Festival de Berlín estrenará filme inédito de Ruiz
Rodada en 1967, El tango del viudo y su espejo deformante fue terminada por su viuda, Valeria Sarmiento.
La película muda de Raúl Ruiz encontró su voz. Filmada en 1967, El tango del viudo era su primer largometraje. Pero nunca vio la luz: Ruiz no consiguió el dinero para el sonido. Tras su muerte en 2011, las latas de cinta fueron halladas en un cine de Santiago y la directora Valeria Sarmiento, viuda del cineasta, le dio forma al filme y le devolvió la voz, con el apoyo de la productora Poetastros. Así, más de 50 años después, la primera película de Ruiz verá la luz en febrero en el Festival de Cine de Berlín.
Con el título El tango del viudo y su espejo deformante, el filme se exhibirá en la sección Forum, dedicada a producciones de naturaleza experimental. Inspirada vagamente en un poema de Pablo Neruda, Raúl Ruiz lo describió así en sus Diarios: "La historia gira en torno a un hombre cuya mujer se le aparece como un fantasma. El fantasma lo sigue por todas partes, debajo de la cama, debajo de las mesas… a fuerza de frecuentar al fantasma, el hombre comienza a parecerse a él, de modo que va afeminándose cada vez más, en un espiral en el que descubrimos que nunca estuvo casado, y que se trata simplemente de un desdoblamiento de personalidad y un juego esquizofrénico".
Valeria Sarmiento conoció a Raúl Ruiz en 1969, después de filmar Tres tristes tigres, cinta que se convirtió en su debut. Ella sabía de El tango del viudo, pero no vio una imagen hasta que se hallaron las latas. Chamila Rodríguez y Galut Alarcón, productores de Poetastros, se enteraron del material en 2017, cuando trabajaban en la recuperación de La telenovela errante, película inconclusa de Ruiz que fue terminada por Sarmiento.
Gracias a tres mujeres sordas lectoras de labios, reconstruyeron los diálogos del filme en el que actúan Rubén Sotoconil, Shenda Román, Delfina Guzmán y Luis Alarcón. Y Valeria Sarmiento trabajó en el guión. "La cuestión para mí era saber ¿qué habría hecho Raúl? Recordé entonces que él siempre quiso hacer un filme que, por un lado, presentara las imágenes seguidas en sentido normal, y que por otro pudieran éstas ser vistas en sentido contrario", dice. "Es el momento, me dije entonces, de poner en obra el espejo deformante que Raúl quería realizar, a través de una historia contada al derecho y con el esbozo de una segunda historia consistente en dejar la impresión que es aquella primera que se mira a través de un espejo deformante", concluye.
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