La defensa del hijo de Woody Allen: “No puedo permanecer en silencio mientras se le condena por un crimen que no cometió”
En mayo de 2018, Moses Farrow, hijo del cineasta y psiquiatra, decidió hacer pública su versión de la acusación de abuso por parte de su hermana, Dylan Farrow, contra Allen. En un extenso relato, el hombre de -ahora- 42 años, se refiere a su madre como la persona que ejerció abuso psicológico y describió las circunstancias en torno al día de la agresión que se acusa.
“Soy una persona muy reservada y no me interesa en absoluto la atención del público. Pero, ante los ataques increíblemente erróneos y engañosos hacia mi padre, Woody Allen, me parece que no puedo permanecer en silencio mientras se le condena por un crimen que no cometió”, comienza la extensa y detallada defensa de Moses Farrow a su padre adoptivo Woody Allen.
En 1992, Woody Allen fue acusado por su ex esposa Mia Farrow, de haber abusado de su hija Dylan Farrow cuando esta tenía 7 años. Tanto Dylan, como las niñeras y el mismo Moses, dieron declaraciones que confirmaban las acusaciones contra el cineasta, las cuales fueron descartadas por la investigación.
La familia Farrow-Allen batalló por años la custodia de los hijos, enfrentamientos que Allen perdió sucesivamente. En paralelo, Woody Allen anunció que tenía una relación formal con Soo-Yin Previn, hija adoptiva de primer matrimonio de Mia Farrow (con André Previn), de -en ese entonces- 21 años.
De acuerdo con el relato de Moses -quien se dedicó a la psiquiatría- fue el hecho que Allen se emparejara con Soo-Yin lo que provocó la guerra con Mia.
Asegurando que estuvo presente "ante todo lo que sucedió en nuestra casa antes, durante y después del supuesto acontecimiento", Moses Farrow relató en su blog personal diversos datos de su infancia que apuntan a su madre como quien perpetró abuso psicológico contra sus hijos, y a su padre como víctima de un caso inventado por Farrow.
Moses describe que el 4 de agosto de 1992, en la casa familiar Frog Hollow en Connecticut, estaban él (14), Dylan (7), Ronan (4), los tres hijos de una amiga de Mia Farrow, dos niñeras -Kristi y Alison- y la profesora de francés. Woody Allen había ido a visitarlos y juntos veían ¿Quién engañó a Roger Rabbit?
"Mi madre nos había avisado de que no debíamos perderlo de vista. Estaba comprensiblemente furiosa: siete meses antes se había enterado de que tenía una relación íntima con mi hermana de veintiún años, Soon-Yi, tras descubrir polaroids de ella en el apartamento de Woody", relata Moses.
El hijo del cineasta que actualmente tiene 42 años, detalló que su madre constantemente se refería a Allen con calificativos como "malvado", "un monstruo", "el diablo", y que Soo-Yin "estaba muerta" para ellos.
"Pensaba que mi trabajo era apoyar a mi madre y quería desesperadamente su aprobación, como todos sus hijos. También había aprendido en repetidas ocasiones que ir contra sus deseos tenía repercusiones", por ello -dice- se preocupó de saber dónde estaba Woody en todo momento, al igual que el resto de las personas en la casa.
Fue en 1992, cuando su hijo biológico Ronan tenía 4 años, que Mia Farrow le pidió a Allen que co-adoptara a Moses y a Dylan. A medida que pasaban los años, Ronan, Dylan y yo nos hicimos visitantes frecuentes de sus lugares de rodaje y su sala de montaje. Por las tardes, venía al apartamento de Mia y pasaba tiempo con nosotros. Nunca vi nada que indicara un comportamiento inadecuado en ningún momento", escribió.
Según su relato, todo cambió cuando Allen anunció oficialmente ante los medios su relación con Soo-Yin. Desmintiendo que tengan cualquier tipo de lazo padre-hija, asegurando que su hermana no tiene ningún tipo de problema de desarrollo mental, y afirmando la falsedad de que ella haya sido menor de edad cuando empezaron su amorío, Moses defiende a su padre.
"Sí, era heterodoxo, incómodo, disruptivo para nuestra familia y le hizo a mi madre un daño terrible. Pero la relación en sí no fue ni de lejos tan devastadora como la insistencia de mi madre en colocar esta traición en el centro de nuestras vidas desde entonces en adelante", escribió el hombre que actualmente se desempeña como psiquiatra.
Para explicar el comportamiento de su madre, Moses relató en su escrito que su abuelo -el actor John Farrow- era alcohólico y mujeriego, lo que provocaba continuas peleas en la casa de Mia. Además, detalló que la actriz sufrió intentos de abuso por parte de su propia familia, entre ellos, sus hermanos John y Patrick, el primero cumple condena en la cárcel por abuso de menores y el segundo se suicidó en 2009.
"Mi madre, por supuesto, tenía su propia oscuridad. Se casó con Frank Sinatra, que en ese momento tenía cincuenta años, cuando ella solo tenía veintiuno. Después del divorcio, se mudó a casa de su amiga íntima Dory Previn y su marido, André. Cuando mi madre quedó embarazada de André, el matrimonio de los Previn se rompió, lo que produjo el ingreso en el psiquiátrico de Dory", algo que Moses asegura, nunca se habló en su casa.
"Para mi madre era importante proyectar hacia el mundo una imagen de un hogar bien amasado de hijos biológicos y adoptados, pero eso estaba lejos de la verdad", comenzó su hijo mayor antes de detallar que varios de los niños que adoptó tuvieron un trágico final.
