Andrea Bocelli logra más de 30 millones de visitas por concierto en Milán
El tenor italiano ofreció ayer un recital en el Duomo de la ciudad italiana atacada por el coronavirus y superó marca de Beyoncé en youtube.
Se podrá decir que superar un récord de sintonía en youtube cuando gran parte de la población no sale de sus casas no es una tarea tan difícil. Pero lograr diez veces más espectadores que la anterior marca es definitivamente algo para detenerse a pensar. Tal vez exista una conexión espiritual detrás y si se atiende a las características del concierto que ayer ofreció Andrea Bocelli en el Duomo de Milán, todo se hace más evidente: el tenor italiano interpretó un programa eminentemente sacro en el símbolo arquitectónico del norte de Italia, una de las regiones más golpeadas por el coronavirus en el mundo.
Fueron cinco millones de personas las que ayer a las 7 pm de Italia (1 pm de Chile) sintonizaron el canal de Andrea Bocelli en youtube. De acuerdo al diario especializado en espectáculos Variety, el cantante lírico superó de esta manera el récord anterior de conciertos en esta plataforma que ostentaba Beyoncé, quien tuvo 458 mil vistas simultáneas en su presentación en el Festival de Coachella en el 2018. En total, el espectáculo de Andrea Bocelli ha tenido hasta ahora 32 millones de visitas hasta el momento.
Durante media hora de duración, el músico no vidente interpretó composiciones religiosas de Gioacchino Rossini y César Franck, pero también fragmentos de la ópera Cavalleria Rusticana, de Pietro Mascagni. Tal vez uno de los segmentos destacables de la transmisión -y el único que no fue en vivo, sino que grabado antes- fue cuando Bocelli cantó el himno religioso Amazing Grace, de especial popularidad en Estados Unidos y Gran Bretaña. Fue, probablemente, la gran jugada para llegar al público anglosajón.
Sin máscaras
En el concierto donde sólo aparece Andrea Bocelli y el organista de la Catedral de Milán Emanuelle Vianello llaman la atención las tomas panorámicas de la Plaza del Duomo, pero también los acercamientos de la cámara a la estructura interna de la iglesia gótica. Los espacios vacíos y el tono recogido de la música sólo le agregan más solemnidad a la presentación, que fue planificada en menos de un mes.
Durante la filmación se recurrió a un equipo de sólo 15 personas, un tercio de lo usual para estos casos, y se procedió a desinfectar toda la zona de la Plaza del Duomo y de la misma catedral. Los únicos sin máscaras protectoras fueron Andrea Bocelli y su organista, siempre recurriendo a la menor cantidad de recursos posibles. Ni siquiera al hijo del tenor se le permitió estar en terreno, aunque sí fue su esposa.
La idea original de la presentación fue idea del alcalde de Milán Giuseppe Sala, que originalmente la pensó como una vía de respiro artístico y de consuelo para Milán y la región de la Lombardía, ampliamente afectada por la epidemia de coronavirus. Nunca nadie sospechó que se transformaría en un éxito global de visitas online.
“Hemos alcanzado 30 millones de visitas en menos de 24 horas, lo cual es increíble considerando el tipo de artista que es Andrea Bocelli y el tipo de audiencia que tiene, además del repertorio que interpretó, que es pura música clásica”, sostuvo su manager en Italia Francesco Pasquero a Variety. "Lo más importante es que gran parte de la gente que vio el show no es ni siquiera católica, lo que indica que este evento fue mucho más allá de lo religioso”, agregó.
"Personalmente no soy tan religioso", afirmó el manager estadounidense de Bocelli, Scott Rodger. "Pero de alguna manera él se las arregló para conectarse con personas en un nivel emocional, especialmente con la canción Amazing Grace. Creo que en definitiva llegamos a las personas que no necesariamente se interesan en la música clásica como primera opción. Apuntar a varias generaciones en las plataformas es algo que esperas en estas instancias, pero acá superamos todas nuestras expectativas”, recalcó Rodger.
Actualmente, el sello Universal Music prepara una edición musical del recital para poder lanzarlo en streaming.
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