada en la desdicha que como cantante de una banda alternativa, una energía similar a la que emana el cantante australiano Nick Cave.
Siguen con "Daniel Boone", una referencia al colonizador estadounidense del mismo nombre que fue reconocido por abrir el Wilderness Road —un camino para llegar a Kentucky desde el este—, además de figurar como fuente de inspiración para obras literarias como Don Juan del poeta romanticista Lord Byron. El tema narra un viaje por la carretera, en la que su hablante lírico se ve sometido a la melancolía de un espejismo en el que observa el rostro del pionero en los arrecifes, desde los cielos de una noche oscura. Así, finalizan con "Death Horizon", la canción más breve del disco (2:05) que retoma un carácter acústico más destacado.
Beneath the Eyrie (2019) se presenta como un álbum que reivindica el pasado exitoso de la banda, quienes a pesar de haber enfrentado un quiebre de más de una década y la pérdida de una de sus integrantes originales, aún se mantienen cautivando a las viejas y a las nuevas generaciones.
https://open.spotify.com/album/4XUtkoya9Ai7VeG4a1yYWN?si=vQyb9ESrQh26Y7-_bVaHng
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