El extenso texto dice que a su hermano Thaddeus -parapléjico- lo encerró en un cobertizo exterior, a Soo-Yin la agredía arrojándole objetos, Tam se suicidó con una sobredosis de pastillas tras años de sufrir una depresión que Mia se negó a tratar. Tiempo después, Thaddeus también se quitó la vida al dispararse en un automóvil, y su hermana Lark murió en la indigencia por causas relacionadas al sida.
"Para todos nosotros, la vida en la casa de mi madre era imposible si no hacías exactamente lo que te decían, por discutible que fuera la demanda", escribió Moses.
Describiendo abusos psicológicos concretados en gritos, amenazas, castigos injustificados y escenarios en que lo obligaba a mentir. "Ese fue el comienzo de sus entrenamientos, repeticiones, guionizaciones y ensayos: en esencia, lavados de cerebro. Me sentía ansioso y asustado", episodios que tras ser publicados en la revista People en 2014, recibieron como respuesta de Dylan calificar a su hermano de "traidor".
4 de agosto de 1992
"En pocas palabras, no era un hogar feliz o sano. Lo que nos devuelve al 4 de agosto de 1992", comienza Moses al describir el día del abuso que acusa Dylan. "No es que todo el mundo se quedara pegado en el mismo sitio, pero me esforcé en fijarme dónde iba cada uno. Recuerdo que Woody salió del salón algún momento, pero nunca con Dylan. Iba a otra habitación para hacer una llamada, leer el periódico, ir al baño o salir para tomar un poco de aire y caminar en torno al estanque que había en la propiedad".
"Había cinco niños y tres adultas en la casa, a las que se les había dicho durante meses lo monstruoso que era Woody. Ninguno de nosotros habría permitido que Dylan se marchara con Woody, incluso si lo hubiera intentando. La niñera de Casey, Alison, dijo después que entró en la sala de la televisión y vio a Woody arrodillado en el suelo con su cabeza en el regazo de Dylan, que estaba sentada en el sofá. ¿En serio? ¿Con todos nosotros ahí? Y si hubiera presenciado eso, ¿por qué no dijo algo inmediatamente a nuestra niñera Kristi? [...] El relato tenía que cambiarse... ", anticipó Farrow.
En una carta abierta publicada por Dylan Farrow en The New York Times en 2014, la mujer describe que Allen le dijo que se pusiera boca abajo y que jugara con un tren eléctrico en la abuhardilla de la casa. Y que mientras cometía el abuso le susurraba que era una buena chica, que irían a París y se convertiría en la estrella de sus películas.
Moses dice que no había ningún tren eléctrico y que era imposible jugar en la abuhardilla porque estaba incompleto y lleno de trampas para ratones. Además, asegura que cuando Mia volvió a casa, el comportamiento de todos fue perfectamente normal. Incluso dice que a la mañana siguiente, Dylan y Ronan estaban eligiendo juguetes de un catálogo para que su padre les trajera en la próxima visita.
El hermano mayor de Dylan detalla que Mia Farrow despidió a la mujer que cuidó a sus hijos por años tras no recibir su apoyo en la denuncia, que fue testigo de cómo su madre hacía que Dylan ensayara su testimonio y que él mismo, buscando la aprobación de Mia, leyó una carta frente a los medio en que condenaba a Allen. "Esa denuncia pública de mi padre sigue siendo uno de los mayores arrepentimientos de mi vida", dijo.
Al tiempo, Mia Farrow envió a su hijo a un internado en Connecticut. "Había hecho mi declaración contra mi padre, mi trabajo estaba hecho, y ahora me echaba", expresó Moses.
Citando la investigación del caso, el hijo psiquiatra de Allen-Farrow escribió: "Concluía específicamente que 'Dylan no fue abusada por el señor Allen', que sus declaraciones tenían una 'naturaleza ensayada' y que fueron 'probablemente fomentadas o influidas por su madre'. Estas conclusiones encajan perfectamente con la experiencia de mi infancia: preparación, influencia, ensayo, son tres palabras que resumen exactamente cómo mi madre intentó criarnos", sentenció.
Tras terminar sus estudios a los 25 años, Moses Farrow se alejó de su madre, lo que de acuerdo a sus palabras le permitió estar mejor y reflexionar. "Estoy agradecido de haber podido despertar y haber visto la verdad de lo que nos ocurrió, pero a la vez estoy decepcionado de haber tardado tanto en llegar aquí".
Al concluir su texto, hizo un llamado a cuatro personajes dentro del juicio contra su padre Woody Allen. El primero contra los medios y las redes sociales.
"El juicio mediático prospera gracias a la falta de memoria a largo plazo, y Twitter no necesita ni conocimiento ni restricciones", dijo, para luego dirigirse a los actores que algunas vez trabajaron con Allen y dieron un paso al costado tras la polémica. "Mi padre solo ha sido acusado de mal comportamiento una vez, por una expareja enfurecida en mitad de unas negociaciones beligerantes por una custodia", dijo alegando que las restricciones que Woody tiene para sus cintas -y libro de memorias- son injustas.
A su hermana Dylan le deseó “paz, y la sabiduría para entender que dedicar tu vida a ayudar a nuestra madre a destruir la reputación de nuestro padre no creo que te permita pasar página de manera definitiva”, y a su madre, Mia Farrow, le recordó lo que ella decía sobre no vivir con odio. “Ambos sabemos la verdad. Es hora de que acabe este castigo”, concluyó.
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